La historia detrás de cómo Estados Unidos se apropió del Canal de Panamá y su devolución 25 años después
El Canal de Panamá, símbolo del comercio global, fue controlado por Estados Unidos durante décadas hasta que, en 1999, fue devuelto al país centroamericano. Conoce la historia de cómo se construyó, su apropiación y el proceso que llevó a su recuperación.
El 31 de diciembre de 1999, la bandera panameña ondeó por primera vez como único emblema en la Zona del Canal de Panamá, marcando el fin de casi un siglo de control estadounidense. Este evento fue el resultado de décadas de tensiones sociales y políticas, y de un histórico acuerdo entre el presidente estadounidense Jimmy Carter y el líder panameño Omar Torrijos.
Desde su inauguración en 1914, el Canal de Panamá se convirtió en una arteria estratégica para el comercio global, conectando los océanos Atlántico y Pacífico. Sin embargo, su dominio por parte de Estados Unidos trajo resentimiento entre los panameños, quienes veían en la vía interoceánica un símbolo de la pérdida de soberanía de su nación.
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La construcción del Canal y la independencia de Panamá
La idea de un canal que uniera los dos océanos surgió en el siglo XVI, pero no fue hasta finales del siglo XIX cuando se materializó. En 1880, el gobierno colombiano, al que pertenecía el istmo de Panamá, otorgó una concesión al ingeniero francés Ferdinand de Lesseps, quien ya había construido el Canal de Suez. Sin embargo, enfermedades tropicales, lluvias constantes y problemas financieros llevaron el proyecto al fracaso.
Con Colombia debilitada por una guerra civil, Estados Unidos aprovechó la oportunidad para tomar control del proyecto. En 1903, después de que el Congreso colombiano rechazara un tratado para la construcción del canal, Panamá declaró su independencia con el apoyo de Washington. Días después, el nuevo gobierno panameño firmó el tratado Hay-Bunau Varilla, que otorgó a Estados Unidos el control de la Zona del Canal y el derecho a construir la vía interoceánica.
La obra, completada en 1913, fue inaugurada oficialmente en 1914. Sin embargo, la concesión a perpetuidad del canal y las condiciones del tratado generaron divisiones físicas y sociales en Panamá, alimentando el descontento entre la población local.
El Día de los Mártires: el camino hacia la soberanía
El resentimiento de los panameños hacia la presencia estadounidense culminó en una serie de protestas durante las décadas de 1950 y 1960. Uno de los eventos más emblemáticos fue el Día de los Mártires, el 9 de enero de 1964, cuando estudiantes panameños intentaron izar la bandera nacional en la Escuela Superior de Balboa, ubicada en la Zona del Canal.
El enfrentamiento con las fuerzas estadounidenses resultó en más de 20 manifestantes muertos y cientos de heridos. Este hecho marcó un punto de inflexión en las relaciones entre ambos países. Según analistas, el Día de los Mártires consolidó el sentimiento nacionalista y la exigencia de que Panamá recuperara su soberanía sobre el canal.
Las movilizaciones continuaron en los años posteriores, presionando a Estados Unidos para iniciar negociaciones que pusieran fin a su control exclusivo de la vía interoceánica.
Tratados Torrijos-Carter: la devolución definitiva
El cambio llegó en 1977, cuando el presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, y el general panameño Omar Torrijos firmaron dos acuerdos históricos: el Tratado de Neutralidad y el Tratado del Canal de Panamá. Estos pactos establecían la transferencia progresiva del control del canal a Panamá y garantizaban su neutralidad para el comercio mundial.
El 31 de diciembre de 1999, tras un periodo de transición de 22 años, Panamá asumió completamente la administración del canal. En una ceremonia histórica, la presidenta Mireya Moscoso izó la bandera nacional en el Edificio de la Administración del Canal, declarando: "Panamá, el canal es de los panameños".
La devolución del canal fue vista como un triunfo de la diplomacia y la resistencia popular, y marcó el inicio de una nueva etapa en la historia del país. Desde entonces, Panamá ha administrado eficientemente la vía, que continúa siendo una pieza clave en el comercio internacional.