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Trump sube aún más los aranceles a China a 145%: "Beijing mostró una falta de respeto a los mercados"

China fue el único país excluido por Donald Trump de la tregua de 90 días, mientras continúan las conversaciones con sus demás socios comerciales por los aranceles.

El pasado 2 de abril, Trump mostró la relación de aranceles “recíprocos” que desplegaría para 185 países. Foto: Composición LR.
El pasado 2 de abril, Trump mostró la relación de aranceles “recíprocos” que desplegaría para 185 países. Foto: Composición LR.

La Casa Blanca confirmó este jueves 10 de abril a la cadena CNBC que los aranceles impuestos por el presidente estadounidense, Donald Trump, a China alcanzan un 145% en total. El anuncio generó una fuerte sacudida en Wall Street, justo después de una jornada previa marcada por importantes alzas. Hacia el mediodía en Nueva York, las acciones en Estados Unidos perdían gran parte del avance histórico registrado el día anterior. Aunque la tensión comercial se ha reducido, Wall Street sigue atento a un conflicto que aún representa un riesgo para la economía.

Trump acusó a Beijing de mostrar una “falta de respeto a los mercados”. Antes del reciente aumento, China ya enfrentaba un arancel del 104% y había respondido con medidas equivalentes contra Estados Unidos para igualar esa carga. China afirmó que está dispuesta a dialogar "en igualdad de condiciones", aunque advirtió que posee "una voluntad firme" y "recursos abundantes" para responder "con determinación" si Estados Unidos decide "intensificar aún más sus medidas restrictivas económicas y comerciales".

¿Qué motiva a Trump a redoblar la presión sobre China?

El mandatario republicano ha convertido la política comercial en uno de los pilares de su gestión. Desde su retorno a la Casa Blanca, Trump prometió una postura firme frente a las prácticas comerciales de China, a las que calificó como “abusivas e injustas”. Su equipo económico sostiene que el gigante asiático ha violado acuerdos internacionales mediante subsidios estatales, robo de propiedad intelectual y dumping.

Trump aplica un arancel del 125% para reducir el déficit comercial con China y castigar sus represalias. La Casa Blanca confirmó la medida este jueves, que se suma al 20% ya vigente por el papel de Pekín en el tráfico de fentanilo. Durante el fin de semana, Trump explicó que el cruce de aranceles entre ambas naciones obstaculizó un acuerdo preliminar sobre el funcionamiento de TikTok en EE. UU. “Teníamos un acuerdo con TikTok, prácticamente no un acuerdo, pero bastante cercano, y luego China lo cambió por los aranceles”, declaró Trump.

Una guerra comercial que pone en jaque a los mercados financieros

Los aranceles aplicados por Estados Unidos a China, la segunda mayor economía del mundo, desataron una guerra comercial que generó inquietud en los mercados globales. El jueves, las acciones retrocedieron tras una jornada de fuertes compras, y el índice S&P 500 perdió cerca de 3,5 % al conocerse la noticia, marcando el regreso de la incertidumbre.

La política arancelaria de Trump ha estado rodeada de incertidumbre, debido a sus constantes cambios de postura. El miércoles, pospuso la aplicación de aranceles más altos a varios países apenas horas después de su entrada en vigor, al tiempo que aumentaba la presión sobre China. Los demás socios comerciales de EE. UU. estarán sujetos a un arancel general del 10 %, con un plazo de 90 días para alcanzar acuerdos bilaterales. De no lograrse avances, las tarifas elevadas se aplicarán desde el 9 de julio.

Los aranceles de Trump, una amenaza para la recuperación económica mundial

El aumento de los aranceles a niveles sin precedentes no solo intensifica la disputa entre Estados Unidos y China, sino que también amenaza con sacudir la recuperación económica mundial. Las nuevas medidas afectan a más de 250.000 millones de dólares en productos importados, lo que genera un impacto directo en los precios y las cadenas de suministro globalizadas.

En Wall Street, los principales índices bursátiles registraron caídas pronunciadas tras el anuncio. Empresas tecnológicas y fabricantes que dependen de componentes chinos vieron desplomarse el valor de sus acciones. Economistas advierten que, si la situación se prolonga, podría ralentizarse el crecimiento económico tanto en Asia como en América del Norte.