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Turismo en EE.UU. en crisis: turistas cancelan viajes por impacto de Donald Trump, revela The Washington Post

El sector turístico estadounidense enfrenta una caída del 5 % en el número de visitantes internacionales este año, lo que representa pérdidas estimadas en 64,000 millones de dólares, según Tourism Economics.

El turismo en Estados Unidos enfrenta una crisis con una caída del 5 % en visitantes internacionales y pérdidas de 64,000 millones de dólares, debido a las políticas y la retórica de Donald Trump.
El turismo en Estados Unidos enfrenta una crisis con una caída del 5 % en visitantes internacionales y pérdidas de 64,000 millones de dólares, debido a las políticas y la retórica de Donald Trump.

El turismo en Estados Unidos atraviesa un momento crítico debido al impacto de las políticas y declaraciones del presidente Donald Trump. Según un análisis de Tourism Economics citado por The Washington Post, los viajes internacionales al país han disminuido un 5 % en 2025, lo que se traduce en un fuerte golpe económico para la industria turística. Factores como la imposición de aranceles, la retórica agresiva y las tensiones diplomáticas han llevado a turistas de distintos continentes a reconsiderar sus destinos de viaje.

Las cifras son alarmantes. Se estima que la reducción en la llegada de viajeros internacionales genere pérdidas de 64,000 millones de dólares para el sector. Mientras turistas europeos, asiáticos y latinoamericanos optan por otros destinos, el turismo doméstico tampoco presenta señales alentadoras. La disminución en la confianza del consumidor y la inestabilidad económica han afectado el gasto en viajes internos, lo que agrava aún más la situación de hoteles, aerolíneas y parques temáticos en el país.

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Canadá lidera la reducción de turistas

Canadá, el país que históricamente ha enviado más turistas a Estados Unidos, está protagonizando una fuerte disminución en los viajes. La retórica de Trump en torno a convertir a Canadá en el “estado 51” ha causado indignación entre los ciudadanos, lo que ha impulsado una tendencia de boicot a destinos turísticos estadounidenses.

Los datos reflejan un panorama complejo: la llegada de turistas canadienses ha caído un 15% este año, lo que equivale a una pérdida de 3,300 millones de dólares en ingresos turísticos. Según Statistics Canada, los regresos de ciudadanos canadienses desde EE.UU. descendieron un 23% en febrero, mientras que los vuelos desde territorio estadounidense hacia Canadá experimentaron una reducción del 13%.

Bertha López, una mexicana residente en Toronto, es un claro ejemplo de esta situación. Antes de las recientes tensiones diplomáticas, solía cruzar la frontera para realizar compras y visitar destinos turísticos en Arizona. Sin embargo, ha decidido cancelar sus planes de viaje. “El discurso de Trump me parece ofensivo. No volveré a EE.UU. hasta que la situación cambie”, declaró a The Washington Post.

Los efectos de esta caída se sienten en ciudades fronterizas como Nueva York, Miami y Los Ángeles, donde los turistas canadienses representan una parte fundamental de la economía local. Las pérdidas millonarias preocupan a empresarios del sector, quienes temen que la tendencia se mantenga a largo plazo.

Europa y Asia también optan por otros destinos

El impacto de la retórica y las políticas comerciales de Trump no se limita a América del Norte. En Europa, las amenazas de aranceles de hasta 200 % en productos como vinos y licores han generado descontento, lo que ha llevado a muchos viajeros a reconsiderar sus planes de visitar Estados Unidos.

Jens Muellers, un alemán de 31 años, tenía programado un recorrido por los parques nacionales estadounidenses, pero decidió cambiar su itinerario hacia Canadá. “Me entristece lo que está pasando en Estados Unidos. No regresaré hasta que la situación mejore”, comentó a medios internacionales.

Por otro lado, China, uno de los principales emisores de turistas a nivel mundial, también ha reducido drásticamente sus visitas a EE.UU. El turismo chino ha caído un 11 %, en parte debido a la guerra comercial y a las tensiones diplomáticas que han marcado la relación entre ambos países en los últimos años.

Además de la reducción en el flujo de visitantes europeos y asiáticos, el turismo proveniente de África y Centroamérica también presenta descensos considerables. La inestabilidad en las relaciones bilaterales ha generado incertidumbre en estos mercados, afectando aún más la recuperación del sector.

Un golpe para la industria turística de Estados Unidos

La caída en la llegada de turistas internacionales, sumada a la disminución en los viajes domésticos, ha puesto en jaque a la industria turística en Estados Unidos. Las aerolíneas Delta, Southwest y American Airlines han ajustado a la baja sus proyecciones de ingresos, mientras que cadenas hoteleras y parques temáticos enfrentan una menor demanda.

Jonathan de Araujo, propietario de una agencia de viajes en Florida, expresó su preocupación por la incertidumbre económica. Aunque las reservas a Disney han aumentado un 5%, teme una ola de cancelaciones si la situación financiera empeora. “Cuando hay crisis, los viajes son lo primero que la gente recorta de su presupuesto”, explicó en entrevista con The Washington Post.

Las políticas de Trump ya han afectado el turismo en el pasado. Durante su primer mandato, medidas migratorias y prohibiciones de viaje redujeron los ingresos del sector en 20,000 millones de dólares, según cifras de Tourism Economics. Ahora, con nuevas restricciones comerciales y una retórica más agresiva, el impacto podría ser aún mayor.

Expertos como Sung Won Sohn advierten que la incertidumbre económica aumenta el riesgo de recesión en un 35%, un escenario que podría afectar no solo al turismo, sino a toda la economía estadounidense. Con el gasto del consumidor representando el 70% del PIB, la caída en los viajes podría ser un síntoma de problemas económicos más profundos.