Ciencia

El nuevo planeta descubierto que no se parece a nada de nuestro sistema solar: ¿los humanos pueden vivir en Enaiposha?

Este planeta, conocido como GJ 1214 b, orbita una estrella enana roja y tiene una atmósfera rica en hidrógeno, helio, agua, metano y dióxido de carbono, así como actividad volcánica.

Enaiposha es un reciente descubrimiento que rompe el molde de los estudios espaciales. Foto: CNN
Enaiposha es un reciente descubrimiento que rompe el molde de los estudios espaciales. Foto: CNN

Un nuevo planeta descubierto que no se parece a nada de nuestro sistema solar ha sorprendido a los científicos. El exoplaneta Enaiposha también conocido como GJ 1214 b, orbita una estrella enana roja a unos 47 años luz de la Tierra y fue comparado con mini-Neptuno. No obstante, sus características los colocan en la categoría “Super-Venus”. Un grupo que normalmente describe mundos pequeños y ricos en gas. Sin embargo, nuevas observaciones sugieren que se parece más a Venus, pero a mayor escala.

Enaiposha es uno de los exoplanetas más estudiados del espacio. Este planeta fue descubierto en 2009, con una masa y un radio que lo sitúan entre la Tierra y Neptuno, pero en realidad tiene más similitudes con Venus.

¿Por qué Enaiposha es el planeta más estudiado y rompe el molde para la ciencia espacial?

Enaiposha fue catalogado inicialmente como un mundo pequeño y rico en gas. No obstante, nuevas observaciones sugieren que se parece más a Venus, pero a mayor escala. Los especialistas proponen llamarlo 'Supervenus', ya que parece tener una atmósfera espesa compuesta de hidrógeno, helio, agua, metano y dióxido de carbono.

Este histórico descubrimiento surgió a partir de mediciones actualizadas que revelaron débiles rastros de moléculas en partes claves del espectro.

Así luce la diferencia de tamaño entre Enaiposha y la Tierra | Foto: CNN

Así luce la diferencia de tamaño entre Enaiposha y la Tierra | Foto: CNN

¿Los humanos pueden vivir en Enaiposha?

El nuevo planeta denominado Enaiposha presenta características únicas que lo diferencian de cualquier otro cuerpo en nuestro sistema solar. Sin embargo, su estudio ha revelado varios problemas intrigantes. En primer lugar, las condiciones extremas de temperatura y presión hacen que la supervivencia de cualquier forma de vida tal como la conocemos sea altamente improbable. Además, su atmósfera, compuesta de gases desconocidos, plantea serias preguntas sobre la estabilidad y la composición química del planeta.

Otro problema significativo es la inestabilidad geológica de Enaiposha. Se han observado actividad volcánica y sismos regulares, lo que sugiere un ambiente muy dinámico y potencialmente peligroso. Esto no solo dificulta la posibilidad de futuras misiones de exploración, sino que también complica la comprensión de su formación y evolución. Estos desafíos resaltan la complejidad del estudio de cuerpos celestes fuera de nuestro sistema solar y la necesidad de desarrollar nuevas tecnologías para abordar estas cuestiones.