Agencias

Las guerras comerciales "no tienen vencedores", dice Lula en cumbre de Celac


El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fustigó este miércoles la guerra comercial del mandatario estadounidense Donald Trump, al participar junto a otros líderes de América Latina en la cumbre de la Celac en Honduras.

"Los aranceles arbitrarios desestabilizan la economía internacional y elevan los precios", dijo el gobernante del gigante sudamericano.

"La historia nos enseña que las guerras comerciales no tienen vencedores", añadió el mandatario izquierdista en la IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que congrega a 33 países en Tegucigalpa.

Once gobernantes participan en este cónclave, entre ellos Lula, Claudia Sheinbaum de México y Gustavo Petro de Colombia. Los otros países son representados por cancilleres u otros funcionarios.

"No podemos seguir caminando separados cuando el mundo se reorganiza", dijo la anfitriona Xiomara Castro, al afirmar que ahora "Estados Unidos redibuja su mapa económico sin preguntarse qué pueblos quedan atrás".

En la misma línea se pronunciaron Sheinbaum y Petro.

"Son momentos de cambios profundos en el comercio mundial que afectan a nuestros países", dijo la mandataria mexicana.

"Hoy más que nunca es un buen momento para reconocer que América Latina y el Caribe requieren de unidad y solidaridad de sus gobiernos y de sus pueblos y fortalecer una mayor integración regional", añadió.

"Creo que debemos ayudarnos [...], no caigamos en la trampa de resolver los problemas solos, porque nos van a destruir o nos vamos a autodestruir", señaló por su parte Petro.

Trump introdujo aranceles de 10% a las importaciones de Brasil, Colombia, Argentina, Chile, Perú, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Honduras y El Salvador. Para Venezuela anunció 15% y para Nicaragua 18%.

Este miércoles dio un golpe de timón con una "pausa" de 90 días en los aranceles aplicados a decenas de países, excepto a China, a la que se los subió al 125% por haber tomado represalias.

- Presencia de China -

En medio de esta guerra comercial, una delegación de China encabezada por Qu Yuhui, el número dos de Asuntos Latinoamericanos de la cancillería, sostiene desde el lunes encuentros bilaterales con delegados de 15 países.

Pekín planea realizar una conferencia ministerial entre China y Celac el 13 de mayo en Pekín. "Nuestro presidente Xi Jinping va a estar presente en la inauguración y va a discursar", dijo Qu en una reunión bilateral.

"China tiene la mesa servida para aumentar su influencia en América Latina, es un regalo de Estados Unidos", dijo a la AFP el analista peruano de relaciones internacionales Francisco Belaunde.

"China quiere aparecer ahora como un socio confiable que está a favor del libre comercio, quiere aprovechar el desbarajuste generado por Trump y la molestia de todos los países por estos aranceles", agregó.

- Una mujer a la ONU -

La cumbre debe culminar hacia las 17H00 locales (23H00 GMT) con la aprobación de una declaración conjunta, según la agenda.

Funcionarios de los 33 países comenzaron a trabajar el lunes en la declaración que suscribirán los presidentes, que incluye una variedad de asuntos.

"Hay temas ligados a la energía, a la seguridad alimentaria, el tema del café, el tema de género [...] y naturalmente cada jefe de Estado hará su intervención y expondrá sus puntos", indicó el canciller hondureño, Enrique Reina.

Lula también pidió apoyo para llevar a una mujer a la Secretaría General de la ONU, puesto hasta ahora ocupado por hombres.

"La Celac puede contribuir a restaurar la credibilidad de la ONU eligiendo a la primera mujer secretaria general de la organización", indicó.

A la cumbre asisten también los presidentes de Bolivia, Luis Arce; Cuba, Miguel Díaz-Canel; Guatemala, Bernardo Arévalo; Uruguay, Yamandú Orsi; y Haití, Leslie Voltaire.

Asimismo, los primeros ministros de Guyana, Mark Phillips, y San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, están presentes.

La cumbre se realiza en la sede del Banco Central de Honduras. Se desplegaron unos 5.000 policías y 2.000 solados para proteger a los mandatarios.

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