Boluarte intentó escapar de su responsabilidad

Por solo 5 votos, el Congreso negó el permiso para que la mandataria asista a los funerales del papa Francisco.

La presidenta del Perú intentó irse a Roma para asistir a los funerales del papa Francisco. Sin ningún tipo de sentido de prioridad, Dina Boluarte solicitó un pleno extraordinario para que se lo permitiesen. Pero no lo logró.

Con la misma miopía, el titular del Congreso, el acuñista Eduardo Salhuana, dio luz verde al pedido desesperado de la mandataria en tiempo récord, cuando para otros temas —como la restitución de la detención preliminar— decía que no era posible una convocatoria inmediata.

No obstante, a pesar de las diversas presiones internas, los resultados fueron contrarios a las urgencias de Boluarte. Con 45 votos en contra, finalmente, el Pleno denegó el permiso.

Fueron las bancadas de Fuerza Popular, Alianza para el Progreso, Avanza País y Somos Perú las que le otorgaron su beneplácito al Gobierno. En total sumaron 40 votos a favor.

Dichos congresistas, que son los principales que se “llenan la boca” criticando al Gobierno, fueron quienes —en un acto de cinismo— pretendieron abrirle las fronteras a Boluarte, en medio de la crisis de inseguridad que sufre el país.

No solo se trata de los 6 peruanos asesinados diariamente, en promedio, que alertan sobre la delincuencia imperante en el país. Ahora, se supo sobre la facilidad con la cual un delincuente puede escapar de las desbordadas cárceles del país.

Por si fuera poco, sobre ello, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) han anunciado los ajustes de sus proyecciones de crecimiento en el Perú. Alejándose del optimista 4% que había anticipado antes el Ministerio de Economía y Finanzas para el presente año.

Lo que proyectan los más importantes organismos internacionales en asuntos económicos y financieros es que la economía peruana solo crecería entre un 2,8% y un 2,9%. Esta disminución no es casual, ya que refleja la incertidumbre, la falta de previsibilidad y la inseguridad que vive el país.

En este escenario, el apoyo político de las bancadas mencionadas anteriormente es una nueva demostración de su lealtad al desgobierno actual y no a las urgencias de los peruanos.

Mientras las autoridades intentan eludir su responsabilidad, la ciudadanía sigue observando la evidente falta de coherencia entre el discurso y la acción cómplice de los partidos que buscarán la reelección.