Este 13 de abril, mientras comienza la Semana Santa, el Perú pudo haber estado viviendo un momento histórico: unas elecciones generales anticipadas. Esa posibilidad, respaldada por una gran mayoría, fue ignorada porBoluarte y el Congreso. Hoy, en vez de estar eligiendo nuevos rumbos, seguimos atrapados en una parálisis política que solo beneficia a la delincuencia.
¿Qué habría pasado si se adelantaban las elecciones para el 2025? Para empezar, la tensión social tras la vacancia de Castillo pudo haberse aliviado y con esto evitar las muertes de compatriotas. El mensaje de que la ciudadanía sea la encargada de premiar o castigar con su voto algobierno y a los partidos de oposición le habría puesto paños fríos al contexto convulso.
Además, la certeza de elecciones habría obligado al Congreso a cambiar de actitud. En lugar de enfocarse en blindajes y leyes regresivas, los partidos se hubieran vistoforzados a buscar la simpatía ciudadana, a presentar alternativas y liderazgos visibles. Sin embargo, ha ocurrido todo lo contrario: un autoritarismo parlamentario en el que el Congreso es escudo y verdugo de la presidenta y una proliferación inédita de partidos políticos.
Por otro lado, si se hubiese optado por ese caminodemocrático, estaríamos a pocas semanas de despedir un gobierno débil, sin respaldo ciudadano y apañado por partidos aferrados al poder, que además ha renunciado a cumplir con sus obligaciones constitucionales y que se refugia en el síndrome de Pilatos, lavándose las manos y responsabilizando a terceros por acciones u omisionespropias de su ineptitud.
Es verdad que la historia no se puede reescribir, pero sí se puede juzgar y, sobre todo, encontrar responsablespolíticos en un contexto donde estamos a un año de ir a elecciones nuevamente. El costo de no haber adelantado las elecciones ha sido muy alto, lo que se traduce en vidas, tranquilidad y en una mayor dificultad para construir unproyecto como Nación.
Finalmente, parafraseando la obra de Bryce Echenique, queda decirles a los partidos políticos que no olvidaremos quiénes fueron responsables del abril que no fue y que nos esperen en el próximo abril porque tenemos claro por qué partidos no votar y cuáles son las alternativas que van apostando por la libertad y el Estado de Derecho.