Sociedad

El cementerio de trenes olvidados en un puerto pesquero de Perú: lleva más de 50 años en desuso

A pocos kilómetros de Trujillo, en un puerto de la provincia de Ascope, se encuentra un legado histórico que ha presenciado tanto el auge como el declive de una época industrial.

El puerto pesquero de Ascope esconde un curioso cementerio de trenes, olvidado desde hace más de 50 años. Foto: composición LR/YouTube/chatgpt
El puerto pesquero de Ascope esconde un curioso cementerio de trenes, olvidado desde hace más de 50 años. Foto: composición LR/YouTube/chatgpt

En la provincia de Ascope, al norte del Perú y cerca de Trujillo, existe un rincón olvidado donde se esconde un pasado glorioso del transporte ferroviario del país. Entre un paisaje costero y un puerto pesquero, se encuentra un cementerio de trenes en desuso que lleva más de 50 años resistiendo el paso del tiempo. Este lugar, cargado de historia y nostalgia, es un testimonio tangible de una época en la que el ferrocarril desempeñó un papel crucial en el desarrollo de la región.

 La familia Gildemeister, de origen alemán, estuvo viviendo en la zona durante el siglo XIX y XX. Foto: Inmigración en el siglo XIX

La familia Gildemeister, de origen alemán, estuvo viviendo en la zona durante el siglo XIX y XX. Foto: Inmigración en el siglo XIX

Un legado ferroviario en ruinas

Ascope fue un punto estratégico gracias a sus plantaciones y a la necesidad de transportar el azúcar hacia los mercados nacionales e internacionales. El ferrocarril, introducido en esta zona como herramienta de modernización, resultó vital para cumplir con estas demandas y atrajo la atención de varias familias influyentes.

Estos trenes, que en su momento unieron comunidades y facilitaron el transporte de mercancías, especialmente caña de azúcar, han quedado relegados al olvido. Las locomotoras oxidadas, los vagones invadidos por la vegetación y las vías cubiertas de tierra y escombros conforman un paisaje melancólico que atrae tanto a creadores de contenido como a fotógrafos en busca de escenas cargadas de simbolismo.

El puerto pesquero cercano, que alguna vez fue un importante punto de comercio, también ha caído en el olvido, lo que añade un aire de abandono a la zona. Sin embargo, este espacio es más que un montón de chatarra y residuos; representa una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de preservar el patrimonio industrial y la memoria histórica de una región que contribuyó al crecimiento económico del país.

La influencia de los Gildemeister en la zona

El nombre Gildemeister resuena con fuerza en la historia de Ascope y sus alrededores, siendo una de las familias más influyentes durante el auge de la industria azucarera en el norte del Perú. De origen alemán, los Gildemeister se asentaron en la región durante los siglos XIX y XX y rápidamente se consolidaron como actores clave en el desarrollo económico, social e industrial de la zona, dejando un legado que hasta la actualidad se recuerda.

Durante su gestión, se construyeron viviendas para los trabajadores, escuelas y hospitales en un intento de mejorar las condiciones de vida en las haciendas. Esto convirtió el lugar en un espacio lleno de prosperidad en esa época. Sin embargo, como ocurre en toda relación de poder en una economía extractiva, su influencia no estuvo exenta de tensiones y conflictos sociales, especialmente en los años previos a las reformas agrarias de la década de 1970.

El declive de la era Gildemeister y su inevitable abandono

El dominio de los Gildemeister en la región comenzó a declinar con la llegada de la reforma agraria impulsada por el gobierno de Juan Velasco Alvarado en 1969. Las grandes haciendas azucareras fueron traspasadas a los compradores de terrenos; sin embargo, debido al poco interés que estos mostraron, el lugar fue totalmente abandonado, lo cual significó el fin de una era.

Aunque el lugar luce descuidado, los rastros de su legado, como los trenes, las antiguas haciendas y las infraestructuras ferroviarias, permanecen como testigos de su influencia.