Más de 50 años después y luego de varios fusilamientos, el dictador Bashar al-Ássad no está más en el poder, y los sirios parecen vivir en una suerte de Primavera Árabe retrasada. No va a llegar el Paraíso, y quizás ni siquiera la redención, porque los miembros de Hay'at Tahrir al-Sham (HTS), el grupo que conduce la transición, no son precisamente unos demócratas.
Pero, de momento, la población, maltratada y sometida por años, al menos respira, espera, regresa. Oriente Medio y parte del mundo también respiran, pues el fin de la despiadada guerra civil en este país, tras 13 años y más de 600 mil muertos, significa una sangría menos en una región donde lo habitual son las bombas y los incontables muertos civiles.
Aun así, el caos, la violencia y el oportunismo se filtran en medio de la coyuntura. Israel ha comenzado a bombardear el país, aprovechando el ciego jolgorio y tratando de ganar posiciones. Su apuesta resulta evidente: influir en la transición, para que no se instale un gobierno tan enemigo como el de Al Assad; y, de paso, ocupar territorios sin rubor alguno.
Estados Unidos ataca a ISIS, a fin de evitar que sus huestes se suban al carro blindado de los vencedores, islamistas como ellos. Rusia e Irán digieren su derrota, que en los hechos implica, para la primera, la pérdida de un aliado crucial; y, para el segundo, el corte del flujo de armas que iba desde Teherán a Hezbolá, el aliado chiíta de los suníes de Hamás.
El pronóstico es reservadísimo, porque, si bien los miembros de HTS se muestran conciliadores, no hay garantía total de que no se conviertan en Los Talibanes 2.0. Antaño eran considerados ‘terroristas’ por Occidente, que hoy casi los corteja, dado el temor de que la liberación de Siria, antes que ser una buena nueva, se convierta en otro grueso problema.
No hay que olvidar ahora que la caída del tirano de Damasco no llegaba porque a las potencias no les convenía. A los rusos, porque era su ficha fiel en Oriente Medio. A los norteamericanos, porque no sabían quién lo iba a reemplazar. Sería un escándalo que, tras los hechos consumados, nuevos cálculos vuelvan a arrojar al pueblo sirio a los abismos del horror.
Lic. en Comunicación y Mag. en Estudios Culturales. Cobertura periodística: golpe contra Hugo Chávez (2002), acuerdo de paz con las FARC (2015), funeral de Fidel Castro (2016), investidura de D. Trump (2017), entrevista al expresidente José Mujica. Prof. de Relaciones Internac. en la U. Antonio Ruiz de Montoya y Fundación Academia Diplomática. Profesor de Relaciones Internacionales en la Pontificia Universidad Católica del Perú y Fundación Academia Diplomática.