La historia de 'El Carnicero de Londres', el asesino que llenaba su casa de cuerpos para no sentirse solo en Reino Unido
Dennis Nilsen fue un asesino serial británico, condenado 5 años después de su primer crimen, que conmocionó el Reino Unido por ser uno de los casos más aterradores y ampliamente documentados del país.
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Durante años, un olor penetrante se filtraba desde las tuberías de un edificio en el norte de Londres. Los vecinos comentaban con incomodidad, sin saber que bajo sus pies se escondía uno de los crímenes más inquietantes del Reino Unido. El 9 de febrero de 1983, tras recibir una denuncia por una posible obstrucción, la Policía llegó al departamento 23 de Cranley Gardens. Dennis Nilsen, el inquilino, abrió la puerta con calma. “Hay más cuerpos por ahí”, dijo, sin resistencia ni sorpresa.
Nilsen confesó haber asesinado al menos a 15 personas entre 1978 y 1983. Guardaba los cadáveres por días o semanas, los bañaba, vestía y conservaba para no sentirse solo. “Espero que me lo digan ustedes”, respondió cuando le preguntaron por qué lo hacía, de acuerdo con el medio The Telegraph.
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¿Quién fue Dennis Nilsen y cómo comenzó su historia?
Dennis Nilsen nació en 1945 en Fraserburgh, Escocia. Fue criado por su madre y sus abuelos tras el divorcio de sus padres. Su vida cambió a los seis años, cuando falleció su abuelo, figura clave en su infancia. El cuerpo fue devuelto del mar y expuesto en un ataúd, una escena que marcó su visión sobre la muerte. Desde entonces, desarrolló una conexión emocional con la idea de la pérdida.
A los 16 años se alistó en el ejército británico como cocinero. Allí aprendió técnicas de despiece que más adelante aplicaría de forma criminal. Tras once años en el servicio, fue oficial de policía durante un breve periodo y luego trabajó como administrativo en una oficina de empleo en Londres. Durante el día llevaba una vida regular. Por la noche, frecuentaba bares gay, donde conocía a jóvenes en situación de abandono o sin hogar.
En 1975, inició una relación con David Gallichan, pero tras la ruptura —un año después—, comenzó a cometer sus primeros asesinatos. Sus encuentros eran breves y terminaban en homicidio cuando sus acompañantes intentaban marcharse.

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¿Cómo cometía los crímenes y qué provocó su captura?
El método de Nilsen era sistemático. Invitaba a sus víctimas a casa, compartían comida o alcohol, y luego las asfixiaba cuando querían irse. En sus confesiones explicó que los bañaba, vestía y acomodaba en sillones como si aún vivieran. “Les hablaba, los sentaba frente al televisor. Nadie respondía, pero al menos nadie se iba”, relató ante las autoridades.
Mientras vivió en una planta baja sobre Melrose Avenue, escondía los cuerpos bajo las tablas del suelo o los quemaba en el jardín trasero. Cuando se mudó al departamento 23 de Cranley Gardens, ya sin acceso al exterior, comenzó a descartar restos humanos por el sistema de desagüe. Esa decisión provocó una obstrucción que delató todo. Los trabajadores de mantenimiento hallaron carne en descomposición en las cañerías. Alertaron a la Policía, y esa misma noche Nilsen confesó.
Durante su detención, narró cada crimen con total detalle, sin intentar negar ni justificar sus actos. No mostró arrepentimiento. Entregó nombres, fechas y métodos; describió todo como si hablara de una rutina.
¿Quiénes fueron las víctimas de Dennis Nilsen?
Las víctimas identificadas fueron en su mayoría jóvenes sin techo, algunos aún adolescentes. El primero fue Stephen Holmes, de 14 años, asesinado en diciembre de 1978. Le siguieron Kenneth Ockenden (23), Martyn Duffey (16), William Sutherland (26), Malcolm Barlow (24), John Howlett (23), Graham Allen (27) y Stephen Sinclair (20), entre otros. Algunos cuerpos permanecieron sin identificar. Nilsen solo recordaba fragmentos: un gesto, un apodo o una imagen borrosa.
Uno de los pocos sobrevivientes fue Carl Stottor, de 21 años. Había conocido a Nilsen en un pub y pasó una noche en su casa. Al despertar, se encontraba casi sin aire. Por razones que nunca entendió del todo, Nilsen lo dejó vivir, lo ayudó a vestirse y lo acompañó hasta una estación de metro. “Ese hombre destruyó mi vida por completo... No sé si fue mi asesino o mi salvador, porque fue ambas cosas”, declaró, citado por The Telegraph.
En octubre de 1983, Dennis Nilsen fue condenado a cadena perpetua por seis asesinatos y dos intentos de asesinato. Murió en prisión en 2018, a los 72 años, tras sufrir una tromboembolia pulmonar. Su caso continúa siendo uno de los más escalofriantes y documentados en la historia criminal del Reino Unido.