Mujer en California pierde US$16.000 por una estafa telefónica que fingía un secuestro
Yadira González, mujer latina residente de Inglewood, California, fue víctima de un fraude telefónico que le costó US$16.000 al creer que su hija había sido secuestrada.
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Yadira González, una mujer latina residente de Inglewood, California, fue víctima de un fraude telefónico que la llevó a perder una suma significativa de dinero. La mujer fue engañada por un grupo de estafadores que simularon el secuestro de su hija, aprovechando su desesperación para extorsionarla. En una llamada que parecía real, los delincuentes le aseguraron que su hija había sido secuestrada por miembros de un cartel, pues había presenciado una transacción ilegal y había tratado de contactar a la policía. La angustiada madre, siguiendo las instrucciones de los criminales, envió una suma total de US$16.000, solo para descubrir más tarde que su hija nunca estuvo en peligro.
Este caso pone de relieve un tipo de estafa cada vez más común en Estados Unidos, especialmente dentro de la comunidad latina. A través de un guion muy elaborado, los estafadores lograron que Yadira transfiriera el dinero a cuentas en México sin dudar, creyendo que su hija estaba en grave riesgo. Sin embargo, tras la confirmación de que todo había sido un engaño, Yadira se sintió aliviada, aunque también devastada por la pérdida económica y la angustia que vivió durante el proceso.
¿Cómo se llevó a cabo el fraude telefónico?
El fraude comenzó cuando Yadira contestó el teléfono y escuchó la aterradora noticia sobre su hija. "Me dijeron que mi hija había tenido un accidente", comentó la mujer. "Yo pensé que era un accidente de carro, pero ellos me dijeron que ella había visto algo que no debía y que por eso la tenían", relató. Los delincuentes, manipulando su angustia, la guiaron para realizar varias transferencias bancarias, pidiéndole montos pequeños para evitar levantar sospechas. A lo largo de varias horas, Yadira cumplió con cada demanda de los criminales, hasta llegar a la suma de 16.000 dólares.
Los estafadores fueron extremadamente meticulosos en su enfoque, guiando a Yadira a través de múltiples transferencias bancarias. La mujer fue instruida para enviar montos menores, entre 2.000 y 2.500 dólares, con el fin de evitar levantar sospechas en los bancos. A lo largo de varias horas, Yadira cumplió con las demandas de los criminales, enviando finalmente un total de 16.000 dólares a cuentas en Ciudad de México. Durante todo este tiempo, los estafadores la mantuvieron al teléfono, lo que dificultaba aún más que la víctima pudiera reflexionar sobre la situación. La presión emocional era tal que Yadira no dudó en hacer lo que los delincuentes le pedían.
Finalmente, después de varias horas de angustia y sacrificio económico, Yadira pudo comunicarse con su hija, quien se encontraba en casa y sana. Fue entonces cuando se dio cuenta de que había sido víctima de una estafa telefónica. La mujer, entre aliviada y devastada, compartió la experiencia con los medios, relatando el dolor emocional que sufrió durante esos momentos. "Pensé que ella no iba a regresar, que me la iban a entregar en una bolsa", confesó Yadira, describiendo el impacto emocional de haber creído en el secuestro.
La respuesta de las autoridades ante el fraude telefónico
Tras darse cuenta de que todo había sido un engaño, Yadira intentó denunciar el fraude ante las autoridades locales. Sin embargo, se enfrentó a una respuesta lenta. La policía le informó que la entrevista podría demorar varias semanas, mientras que el FBI le sugirió completar el reporte en línea, sin garantías de que la investigación avanzara rápidamente. Este retraso en la atención pone de manifiesto las dificultades que enfrentan las víctimas de este tipo de delitos, así como la necesidad urgente de mejorar los procesos de respuesta ante fraudes telefónicos.
Los fraudes telefónicos han aumentado en los últimos años, y las autoridades alertan a la población sobre las tácticas empleadas por los delincuentes. Mantener la calma ante una llamada sospechosa y verificar cualquier situación con las autoridades correspondientes es fundamental para evitar caer en estas trampas. Además, los expertos recomiendan no actuar apresuradamente y nunca transferir grandes sumas de dinero sin antes confirmar la veracidad de la información recibida.