Alto al fuego en Gaza: no convence, por Mirko Lauer

Es mala señal que, con el alto al fuego ya funcionando como una realidad geopolítica, ambos lados sigan con el nervioso dedo sobre el gatillo.

Es una estupenda noticia, pero hay dudas sobre que el alto al fuego Hamas-Israel dure. Los bandos combatientes parecen decididos a producir bajas hasta los últimos segundos. Los 15 meses de guerra están dejando una inmensa derrota para todas las partes. Los pueblos palestino e israelí han descubierto el sangriento menú que les han estado sirviendo por años sus extremistas.

El anuncio del alto al fuego se produce en un cuadro de intenso hartazgo. La Autoridad Nacional Palestina finalmente ha expresado su rechazo a la manipulación por parte de los terroristas de Hamas. Washington se cansó de las engañifas de Benjamín Netanyahu. Irán decidió no seguir disimulando sus múltiples derrotas militares en torno a Gaza.

La nación palestina ha quedado devastada. Primero están las largas decenas de miles de víctimas. Luego, el haber sido sometidos a una banda criminal como Hamas. El lema “Todos somos Hamas” resultó ser una trampa, y una cruenta mentira. Por último, descubrir, sumamente tarde, que musulmanes y árabes tienen intereses distintos de la causa palestina.

La nación israelí y el judaísmo en todo el mundo han perdido la dignidad de pueblo acosado por el antiguo cóctel de maldad e idiotez conocido como antisemitismo. Ahora pasan a ser vistos sobre todo como artífices de la masacre en Gaza, y sus mejores valores han pasado a ser víctimas de la guerra. Es lo que el terrorismo le hizo hace decenios al mundo musulmán.

Las dudas sobre la duración del alto al fuego nacen de la idea de que es indispensable desaparecer a los hampones de Hamas para desaparecer a los psicópatas intelectuales de la extrema derecha religiosa de Israel. A los primeros no les interesa la nación palestina, a los segundos no les interesa Israel como Estado democrático y moderno.

Es mala señal que, con el alto al fuego ya funcionando como una realidad geopolítica, ambos lados sigan con el nervioso dedo sobre el gatillo. De otra parte, nadie en la zona tiene claro qué va a suceder, o qué debe suceder, una vez que se consolide algo así como una tregua. ¿Vuelta a un pre-siete de octubre? ¿Aparece Trump como árbitro de un rediseño de la región?

Para cualquier plan postbélico, Hamas y Netanyahu están de más. Con las armas en la mano, los focos calientes (Gaza, Líbano) se van a reactivar a la menor provocación.

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).