Pedro Almodóvar dice mucho en “La habitación de al lado”
“La habitación de al lado”, ganadora del último Festival de Cine de Venecia, ya está en salas limeñas. Con este trabajo, el director español reafirma su poética creativa.
Toda película del director español Pedro Almodóvar tiene el aura, muy especial, de no pasar desapercibida. Su último trabajo, que ya se puede apreciar desde hace algunos días en salas limeñas, no solo exhibe el diálogo del director con sus proyectos precedentes, algo que no debería sorprender, puesto que es una dinámica que vemos a lo largo de toda su producción, sino también una especie de mensaje, supongamos moral, en el sentido más amplio del término, sobre lo que es la vida y el hecho de saber prepararnos para la muerte.
La habitación de al lado está basada en la novela What are you going through/Cuál es tu tormento de la escritora norteamericana Sigrid Nunez. Como ya se sabe, La habitación de al lado ganó el León de Oro en la reciente edición del Festival de Cine de Venecia y es la primera película en inglés en la producción del director.
Ingrid (Julianne Moore) es una exitosa escritora de ficción. Mientras atiende una firma de libros en una librería de Nueva York, recibe la noticia, mediante una antigua amiga que quería su firma, de que otra antigua amiga en común, Martha, está muy enferma con cáncer. Ingrid se compromete a visitar a Martha. Ambas, décadas atrás, habían trabajado juntas en una revista. La vida hizo de Martha (Tilda Swinton) una experimentada reportera de guerra.
Ingrid se reúne con Martha. Se ponen al día. La tragedia marca la vida de Martha: no se habla con su hija a razón del misterio que encierra la ausencia de su padre y porque nunca dejó de ser una madre ausente debido a su trabajo que la tenía viajando a zonas de conflicto bélico. Martha nunca le quiso decir qué pasó realmente con él. Ingrid y Martha comparten un amigo/amante en común: Damian Cunningham (John Turturro). Martha le pide a Ingrid que esté con ella, durante un mes, en el que decidirá poner fin a su vida.
La interacción entre Ingrid y Martha no decae. Son personajes empáticos. Ingrid no es la única persona a la que Martha le pidió este favor, además. La habitación de al lado tiene el mérito de suscitar varias lecturas: el eros sobre el tánatos para soportar la vida, la adrenalina como conductor de esta, la ¿solución? de la eutanasia y los momentos de plenitud en lugar de la búsqueda de la felicidad.
Estos tópicos confluyen en el aliento literario presente en los diálogos. Cierta crítica señala que La habitación de al lado peca por ser excesivamente literaria. Por el contrario, el aliento poético es lo que la eleva y la coloca en el imaginario del espectador. La película es literaria porque tanto Ingrid como Martha son personas que leen, aman la música y están a la búsqueda del placer, el buen cine y la conversación productiva (crítica e irónica).
El cine de Almodóvar, más allá de sus tópicos que pueden ser controversiales, nunca ha dejado de transmitir esperanza. La habitación de al lado posee varios méritos, entre temáticos y formales, pero el principal de todos es la celebración de la amistad.
Sus películas, iguales o distintas, siempre tienen algo que decir y en sus coordenadas tienen el poder de conmover/desconcertar al espectador. Hay que darle más tiempo, crecerá más.