Acusan a preso con 16 cadenas perpetuas de asesinar brutalmente a tres reclusos en cárcel de Arizona
Ricky Wassenaar, conocido por protagonizar la toma de rehenes más prolongada en una prisión de Estados Unidos., volvió a ser noticia tras ser implicado en un triple asesinato dentro de la cárcel de Tucson.
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El sistema penitenciario de Arizona enfrenta nuevamente serios cuestionamientos tras el asesinato de tres internos en la unidad Cimarron del Complejo Correccional Estatal de Arizona, en Tucson. Ricky Wassenaar, un convicto que cumple 16 cadenas perpetuas por delitos extremadamente violentos, fue identificado como el único sospechoso del brutal ataque, que conmocionó tanto a las autoridades como a los familiares de las víctimas. El Departamento de Correcciones, Rehabilitación y Reincorporación de Arizona (ADCRR) confirmó que la agresión fue premeditada y no dejó sobrevivientes entre los reclusos atacados.
El incidente ocurrió el pasado 4 de abril dentro de una de las instalaciones más vigiladas del estado. Tras el hallazgo de los cuerpos, las autoridades suspendieron todas las actividades programadas y desplegaron un equipo de investigación liderado por la Oficina del Inspector General y el médico forense del Condado de Pima. El Complejo Correccional de Tucson, que ya había registrado episodios de violencia en años anteriores, volvió a convertirse en foco de atención nacional por la letalidad del ataque y la peligrosidad del presunto autor, cuyo historial criminal lo señala como uno de los presos más violentos de Estados Unidos.
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¿Quiénes fueron las víctimas?
Las víctimas, identificadas como Saul Alvarez, Thorne Harnage y Donald Lashley, compartían antecedentes por delitos violentos y sexuales. Alvarez, condenado en 2004 en el condado de Maricopa, cumplía una pena por asesinato en primer grado. Harnage había sido sentenciado a inicios de 2024 por conducta sexual ilícita con un menor, mientras que Lashley, condenado en 2023 en el condado de Pima, enfrentaba cargos de abuso infantil y conducta sexual inapropiada. Los tres internos, considerados de alta peligrosidad, se encontraban recluidos en la unidad Cimarron, un área de máxima seguridad diseñada precisamente para contener a los reos más violentos del estado.

Preso con 16 condenas a cadena perpetua es acusado de asesinar a tres reclusos en una cárcel de Arizona - Infobae
El perfil delictivo de las víctimas agrega un matiz complejo a la investigación, ya que fuentes cercanas al caso no descartan que existieran tensiones previas entre los internos. No obstante, las autoridades aún no han revelado si hubo algún tipo de vínculo directo entre Wassenaar y los reclusos asesinados.
¿Cómo ocurrió el ataque en la prisión de Tucson?
El ataque ocurrió dentro de uno de los módulos de la unidad Cimarron, durante un horario en el que los internos tenían actividades programadas en sus celdas. Según informó el ADCRR, la agresión fue ejecutada con una clara intención de causar daño mortal. Al descubrirse el incidente, el personal de seguridad activó los protocolos de emergencia, suspendió todas las visitas del día y estableció una investigación inmediata.
Testimonios preliminares indican que el ataque pudo haber sido ejecutado con un arma improvisada, aunque las autoridades aún no confirman este extremo. La gravedad de los hechos obligó a trasladar a Ricky Wassenaar a una prisión de máxima seguridad en Florence, donde permanecerá mientras avanza la investigación criminal en su contra. Por el momento, no se ha determinado si Wassenaar actuó de manera espontánea o si planeó el ataque con antelación.
El historial criminal de Ricky Wassenaar
Ricky Wassenaar no es un desconocido para las autoridades de Arizona. Su historial dentro y fuera de las cárceles lo perfila como un individuo extremadamente peligroso. Antes de ser acusado de estos asesinatos, ya acumulaba 19 condenas por secuestro, asalto agravado, violación y otros delitos violentos.
Su nombre cobró notoriedad nacional en 2004, cuando junto a otro interno, Steven Coy, tomó el control de una torre de vigilancia en el Complejo Penitenciario Lewis, en Buckeye. Durante ese episodio, mantuvieron a dos oficiales como rehenes durante 15 días, en una de las crisis carcelarias más prolongadas en la historia de Estados Unidos. Los rehenes fueron víctimas de abusos físicos y sexuales, y el caso terminó en condenas adicionales de por vida para ambos reclusos.
Tras el asesinato de los tres internos en Tucson, las autoridades penitenciarias aseguraron que reforzarán las medidas de seguridad en todas las unidades de alta peligrosidad del estado, mientras prometieron una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y deslindar responsabilidades.