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China es excluida de la industria automotriz de Estados Unidos “por seguridad”: prohíben su tecnología en autos eléctricos

La iniciativa, enfocada principalmente en vehículos de pasajeros, contempla restricciones relacionadas con hardware para el año 2030, lo que tendrá un impacto directo en marcas como Volvo, Polestar y BYD dentro de la industria automotriz.

La administración Biden implementará una prohibición histórica para la industria automotriz: desde 2027, los autos eléctricos no podrán usar tecnología de China o Rusia.Foto: composición LR*AFP
La administración Biden implementará una prohibición histórica para la industria automotriz: desde 2027, los autos eléctricos no podrán usar tecnología de China o Rusia.Foto: composición LR*AFP

El gobierno de Joe Biden ha anunciado una medida crucial para la industria automotriz: a partir de 2027, se prohibirá el uso de software y hardware de origen chino o ruso en vehículos eléctricos y conectados. Esta decisión tiene como objetivo fortalecer la seguridad nacional, evitando posibles accesos no autorizados a información sensible a través de dispositivos incorporados en los automóviles, como cámaras, micrófonos y sistemas de geolocalización GPS.

La medida forma parte de una estrategia más amplia para fortalecer la competitividad de la industria automotriz nacional, fomentar la producción local de tecnologías críticas y reducir la dependencia de proveedores extranjeros, especialmente de aquellos considerados adversarios estratégicos. El Departamento de Comercio ha subrayado la importancia de garantizar que la cadena de suministro automotriz esté alineada con los intereses de seguridad nacional, promoviendo al mismo tiempo la innovación y el desarrollo tecnológico dentro de Estados Unidos.

En septiembre, Estados Unidos impuso un arancel del 100% a los autos eléctricos fabricados en China. Foto: BYD

En septiembre, Estados Unidos impuso un arancel del 100% a los autos eléctricos fabricados en China. Foto: BYD

EE. UU. prohíbe vehículos eléctricos con tecnología china y rusa

El Departamento de Comercio de Estados Unidos detalló que la prohibición será gradual. Los vehículos electricos no podrán usar software desarrollado en China o Rusia a partir de 2027, mientras que la restricción de hardware entrará en vigor en 2030. Además, la normativa se aplicará únicamente a vehículos de pasajeros con un peso menor a 10.001 libras (4.536 kg), aunque se espera que en el futuro incluya también camiones y autobuses.

Entre las marcas afectadas se encuentran fabricantes como Volvo y Polestar, que forman parte del grupo chino Geely, así como BYD, una de las compañías líderes en vehículos eléctricos con presencia en California. Sin embargo, Tesla, que exporta vehículos desde su planta en Shanghái, también podría enfrentar desafíos si las restricciones se amplían.

Fabricantes como Volvo, Polestar (ambas controladas por el grupo chino Geely) y BYD podrían verse afectados por esta medida. Foto: AFP

Fabricantes como Volvo, Polestar (ambas controladas por el grupo chino Geely) y BYD podrían verse afectados por esta medida. Foto: AFP

¿Cómo afecta la prohibición de tecnología china y rusa a la industria automotriz?

La exclusión de la tecnología china y rusa podría redefinir la dinámica global de la industria automotriz. Por un lado, Estados Unidos busca fortalecer a sus fabricantes locales, pero también enfrenta el desafío de cubrir las brechas que dejará la salida de proveedores tecnológicos extranjeros.

El impacto es evidente en la aceleración de proyectos clave, como el desarrollo de chips de inteligencia artificial (IA) y sistemas de software autónomo. Biden firmó recientemente una orden ejecutiva para aumentar la inversión en infraestructura de IA, asegurando que será una tecnología que "definirá el futuro".

Sin embargo, China, que lidera la producción de autos eléctricos, calificó estas restricciones como una "violación flagrante" de las normas de comercio internacional. La medida no solo afecta a los fabricantes chinos, sino que también pone en evidencia las tensiones entre ambas potencias por el control de mercados estratégicos.