Oscar Vidarte indica que lo planteado por 'Ya casi Venezuela' es "inadecuado": "La violencia es la peor opción"
Oscar Vidarte, internacionalista, reveló en una entrevista con La República cuál es la mejor opción para ponerle fin al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. Un método bastante alejado de los que, en la actualidad, muchos plantean: "La negociación".
La situación política en Venezuela es una preocupación internacional en América Latina, debido a los abusos denunciados por la oposición, además del fraude electoral del pasado 28 de julio que, según los resultados del Consejo Nacional de Elecciones (CNE), dieron como ganador a Nicolás Maduro. La reacción más reciente por parte de un Gobierno en Latinoamérica se dio en Argentina, tras ordenar la captura del dictador venezolano.
De la misma forma en que se dan acciones políticas, como la recientemente realizada por la Justicia Argentina, en los últimos meses han surgido movimientos sociales que buscan alternativas más violentas, como el de 'Ya casi Venezuela'. No obstante, para Oscar Vidarte, internacionalista, este tipo de accionar no es el adecuado, pues "lo que genera la violencia es muerte".
Vidarte indica que la mejor opción para el fin del régimen chavista viene siendo la negociación, pues es una forma pacífica de darle fin a una era de violencia en Venezuela. "El único canal es la negociación, lamentablemente el problema de acá es que si el chavismo está dispuesto", indicó.
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A pesar que las elecciones en Venezuela se dieron el 28 de julio aun son inciertos los resultados de los comicios. Foto: AFP.
— ¿Cuáles son las probabilidades o posibilidades de que un país intervenga en la situación política de Venezuela?
— Lo que pasa es que técnicamente ya muchos países están participando o han mostrado su interés. A mí no me gusta usar el término 'intervenir' porque la intervención es un acto prohibido por el derecho internacional, salvo algunas excepciones. Está prohibido intervenir en los asuntos internos, está prohibido utilizar la fuerza como mecanismo de intervención, entonces el término 'intervención' probablemente no sea el más adecuado.
Cuestionar lo que pasa en Venezuela no es una intervención en los asuntos internos, es la defensa de la democracia que está consagrada en el Sistema Interamericano. Los gobiernos, para evitar cuestionamientos internacionales de diferentes tipos, ya sea en materia de democracia o derechos humanos, suelen usar la banderita de la intervención en los asuntos internos. Entonces, la palabra no es intervención, la palabra es que tengan un papel más importante.
Las marchas y manifestaciones son la mejor arma del pueblo venezolano contra Nicolás Maduro. Foto: AFP.
Estados Unidos tuvo un papel relevante durante el Gobierno de Donald Trump, pero lamentablemente ese papel lo llevó a usar, creo que de manera ilícita, la amenaza del uso de la fuerza contra Venezuela. En la actualidad, hay muchos países y organismos internacionales que han mostrado su interés. La OEA muestra constantemente su interés a través de resoluciones. Brasil y Colombia se encuentran en este momento buscando una salida pacífica, atendiendo también a los intereses de ambas partes.
Yo creo que en este momento hay mucho interés, algunos Estados solo muestren su crítica, como el peruano, pero otros buscan de manera inteligente lograr una solución al respecto. Pienso que hay diferentes tipos de accionar en los países que en este momento están preocupados por el tema de Venezuela.
— ¿Qué medidas podría aplicar Estados Unidos en Venezuela, además de las sanciones ya realizadas?
— Lo que pasa es que, lamentablemente, iba a comenzar por ahí, las sanciones realizadas no tienen o no han tenido un impacto importante, y eso ya lo sabíamos. Existen suficientes estudios que señalan que las sanciones económicas no tienen el impacto que quisiéramos. Hay estudios que señalan que el impacto de las sanciones para cumplir sus objetivos es muy limitado. Si no, miren la situación de Irán, Corea del Norte, Rusia y otros países que han sido sancionados y sus gobiernos siguen.
¿Las sanciones económicas contra Venezuela van a derrocar al régimen? No lo lograron con Cuba, así que dudo que lo logren con Venezuela. En mi opinión, debemos considerar otras opciones, el dilema es que las alternativas son limitadas. La resolución de la situación en Venezuela no vendrá desde el exterior, sino que debe surgir de un acuerdo entre los propios venezolanos. Ellos son quienes deben abordar el problema a través de protestas y negociaciones. Si bien la comunidad internacional puede ejercer presión, ya sea política o económica, al final la solución recae en los venezolanos.
El regimen de Nicolás Maduro parece apliarce sin un final cercano. Foto: AFP.
Lamentablemente, el único canal que tenemos es una vía negociada, es decir, ¿por qué pensar en otros canales, por ejemplo, el uso de la fuerza, es irreal y creo que es muy costoso? Además, no tendría las consecuencias deseadas. El único canal es la negociación. Lamentablemente, el problema aquí es si el chavismo está dispuesto a negociar. En anteriores ocasiones ha negociado y no se ha logrado nada, pero lamentablemente no tenemos más caminos.
A pesar de que la posición del ex canciller podrá ser aplaudida por algunos sectores al ser muy crítica con Venezuela, pero no lograba ninguna solución porque la OEA por sí sola no va a hacer nada. Colombia y Brasil, a pesar de ser muy cuestionados, están tratando con la solución y creo que por ahí va el camino, aunque obviamente la desconfianza de que el gobierno chavista quiera una solución negociada, eso es muy alta.
— ¿Qué tan realista es la intervención de un ejército privado en Venezuela, tal como lo plantea el movimiento 'Ya casi Venezuela'?
— No le veo mucho sentido a eso, porque ya sabemos lo que genera la violencia: muerte. Creo que apoyar una salida violenta, ya sea a través de un ejército privado o de otro país, es una opción inadecuada. La violencia siempre será la peor opción y las consecuencias las sufren las personas, sobre todo las más humildes.
La verdad es que yo no veo aquí una salida, más aún si se trata de un ejército privado, porque el chavismo tiene control de las Fuerzas Armadas y de paramilitares, y no sé si tendrán la capacidad de hacerle frente a ello. Yo no creo en el camino violento, no creo que sea la opción, pues las consecuencias pueden ser incluso peores, digamos. Yo siempre te diría que la salida es una negociada, pues, lamentablemente, las presiones o sanciones tampoco tienen efecto.
Hemos visto otros casos en el pasado de regímenes autoritarios que han entendido la importancia de una negociación para mantener sus intereses y transitar hacia otro escenario. Ha habido casos en los que se ha dado, pero también otros, como el cubano, que más bien se han quedado en el poder. El gobierno chavista quiere transitar hacia un sistema más parecido al cubano, y parece que es lo que está haciendo. Sin embargo, creo que la salida negociada es la mejor y, algunas veces, la única opción.
— ¿Qué consecuencia traerá para Maduro el pedido de detención y captura inmediata realizado por la Justicia Argentina?
— Bueno, es obvio que el gobierno venezolano tiene muchas limitaciones para actuar en el ámbito internacional. Ya vimos cómo su avión fue incautado debido a solicitudes del gobierno de Estados Unidos, tiene algunos mandatos de detención de diferentes países. Creo que Maduro sabe que tiene muchas limitaciones para moverse en el mundo.
La Justicia Argentina a pedido orden de captura contra Nicolás Maduro. Foto: AFP.
Esto es parte de la presión internacional, es parte de una presión que me parece adecuada, que debe haber. El gobierno venezolano está acorralado y tiene muy poco margen de acción, eso es importante. La pregunta es: ¿esto va a lograr algún cambio en el régimen? No, creo que el cambio de régimen lo van a lograr los venezolanos protestando, los venezolanos presionando al gobierno, los venezolanos generando fracturas dentro del chavismo.
La comunidad internacional es relevante. Toda medida que busque presionar a Maduro y a los suyos me parece importante. Creo que obligan al gobierno a buscar otros caminos, pero no van a ser la solución.
—¿Existe un límite de tiempo para que se pueda poner fin al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela?
— No existe un límite de tiempo. El chavismo lleva casi 25 años en el poder y la verdad es que no hay un tiempo límite, y mucho menos para la negociación. Las negociaciones de ese tipo suelen ser duras y largas, partiendo de la premisa de que se puede llegar a un acuerdo, así como no llegar a ningún punto. En este caso, creo que no es una negociación fácil.
Países como Brasil y Colombia pierden credibilidad con el pasar del tiempo al buscar una salida pacífica por parte de Nicolás Maduro. Foto: AFP.
Países como Colombia y Brasil caen en el descrédito debido al paso del tiempo y se termina dando por hecho una realidad que es que Maduro sigue siendo el presidente. Yo creo que Maduro busca eso, que fue lo mismo que pasó con Guaidó. El gobierno venezolano jugaría con el tiempo, mientras más tiempo pase esto, los países van a terminar aceptando al régimen venezolano.
El tiempo es ingrato, nos gustaría que las negociaciones fueran rápidas, pero suelen ser muy lentas y el tiempo puede jugar a favor de Maduro. Sin embargo, no hay un tiempo establecido para todo esto.
— ¿Siendo Colombia y Brasil los principales mediadores con la dictadura en Venezuela, tienen algún beneficio?
— En la reciente reunión de la Asamblea General, Brasil y Colombia fueron muy solicitados por la prensa debido al tema venezolano. Han aceptado que están negociando y dialogando con Venezuela y otros países en busca de una salida pacífica. Es decir, están llevando a cabo toda una estrategia diplomática para buscar una solución pacífica.
Colombia y Brasil son los principales mediadores del regimen de Nicolás Maduro con los gobiernos internacionales. Foto: AFP.
Estos países también están ejerciendo mecanismos de presión, ya que participaron en la resolución de la OEA. Además, señalan que no reconocen al gobierno venezolano, pero también desean una solución pacífica. Creo que desempeñan un papel fundamental y central en este escenario marcado por la crisis venezolana.
Siempre ejercer liderazgo sobre temas que generan atención regional y mundial trae beneficios. Creo que cuando el Perú ejerció liderazgo al inicio en el grupo de Lima, esto generó visibilidad internacional, reputación e imagen positiva. Se abren oportunidades para establecer relaciones con más países interesados en la resolución del caso venezolano, y si esto culmina con éxito, mucho mejor. El liderazgo en temas importantes a nivel internacional siempre tiene un impacto positivo o puede tenerlo.