Ciencia

Científicos encontraron una solución a los desechos nucleares: unas baterías que recolectarían la radiación

Investigadores desarrollaron una batería nuclear capaz de recolectar la radiación de desechos radiactivos, transformándola en electricidad.

La energía nuclear emite pocos gases, pero deja residuos radiactivos. Un estudio propone usarlos en baterías para microelectrónica. Foto: Shutterstock
La energía nuclear emite pocos gases, pero deja residuos radiactivos. Un estudio propone usarlos en baterías para microelectrónica. Foto: Shutterstock

Los residuos nucleares han sido durante décadas uno de los principales desafíos de la energía nuclear, debido a su alta radiactividad y el riesgo ambiental que representan. Sin embargo, un equipo de científicos de la Ohio State University presentó una batería nuclear que utiliza radiación gamma para generar electricidad.

El prototipo, que mide apenas 4 centímetros cúbicos, convierte la radiación de materiales radiactivos, como el cesio-137 y el cobalto-60, en energía utilizable. Según los investigadores, esta tecnología permitiría aprovechar los desechos radiactivos y transformarlos en una fuente de energía sostenible, reduciendo el impacto ambiental de la generación nuclear.

 La batería fotovoltaica nuclear basada en LYSO. Foto: Science Direct

La batería fotovoltaica nuclear basada en LYSO. Foto: Science Direct

¿Cómo funciona la batería de desechos nucleares?

A diferencia de las baterías convencionales, este dispositivo emplea un proceso en dos etapas para convertir la radiación en electricidad. En la primera fase, cristales centelleadores capturan la radiación gamma y la transforman en luz visible. Luego, en la segunda fase, células fotovoltaicas similares a las de los paneles solares convierten esa luz en electricidad.

 La batería experimental combinaba cristales centelleadores con células solares. Foto: Science Direct

La batería experimental combinaba cristales centelleadores con células solares. Foto: Science Direct

En pruebas de laboratorio, los científicos lograron generar 1.5 microvatios de energía utilizando cobalto-60, lo que representa un avance significativo en la conversión de radiación en electricidad. Aunque la potencia es limitada, el equipo cree que con mejoras en los materiales y la estructura del dispositivo, la tecnología podría escalarse para usos más amplios.

Uno de los aspectos más prometedores de esta innovación es que la batería no emite radiación al exterior, lo que la hace segura para su manipulación. Además, al aprovechar la energía renovable contenida en los residuos nucleares, podría reducir la acumulación de desechos radiactivos y optimizar su gestión.

Aplicaciones potenciales de las baterías nucleares

El desarrollo de esta tecnología abre nuevas posibilidades en múltiples sectores. Inicialmente, las baterías de desechos nucleares podrían utilizarse en sensores autónomos en instalaciones donde se maneja material radiactivo, reduciendo la necesidad de mantenimiento constante.

Otra aplicación clave es en la exploración espacial. Debido a su capacidad de generar energía de forma continua sin necesidad de recarga, estas baterías podrían ser una alternativa a los sistemas actuales de almacenamiento de energía en sondas y estaciones espaciales.

Además, en el futuro, podrían desarrollarse versiones más potentes que permitan alimentar dispositivos médicos, equipos de comunicación y otras aplicaciones que requieran baterías de larga duración. No obstante, los científicos aún deben resolver desafíos técnicos, como la durabilidad de los cristales centelleadores y la resistencia de las células fotovoltaicas a la radiación prolongada.