Con un Trump poderoso e impredecible, las tensiones entre Estados Unidos y China podrían aumentar, según experto
Trump proclamó el inicio de la “era dorada” para Estados Unidos y amenazó con el aumento de aranceles sobre China y otros países del mundo. "Vengan a producir o tendrán que pagar", advirtió.
Un Donald Trump 2.0, tan poderoso como impredecible, ha iniciado su presidencia en Estados Unidos con puño de hierro sobre China: ha amenazado con aranceles y ha deslizado acusaciones sobre un supuesto control chino del canal de Panamá, mientras promete devolver a EE. UU. a la "edad de oro" y erradicar la migración ilegal. "Nuestra soberanía será reclamada, nuestra seguridad será recuperada.", anunció durante la investidura.
¿Qué esperar de las relaciones China-Estados Unidos en la nueva era Trump? Antonio Pagán, investigador del Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico de la Universidad del Pacífico, afirma que los aranceles encontrarían a China en una situación de “mayor debilidad” que durante el primer gobierno de Trump, cuando lanzó su primera guerra comercial. Asimismo, advierte que el gobierno de Xi Jinping parece no tener grandes esperanzas de que las relaciones mejoren.
Donald Trump inicia su nueva presidencia en EE. UU. con una postura dura hacia China. Foto: AFP
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Trump 2.0: ¿qué se espera de las relaciones China-Estados Unidos?
—¿Cómo cree usted que serán las relaciones entre Estados Unidos y China, con un Trump igual de impredecible como poderoso?
—En estos momentos es difícil anticipar cómo la nueva presidencia de Donald Trump afectará a las relaciones entre Estados Unidos y China, especialmente si tenemos en cuenta el carácter impredecible de este. No obstante, parece posible que se produzca un aumento de las tensiones comerciales entre ambos países a corto y medio plazo si finalmente el mandatario estadounidense cumple su amenaza de aumentar los aranceles a los productos chinos. Con la agravante de que la economía china tendría que hacer frente a esos aranceles en una situación de mayor debilidad que la que tenía cuando Trump lanzó su primera guerra comercial contra el país en el año 2018.
Por otro lado, el hecho de que Trump todavía no haya anunciado la imposición de nuevos aranceles a los productos chinos en su primer día como presidente, a diferencia de lo que sí ha hecho contra México y Canadá, podría indicar que está dispuesto a entablar negociaciones comerciales con Pekín.
Además, la nominación de Elbridge Colby como Subsecretario de Defensa para Políticas, quien desde hace años ha defendido la idea de que la política exterior estadounidense debe seguir una línea dureza contra China, podría ser un indicativo de que la presidencia de Donald Trump pondrá su atención en el ascenso del país asiático y reducirá su participación en otros escenarios que no considere vitales para los intereses nacionales de su país.
—¿Qué mensaje quiere dejar Trump con las acusaciones sobre China y el supuesto control del Canal de Panamá?
—Los mensajes de Donald Trump sobre un posible expansionismo del país en torno a Groenlandia, Canadá o el Canal de Panamá suponen un cuestionamiento del respeto a la integridad territorial de los estados, que es uno de los principios del cada vez más debilitado orden liberal internacional actual.
El mensaje que quiere transmitir, en consonancia con su eslogan de “America First”, es que bajo su presidencia Estados Unidos usará todo su poder para hacer valer sus intereses nacionales, independientemente de que ello suponga un choque con principios aceptados, a priori, internacionalmente.
Antonio José Pagán, investigador del Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico. Foto: Universidad del Pacífico
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“El gobierno chino respondería muy posiblemente con medidas arancelarias similares”
—¿Cómo percibe China las estrategias de Trump de guerra comercial? ¿Qué cree que busca Trump confrontando directamente a China?
En China no parece haber grandes esperanzas de que la presidencia de Trump suponga una mejora de la relación entre ambos países. Al fin y al cabo, él fue quien inició la política de mayor dureza contra China en Estados Unidos ante la idea de que la relación comercial entre ambos países es injusta y que el país asiático supone un desafío geopolítico de primer orden para la gran potencia norteamericana.
Por otro lado, Trump no parece que vaya a enfocar la relación con Pekín desde el punto de vista de la confrontación ideológica entre democracias y autocracias, lo cual podría ser bien recibido en el lado chino. Y su política asertiva, cuando no abiertamente hostil, contra algunos de los aliados tradicionales de Estados Unidos puede acabar socavando el sistema de alianzas de este país, que es una de las ventajas que tiene en su competición contra China.
—¿Cómo respondería China a una intensificación de las políticas proteccionistas y de confrontación directa que Trump podría implementar contra su economía?
—El gobierno chino respondería muy posiblemente con medidas arancelarias similares contra algunos productos estadounidenses. En caso contrario estaría dando una imagen de debilidad ante su propia población, algo que no le conviene debido al sentimiento nacionalista existente en buena parte de esta.
Además, es de esperar que intente ganarse el favor de países en desarrollo y de aliados tradicionales de Washington al presentarse como defensor de la globalización y del libre comercio frente a unos Estados Unidos económicamente cada vez más proteccionistas. No es nada nuevo, esto ya sucedió durante la primera presidencia de Donald Trump.
Trump proclamó el inicio de una “edad de oro” en Estados Unidos. Foto: AFP
¿Cómo podría afectar a América Latina?
—¿Cree usted que las preocupaciones de seguridad nacional planteadas por Donald Trump sobre TikTok son justificadas o solo busca desacreditar a empresas chinas?
—Trump no parece albergar muchas preocupaciones de seguridad nacional en torno a TikTok. Al fin y al cabo, una de las primeras medidas que tomó tras llegar al poder fue firmar una orden ejecutiva que concede una prórroga de 75 días, en los cuales la red social podrá seguir funcionando con normalidad en el país.
—¿Cómo explicar que ahora Trump busque ‘salvar’ TikTok del bloqueo?
—Ha habido intereses coincidentes en ambas partes. La prohibición de TikTok es un caso paradigmático de la dicotomía entre seguridad nacional y libertad de expresión. La red social china implementó durante los últimos meses una campaña de relaciones públicas muy inteligente, que enmarcaba su veto en territorio estadounidense dentro de un ataque a la libertad de expresión contra los alrededor de 150 millones de ciudadanos que la usan en el país.
Con su orden ejecutiva para impedir el veto, Trump se ha presentado ante el electorado más joven como un garante de la libertad de expresión en el país. No es casual que, tras volver a restaurar los servicios que la propia red social había decidido suspender por voluntad propia (el veto no impedía realmente su uso a corto plazo), TikTok enviara una notificación a los usuarios en la que reconocía los esfuerzos de Trump en su favor.
—¿Cómo afecta económicamente a América Latina el conflicto entre Estados Unidos y China?
Un mundo cada vez más marcado por el proteccionismo y la rivalidad entre grandes potencias difícilmente beneficiará a terceros países. Se corre el riesgo de que el margen de maniobra de estos se reduzca y se vean obligados a elegir sobre si cooperan con una gran potencia o con la otra. Por tanto, será fundamental que en los próximos meses y años estos países desarrollen estrategias que les permitan desenvolverse lo mejor que puedan en esta situación y, en la medida de sus posibilidades, mantener su propia autonomía en beneficio de sus propios intereses nacionales.