“Occidente como lo conocimos ya no existe”. La dramática frase de Úrsula von der Leyen, presidenta de la Unión Europea, cubre mucho territorio. Sin duda el de la geopolítica, pues alude a un debilitamiento de los lazos entre la UE y los EEUU. Pero también el de la cultura, que a los peruanos debe interesarnos todavía más.
En ese Occidente cuya desaparición hoy se advierte hemos tenido,mal que mal, un lugar desde la Conquista española. Hemos reconocido esa herencia, hemos participado en sus instituciones internacionales, nos hemos alineado con sus intereses. Von der Leyen plantea que los primeros tiempos de Donald Trump ya están borrando todo eso. Cabe preguntarnos qué lugar tendremos nosotros en un nuevo Occidente.
Es importante notar que en su reciente visita a Lima Xi Jinping hizo hincapié en las cercanías culturales entre China y el Perú. Los argumentos: la fuerte inmigración del siglo XIX, la afinidad en los gustos, un pasado autóctono no occidental. Xi había llegado para destacar nuestra participación en una esfera oriental de intereses, más amplia que China.
Pero en lo cultural nos amarran con fuerza a Occidente el idioma de los españoles, la religión de Roma, la tradición intelectual de toda Europa. Es frente a ese tipo de elementos que se miden nuestros logros y fracasos. Es decir, ¿cuán occidentales hemos logrado ser después de 1945? ¿Qué ha pasado con la cuota de occidentalidad obtenida entonces?
Quizás hemos sido occidentales en la medida que los países del norte nos lo han impuesto, no tanto como una identidad alcanzada por un impulso propio. Al decir su frase, Leyen no estaba pensando en nosotros, pero venimos incluidos en ella. ¿Cuán resistente es la parte occidental-moderna en nuestra nacionalidad hoy? ¿Cuán tentador es hoy lo oriental-moderno?
Pero la experiencia nos muestra que los países de América Latina que se van apartando de los mejores valores occidentales, como lo racional, lo democrático y lo equitativo, no se deslizan hacia una modernidad oriental, sino más bien hacia formas de satrapía, autoritarismo o dictadura que son el lado oscuro de todo esquema cultural, no importa dónde se ubique.
¿Cuán occidentales son los gobiernos tiránicos del Caribe, cuyo epítome es hoy Nicaragua? ¿Podemos decir que algunos de nuestros gobernantes están a un paso de ellos? En lo que toca a valores y principios, claro que sí.
Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).