Agencias

Resolución presupuestaria de Trump se retrasa en la Cámara Baja entre oposición republicana


La votación en la Cámara de Representantes estadounidense de una resolución presupuestaria que Donald Trump desea fervientemente para financiar sus medidas clave se aplazó este miércoles en medio de la oposición de varios de sus copartidarios republicanos que piden recortes gubernamentales más profundos.

El Congreso está dirigido por el Partido Republicano del presidente, pero algunos de estos derechistas en la Cámara Baja están molestos por lo que consideran ajustes insuficientes previstos en ese proyecto, aprobado ya por el Senado el sábado.

La resolución no es un presupuesto propiamente dicho, sino una hoja de ruta para los niveles de gasto federal.

Varios republicanos habían señalado su intención de posicionarse en contra, por lo que los líderes del partido se resignaron finalmente a no someter el texto a votación de los representantes este miércoles como estaba previsto.

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, dijo al sitio de noticias Punchbowl News que tendrá lugar "probablemente" el jueves por la mañana.

Su aprobación por la Cámara Baja allanaría el camino a los trabajos de comisión para elaborar un presupuesto e incluiría algunos puntos de su programa, como la prórroga de las masivas desgravaciones fiscales aprobadas por Trump en su primer mandato.

Las dos partes necesitan aprobar versiones idénticas del presupuesto antes de que puedan avanzar en la agenda doméstica del mandatario, encabezada por una extensión de esos recortes de impuestos.

"Republicanos, es más importante ahora, que nunca, que aprobemos EL ÚNICO, GRANDE Y HERMOSO PROYECTO DE LEY", había pedido Trump en las redes sociales.

Según varios medios estadounidenses, el presidente ha prometido a los republicanos que reducirá el gasto público mucho más allá de los objetivos del Senado, independientemente del contenido del proyecto de ley.

Pero muchos expertos presupuestarios advierten que, para lograr esas reducciones, habrá que hacer reajustes importantes en programas públicos como Medicaid, el seguro médico de muchos estadounidenses con ingresos modestos.

La oposición demócrata ya está en pie de guerra ante cualquier ataque a este programa o a la seguridad social, que paga pensiones y ayudas públicas.

Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha lanzado una ofensiva contra el aparato estatal, con severos ajustes de gasto y despidos masivos de empleados de la nómina federal.

Si el texto fuera rechazado, se necesitaría una nueva versión que tendría que ser aprobada por ambas cámaras.

Además, el tiempo apremia, pues la Cámara de Representantes entra en receso de 15 días el viernes.

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