Salud

Este tubérculo peruano combate plagas en la agricultura por sus propiedades insecticidas

Con un alto valor nutricional, este recurso es rico en carbohidratos, proteínas y minerales esenciales, además de ser eficaz en la lucha contra plagas sin necesidad de productos químicos.

Este tubérculo peruano combate plagas agrícolas con sus propiedades insecticidas. Foto: Composición LR/Difusión/Andina
Foto: Composición LR/Difusión/Andina

Desde su descubrimiento, un tubérculo originario de los Andes peruanos ha destacado por sus singulares propiedades insecticidas, convirtiéndose en una herramienta clave para el control de plagas en la agricultura. Este hallazgo resalta el valor de los recursos naturales del país andino y propone una alternativa sostenible frente al uso de químicos tradicionales en el sector agrario.

En un contexto donde la búsqueda de métodos ecológicos para proteger los cultivos es prioritaria, este recurso podría transformar las prácticas agrícolas, fomenta una producción más sostenible y amigable con el medio ambiente.

¿Cuál es el tubérculo peruano que combate las plagas en la agricultura?

Entre los alimentos cultivados en el Perú, destaca la mashua, un tubérculo originario de las zonas altoandinas que, además de ser beneficioso para la salud, posee propiedades insecticidas. Similar a la papa y la oca, la mashua se presenta en una variedad de colores, como crema, amarillo, negro, morado, blanco y rosado.

Este alimento es rico en carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales esenciales como fósforo, hierro y calcio, lo que le confiere un alto valor nutricional. Aunque su preparación varía según la región, muchos agricultores aprovechan sus beneficios no solo en la cocina, sino también en sus chacras.

¿Cómo combate plagas en la agricultura?

Según el libro 'Festín. Recetas y superalimentos del Perú' de Malena Martínez y Pía León, la mashua contiene altos niveles de isotiocianatos (glucosinolatos), sustancias que mantienen a las plagas y enfermedades alejadas de este cultivo. Estas sustancias actúan como un repelente natural: al intentar alimentarse de una planta con glucosinolatos, los insectos encuentran las sustancias liberadas tóxicas o desagradables, lo que los obliga a retirarse.

“Contienen altos niveles de isotiocianatos (glucosinolatos), sustancias que ayudan a mantener a las plagas y enfermedades alejadas de este cultivo”, puede leerse en el fragmento..

La mashua prospera en terrenos con buena materia orgánica, entre los 3.700 y 4.000 metros sobre el nivel del mar. Su considerable resistencia a plagas y enfermedades la convierte en un aliado clave para los agricultores, y contribuye a proteger sus cultivos sin necesidad de químicos.

¿Cómo se le denomina en diferentes regiones?

En español, el tubérculo recibe nombres como zapallo, amarilla o marica en ciertas regiones de los Andes, mientras que en Colombia es conocido como cubio. Estos nombres reflejan la adaptabilidad de la lengua castellana a los contextos locales, integra vocablos con raíces indígenas.

En quechua, se le llama mashua, mashwa o masua en Ayacucho, y añú en Cusco, lo que evidencia las variaciones lingüísticas de las comunidades altoandinas. En aimara, es conocido como apilla, isaño o mishwa, y reafirma la diversidad cultural de las regiones donde se cultiva.

¿Las plagas representan una amenaza constante?

Las plagas son una preocupación permanente para los agricultores, ya que pueden destruir cosechas y reducir la calidad de los productos. Insectos como gusanos, moscas y ácaros se alimentan de las plantas, debilitándolas y, en muchos casos, transmite enfermedades.

De acuerdo con el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), las patologías más comunes en los tubérculos incluyen costra negra, sarna común, sarna plateada, pudrición seca y húmeda, tizón tardío y temprano, y virosis. La mashua, por su composición natural, ofrece una solución sostenible para enfrentar estas amenazas y garantizar cosechas saludables y productivas.