Mario Vargas Llosa: El escritor y la memoria, por Marisol Pérez Tello


Mario Vargas Llosa ha muerto. Entre el reconocimiento y la pena quedamos quienes nos sentimos orgullosos de él y quienes gozaron de su amistad. Podemos estar o no de acuerdo con sus posturas políticas, pero fue un hombre que libró batallas por el Perú y que será siempre el "escritor peruano", un motivo de orgullo que ayudó a revelar la complejidad del país.

Sus libros y reflexiones marcaron generaciones. Pero para mi lo más importante fue su compromiso con la memoria, sin ella no hay futuro. Usó su voz para defenderla, sabiendo que es frágil, siempre amenazada por el olvido, ese enemigo implacable de la verdad. Y escribió con la sabiduría que le daba la vida: “Nada es más ilusorio que la memoria; ella rehace el pasado, lo embellece o lo disfraza, lo carga de sentido o se lo quita.”

Fue presidente de la Comisión de Alto Nivel para la creación del Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM), Impulsó este espacio con convicción, sabiendo que debía contar el pasado con respeto y sin falsedades.

Hoy, en cambio, vemos retrocesos dolorosos. Se pretende cerrar la búsqueda de desaparecidos. Una política humanitaria iniciada con la ley de busqueda en 2016, que permitió crear en el Ministerio de Justicia la Dirección General de Búsqueda. No para castigar, sino para cerrar duelos y reconstruir nuestra historia con memoria y solidaridad.

Más de 19 mil personas siguen desaparecidas. Y se quiere imponer un plazo a esa búsqueda, sin recursos y sin comprensión del vacío brutal que deja en miles de familias. Es una decisión arbitraria, desinformada, que ignora décadas de lucha. Esa lucha encontró un punto clave en el #Reúne, camino a la Ley de Búsqueda.

Ir contra eso hoy es negar humanidad. Si hay que dar la batalla, sé que la voz de Vargas Llosa estará con nosotros, exigiendo lo que siempre exigió: respeto a la memoria.