"Peor que un terremoto": rescatista tras desplome de discoteca en República Dominicana

Ni el devastador terremoto que sufrió la vecina Haití en 2010 le ha causado tanta impresión a Fabio Miniato, un bombero que estuvo entre los primeros rescatistas en llegar a la discoteca que se derrumbó el martes en la capital de República Dominicana.
Asegura que entre 15 y 18 minutos después del siniestro ya estaba en la discoteca Jet Set. Lo que encontró le heló la sangre: cuerpos apilados y sobrevivientes que pedían ayuda desesperadamente.
Miniato, un itialiano con 25 años de servicio en el cuerpo de bomberos dominicano, asegura que "nunca vio algo parecido". Era "dantesco".
En "tantos años nunca vi algo parecido, ni en el terremoto de Haití", relata.
En ese caso, "las víctimas estaban esparcidas en una ciudad completa, (pero en la discoteca) todos estaban concentrados en el mismo lugar", por lo que la sensación que sintió al verlo fue "muy fuerte".
Dice que al llega al lugar del desastre llamó al jefe de bomberos y pidió una grúa para retirar escombros, mientras daba un vistazo para determinar los "peligros inmediatos" y poner a todo su equipo en marcha.
"El primer rescate son las personas vivas (...) y las que tienen riesgo", narra este soccorista de 60 años.
Los rescatistas sacaron a 189 personas con vida, según el último balance oficial. 225 fallecieron, entre ellas dos exbeisbolistas, una gobernadora y el popular cantante de merengue Rubby Pérez, que ofrecía un concierto al momento del desastre.
El techo de la discoteca cayó sobre los asistentes y un enorme hueco puede verse desde el aire.
"Había que sacarlo todo (...) para llegar a las personas que estaban en el último nivel", añade Miniato.
Otra de las cosas que recuerda son muchos celulares sonando al amanecer entre los escombros.
-"Es difícil explicarlo"-
Una persona "me estaba gritando que le corte un pie y que lo saque", rememora. Dice que se debatía entre la desesperación de la víctima por salir y la tensión por evitar más daños.
"Logramos sacarlo todo, se fue con su pie, entonces mucho más feliz que salió entero", dice sobre el hombre que le pedía que le mutilara un miembro para extraerlo entre las placas de hormigón.
En el mismo lugar dos mujeres y un hombre le pedían ayuda a gritos.
"Hay que vivirlo, es difícil explicarlo", dice.
Cuenta que al llegar a casa su mente revisaba lo vivido y se cuestionaba si pudo haber hecho algo más.
El gobierno dominicano promete una comisión de expertos nacionales y extranjeros para investigar las causas de la que se considera la mayor tragedia en este país caribeño.
"Por suerte nosotros no tenemos que ir a informar a la familia, digo con suerte porque debe ser una cosa muy dura dar esta noticia a familia".
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