Colombia y la crisis de deportados de EEUU

Presidente Petro enfrenta a Donald Trump por aplicación de nueva política migratoria.

“Actúo bajo las normas esenciales de la dignidad humana”, ha respondido el presidente Gustavo Petro al ser interrogado por la ley empleada para impedir el ingreso de vuelos militares de los EEUU con deportados colombianos, quienes estaban siendo transportados a su país de origen bajo el nuevo régimen migratorio impuesto por el Gobierno de Donald Trump.

Los vuelos no lograron su cometido y fueron obligados al retorno. El Gobierno de Petro, reunido de emergencia, pudo conocer casi de inmediato la reacción de Trump, que sanciona con 25% de aranceles adicionales a los productos colombianos que accedan al mercado norteamericano. La respuesta de Colombia fue una medida similar, que también castiga con ese alto arancel a la producción norteamericana.

Petro ha insistido en que no está en contra del ingreso de colombianos deportados, sino de la falta de dignidad con la que se les está expulsando y del empleo de transporte militar para hacerlo.

Se ha conocido que en el caso de deportados brasileños, han ingresado a su territorio patrio esposados. Es a esta falta de dignidad en el trato en la que se están concentrando las reacciones de diferentes Gobiernos de Latinoamérica que están enfrentando el retorno de sus migrantes, en malas condiciones.

Abierta la brecha entre Trump y algunos regímenes latinoamericanos: Panamá, México, Brasil y Colombia, por el momento; es plausible que se renueve y extienda el discurso antiimperialista que fue tan potente en los 70 y que ahora reúne otros elementos propicios para su desarrollo: apoyo a Trump de los más ricos, lo que hace más tangible el intento de dominio para instalar un nuevo orden.

La crisis ha empezado a extenderse y amenaza con afectar a toda la región. Por lo pronto, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro de Zelaya, anuncia revisión de su política a favor de la presencia de bases militares norteamericanas en su país y convoca a reunión de la Celac para el próximo jueves. Se avecina un nuevo realineamiento latinoamericano a partir de esta política migratoria de Trump. Hace falta seguir con sumo cuidado el curso de los acontecimientos, porque no hay país que esté libre de recibir un cargamento inesperado de compatriotas deportados.