Sociedad

Peruano estuvo 15 años sin ver a su familia, empezó desde 0 y hoy triunfa en EE. UU.: "No tenía a nadie"

Después de tres meses y medio de viaje, Jesús Solis superó dificultades y se estableció en EE. UU., donde se dedicó a la fabricación de cercos y rejas. Un contrato con una empresaria de Miami cambió su vida. Conoce su historia.

El peruano José Solis lleva más de 20 años en Estados Unidos. Foto: composición LR/captura/Yo la hice
El peruano José Solis lleva más de 20 años en Estados Unidos. Foto: composición LR/captura/Yo la hice

La historia de Jesús Solís, un peruano que dejó su país en el año 2000, es un testimonio de sacrificio, perseverancia y éxito. Con el sueño de ofrecer un futuro mejor a sus hijos, emprendió un arduo camino hacia Estados Unidos, dejando atrás a su familia y su vida como miembro de la Policía Nacional del Perú. Hoy, tras 15 años de separación, ha logrado construir un negocio próspero en el sector de la construcción y vive con sus hijos, quienes finalmente lograron reunirse con él.

Un adiós lleno de esperanza

En el canal de YouTube de Mathias Brivio, Jesús recuerda con detalle el momento en que tomó la difícil decisión de emigrar. La situación económica en Perú era complicada y los gastos familiares iban en aumento. “Salí a las tres de la mañana. Miré a mis hijos que estaban durmiendo y no quise mirar para atrás. Si miraba atrás, no hubiera podido seguir adelante”, relata.

Él dejó su hogar en Perú y emprendió un recorrido de tres meses y medio, atravesando Tumbes, Colombia, Venezuela, Panamá, y México antes de llegar a Estados Unidos. De las 20 personas que iniciaron el viaje con él, solo siete lograron cruzar la frontera.

Llegada a Estados Unidos: empezar de cero

Al llegar a los Estados Unidos, comenzó a trabajar en el rubro de la construcción, especialmente en la fabricación de rejas y cercos. Aunque recibió apoyo inicial de sus hermanos, siempre tuvo claro que quería independizarse. “Declaré que iba a retirarme pronto para hacer lo mío, porque tenía un propósito”, asegura.

El inicio no fue fácil, ya que tuvo que adaptarse al ritmo de vida en un país desconocido y trabajar arduamente para destacar en su oficio. Con esfuerzo, aprendió a diseñar y construir rejas ornamentales que poco a poco llamaron la atención de sus clientes.

 Jesús Solis junto a sus hijos en Estados Unidos. Foto: Yo la hice con Mathias Brivio

Jesús Solis junto a sus hijos en Estados Unidos. Foto: Yo la hice con Mathias Brivio

El contrato que cambió su vida

La oportunidad llegó cuando una influyente empresaria de Miami, Miss Gibson, vio una de sus rejas exhibidas en su camión. “Esa reja colgada la quiero en mi casa”, le dijo en inglés, y con la ayuda de un traductor Jesús aceptó el contrato, valorado en 40.000 dólares, lo que marcó un antes y un después en su vida. “Ella me cambió la vida. Fue una bendición”, comenta.

Con las ganancias de ese trabajo, el peruano invirtió en maquinaria y materiales, sentando las bases de su empresa. La calidad de su trabajo generó una ola de recomendaciones dentro de un exclusivo condominio, lo que impulsó aún más su crecimiento. A partir de ese momento, pasó de trabajar en proyectos pequeños a liderar grandes instalaciones de rejas y cercos personalizados.

15 años sin ver a su familia

A pesar de su éxito, el emprendedor vivió años de sacrificio emocional. Durante 15 años, no pudo regresar a Perú ni ver a sus hijos debido a su estatus migratorio. Este tiempo de separación fue duro tanto para él como para su familia. Su hija recuerda: “La última vez que lo vi, tenía tres años. Fue muy difícil estar sin él, pero siempre supimos que su esfuerzo era por nosotros”.

El reencuentro ocurrió años después, cuando sus hijos obtuvieron la visa para viajar a Estados Unidos. Jesús describe el momento como uno de los más emocionantes de su vida: “Cuando los vi entrar al país, los abracé y agradecí a Dios. Fue una respuesta a mis oraciones. (...). Fueron 15 años sin verlos, estuve en este país solo, no tenía a nadie”.

Innovación y modernización: el impacto de la familia

Con la llegada de sus hijos, Jesús encontró un nuevo impulso para su negocio. Ellos lo ayudaron a modernizar la gestión de clientes y a implementar herramientas digitales. Antes, llevaba un registro manual en grandes cuadernos; ahora, gracias a sus hijos, todos los datos están digitalizados. Además, comenzaron a usar redes sociales, como TikTok, para promocionar sus diseños, lo que atrajo nuevos clientes.

“Él siempre decía que nunca haría TikTok, pero hoy en día lo usamos para mostrar nuestras rejas y diseños”, comenta uno de sus hijos. Incluso implementaron una pantalla LED en su camión para anunciar sus servicios, lo que ha generado múltiples contactos en las calles de Miami.

Planes y sueños para el futuro

El peruano, quien lleva más de dos décadas trabajando en Estados Unidos, tiene planes claros para el futuro. En tres años, espera retirarse y regresar a su país, donde ya adquirió una propiedad de 1.500 metros cuadrados con piscina y un salón de cine. “Quiero disfrutar de Perú, viajar a lugares como Machu Picchu y descansar”, señala.