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Política

'Cardenal Cienfuegos', así llamaba Jaime Bayly a Cipriani en una columna en la que decía que era un pederasta

En el año 2021, Bayly escribió la columna titulada 'Te voy a pedir un favor' en la que hace referencia al Cardenal del Opus Dei.

Juan Luis Cipriani ha sido acusado de abuso sexual contra un menor en el año 1983. Foto: composición LR
Juan Luis Cipriani ha sido acusado de abuso sexual contra un menor en el año 1983. Foto: composición LR

En el año 2021, Jaime Bayly escribió una columna para Perú 21 titulada 'Te voy a pedir un favor' en el que relata una aparente conversación con su madre, en el que ella le dice que el 'Cardenal Cienfuegos', importante cardenal peruano y miembro del Opus Dei, le aconsejó que lo dejara sin herencia, que él no lo quiere nada porque escribió cosas horribles sobre su persona. Bayly, realiza una escalofriante acusación de pederastia por parte de ese Cardenal.

"He escrito cosas horribles de él porque es un hombre horrible -se crispa Barclays.-¡No es un hombre horrible! -se enoja Dorita-. ¡Es un gran hombre! ¡Es un santo! ¡Y es mi amigo de toda la vida! ¡Así que por favor respeta a tu madre!-¡No es ningún santo, mamá! -levanta la voz Barclays-. ¡Es un pervertido, un depravado!-¿Por qué dices eso? -se alarma Dorita", detalla Bayly.

"¿Por qué crees que lo han mandado a Roma, mamá? ¿Por qué crees que está aislado, incomunicado? ¿Por qué crees que lo han castigado? Dorita no responde, se queda muda. Su hijo prosigue:-Yo conozco la historia. Tu amigo, el Cardenal Cienfuegos, abusó sexualmente de los Figueredo, de nuestros amigos los Figueredo, de Antonio y Augusto Figueredo, ¿lo sabías?", se lee en la columna.

A lo largo del texto va dejando pequeñas pistas y datos que, con la denuncia expuesta hoy por El País, se confirmaría que se trataba del Cardenal peruano Juan Luis Cipriani, miembro del Opus Dei, acusado de abusos sexuales contra un menor de edad en el año 1983 y que en el 2019 fue exiliado a Roma y prohibido de llevar hábitos, símbolos cardenalicios y hacer declaraciones públicas.

Juan Luis Cipriani, miembro del Opus Dei, acusado de abuso sexual

Juan Luis Cipriani, exarzobispo de Lima, ha sido denunciado por abuso sexual. El denunciante envió su carta en 2018, en la cual manifestó que su intención no era buscar venganza, sino que su testimonio fuera considerado para futuras decisiones respecto al obispo de Lima y cardenal del Perú. En su declaración, solicitó que se apartara de la Iglesia a un pastor que, según él, le había causado daño y no merecía los privilegios obtenidos a lo largo de los años.

El Opus Dei tuvo conocimiento de la carta e inició acciones para detener el proceso. La víctima afirmó haber sido acosada por familiares y allegados vinculados a dicha comunidad religiosa. El diario El País accedió a mensajes de WhatsApp en los que se revela que un obispo peruano se comunicó con la víctima para proponerle la redacción conjunta de una carta en la que negara los hechos denunciados previamente. Además, recibió amenazas relacionadas con la posibilidad de exponer su identidad en la prensa y la presentación de acciones legales en su contra.

En 1983, el denunciante enfrentaba dificultades académicas y, al ser huérfano de padre, su madre lo envió al Opus Dei para recibir apoyo en sus estudios. Durante ese tiempo, Cipriani se convirtió en su confesor, con encuentros que se realizaban en una habitación de manera presencial. Según relata, las sesiones se fueron prolongando hasta alcanzar los 45 minutos, convirtiéndose en una experiencia traumática. La víctima sostiene que Cipriani lo mandaba a llamar con frecuencia.

"Me confesé con él semanalmente o cada dos semanas durante más de un año. Eran confesiones muy duras en las que me reprendía severamente por mis fallos académicos y de conducta. En ocasiones, me sentía tan mal que llegaba a llorar. Durante las confesiones, me arrodillaba frente a él, entre sus piernas. Cuando me encontraba emocionalmente vulnerable, me abrazaba de forma prolongada e incómoda. Luego, comenzó a deslizar su mano debajo de mi polo, acariciando mi espalda durante largo tiempo. Posteriormente, metía la mano bajo mi buzo y tocaba mis glúteos, apretándolos mientras decía: ‘esos jamones’".

En su carta, el denunciante relata que Cipriani lo besaba, lo abrazaba y lo presionaba contra su cuerpo, haciendo que sus genitales chocaran con su pecho. Cuando los besos se acercaban a la comisura de sus labios, él lo rechazó, marcando así el fin de las confesiones.

Afirma que informó de la situación a adultos de confianza dentro del Opus Dei, quienes lo contactaron días después para reunirse con el vicario general —hoy fallecido— y otros sacerdotes. En dicho encuentro, le solicitaron que no hablara sobre lo sucedido, argumentando que Cipriani consideraba que, al ser huérfano y tener problemas, había malinterpretado los hechos. Tiempo después, se reencontró con Cipriani con la esperanza de recibir una disculpa; sin embargo, según su testimonio, el obispo manipuló la situación para hacerle sentir culpable e incluso llegó a insultarlo.