Brasil condena el "trato denigrante" de Estados Unidos a 88 inmigrantes deportados en fuerte reclamo
La realidad de los deportados se convierte en un llamado a la acción para que las autoridades encuentren soluciones respetuosas de los derechos humanos.
El gobierno de Brasil calificó como "trato denigrante" hacia 88 ciudadanos brasileños deportados desde Estados Unidos, calificando la situación como una violación de derechos humanos. Los pasajeros, entre mujeres y hombres adultos, llegaron esposados al aeropuerto en un vuelo de repatriación que, según denunciaron, estuvo marcado por abusos y restricciones innecesarias.
El avión, que partió de territorio estadounidense con destino a Brasil, realizó un aterrizaje inesperado en Manaos debido a problemas técnicos. Este incidente encendió las alarmas entre las autoridades brasileñas, que inmediatamente ordenaron la retirada de las esposas y calificaron el procedimiento como una violación de los derechos humanos.
¿Cuál es el reclamo de Brasil a la administración de Donald Trump?
El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva ha exigido explicaciones formales a la administración estadounidense, resaltando que el trato a los deportados contraviene estándares internacionales de dignidad humana. "Los inmigrantes son tratados como criminales", declararon las autoridades brasileñas a la prensa internacional.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil ha calificado las condiciones del vuelo como "humillantes e inaceptables". En un comunicado oficial, el gobierno brasileño solicitó medidas correctivas a Donald Trump para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro. "Los brasileños que llegaron esposados fueron inmediatamente liberados de las esposas", informó la Policía Federal, "en garantía de la soberanía brasileña en territorio nacional".
¿En qué estados llegaron los deportados a Brasil?
Los relatos de los deportados han añadido un matiz más grave a la situación. Muchos de ellos precisaron que fueron obligados a permanecer esposados durante todo el vuelo, lo que generó incomodidad extrema y problemas de salud en algunos casos. Además, denunciaron un trato frío y despectivo por parte de los agentes de seguridad encargados de supervisar el traslado. "En el avión no nos daban agua, íbamos amarrados de pies y manos, ni nos dejaban pasar al baño", aseguró una deportada.
Uno de los deportados expresó: "Nos trataron como criminales, cuando lo único que hicimos fue buscar una mejor oportunidad de vida en Estados Unidos". Estas declaraciones han resonado en los medios de comunicación y han impulsado a organizaciones de derechos humanos a exigir un cambio en las prácticas de deportación de EE. UU., que consideran deshumanizadoras.