Pakistaní emprende su propio negocio de frutas y jugo de naranja en mercado de Perú: "Tienen envidia"
A pesar del desánimo por las actitudes negativas hacia su negocio, Muhammad se esfuerza por generar ingresos y reunir a su familia tras dejar Pakistán en busca de mejores oportunidades.
Muhammad, un ciudadano pakistaní que forma parte del canal 'Una peruana en Pakistán', compartió recientemente con sus seguidores la experiencia de su nuevo emprendimiento en Perú. En un video, reveló que alquiló un puesto en un mercado local para vender frutas y el popular jugo de naranja, pero aseguró que las cosas no han marchado como esperaba. Según su relato, ha sentido rechazo por parte de algunos comerciantes del lugar, quienes, según él, existe mucha competencia negativa. “Aquí en Perú hay mucha envidia”, comentó con desánimo.
A pesar de las dificultades, Muhammad continúa esforzándose por poder volver a ver a su familia en su país de origen. Además, de generar un ingreso para su familia en Perú.
¿Cómo inició Muhammad su negocio?
Muhammad llegó a Perú junto a su esposa en busca de mejores oportunidades y, tras evaluar distintas opciones, decidió invertir en un pequeño puesto en un mercado popular. Aunque cuenta con un canal de YouTube, este no genera ingresos suficientes para cubrir sus necesidades, por lo que centró su negocio en ofrecer jugos de naranja naturales. Como complemento, también vende frutas como sandía, plátano, mango, piña y manzana, atrayendo a una clientela diversa.
"Yo trabajo como burro, amigos. A veces ya mucho harta para vivir acá. Trabajo, trabajo, trabajo. Es muy difícil dormir aquí", comentó Muhammad. Con una sonrisa, mostró su puesto y dijo: "Aquí está mi pequeño negocio, en mi lindo Lima, Perú. Compré nuevo local".
Fachada de puesto de Muhammad en mercado peruano. Foto: Una peruana en Pakistán
¿Qué dificultades ha enfrentado?
El joven pakistaní señaló que su mayor obstáculo no ha sido la competencia, sino las actitudes negativas de algunos comerciantes locales. Sin embargo, también recalcó que esto no lo desanima, ya que su prioridad es seguir ofreciendo productos de calidad.
"La gente molesta al presidente (del mercado) para votarme y para llamar al serenazgo. Llamaron a la fiscalía para votarme. Están muy preocupados por lo que hago, por lo que no hago. ¿Por qué así la gente actúa conmigo?", agregó con frustración. Muhammad también destacó que otras personas, como una vendedora de chicharrón en el mismo mercado, enfrentan situaciones similares. "La pobrecita mujer también tiene sus hijos, pero también tienen envidia de ella", comentó.
¿Cuál fue su objetivo al inicio?
Cuando abrió su puesto, Muhammad esperaba ganar lo suficiente para viajar con su familia de regreso a su país. Sin embargo, las ganancias aún no son las que esperaba. Actualmente, invierte alrededor de 200 soles en frutas, pero aún no ve los frutos de su esfuerzo.
"Aquí yo vendiendo fruta en el mercado, también hay un montón de competencia. Ese es el problema. Yo confío en Dios y creo que poco a poco ya va a ir mejor", expresó con esperanza. Sin embargo, también confesó que enfrenta momentos de soledad: "A veces pienso que estoy muy solo en Perú. Extraño mucho a mi familia, a mis hermanos, a mi madre y padre". Pese a las adversidades, Muhammad mantiene su fe en que las cosas mejorarán con el tiempo.