Congreso consolida un cartel político

Actualmente, el Parlamento sigue reduciendo la competencia electoral para aferrarse al poder en los próximos comicios.

Las próximas elecciones en el Perú se perfilan como las más fragmentadas de su historia. Al menos, 41 partidos participarán en los comicios en los que no solo se elegirá a la siguiente plancha presidencial conformada por un presidente y dos vicepresidentes, sino que, después de más de 33 años de la dictadura de Alberto Fujimori, en el autogolpe de 1992, los peruanos elegirán a sus próximos representantes en un parlamento de doble cámara.

Lo crucial en este contexto es observar con detenimiento las causas que han llevado a este escenario de crisis agudizada que se avecina. La ingente oferta electoral a la que han sido condenados los peruanos ha sido creada por una serie de contrarreformas electorales del presente Congreso que ha dinamitado cualquier posibilidad de mejora del sistema electoral.

Lo que los parlamentarios de la alianza gobernante han logrado hacer del sistema político es convertirlo en una estructura similar a la de un cartel. Así, todas las acciones de los parlamentarios están orientadas al aferramiento del poder y a destruir al enemigo bajo motivaciones particulares, prebendarias, sectarias y —como ha quedado en evidencia tras las diversas legislaciones recientes— ilegales.

A pesar de que la reforma política del 2018 pretendió incentivar la participación ciudadana para mejorar la calidad de candidatos en los comicios generales que se avecinan, la alianza gobernante hizo todo lo posible para capturar el sistema y apartar al pueblo de esa intervención. Y sobre esa tarea trágica para la historia del desarrollo del Perú, siguen galopando.

Por ejemplo, se están considerando proyectos de ley que reducen los requisitos para que los partidos mantengan su inscripción, lo que afecta la competencia electoral. Estas iniciativas son de Renovación Popular.

Además, en la comisión de Constitución, presidida por el fujimorismo, se propone reducir el mandato del presidente del Jurado Nacional de Elecciones de 4 a 2 años, abriendo el camino para la inestabilidad en ese órgano autónomo del Estado y su ansiada captura. Este proyecto es del Bloque Magisterial.

Esta semana, desde mañana hasta el viernes 11 de abril, el Congreso tiene la prerrogativa legal de realizar cambios a las reglas electorales. Y dados los precedentes antidemocráticos de las bancadas mayoritarias, los peruanos deben estar atentos.