Domingo

Peruanos que dan vida a superhéroes

Diego Olórtegui, Christian Rosado y Luis Morocho son tres de los más destacados dibujantes de cómics del país y su talento los ha llevado a trabajar con compañías tan grandes como Marvel, DC o Dark Horse. Esta semana conversamos con ellos sobre la experiencia de haber traspasado fronteras con su trabajo.

De izq. a der. Christian Rosado, Diego Olórtegui y Luis Morocho. Foto: Antonio Melgarejo
De izq. a der. Christian Rosado, Diego Olórtegui y Luis Morocho. Foto: Antonio Melgarejo

Cuando llegamos a la cita, ya Luis Morocho, Christian Rosado y Diego Olórtegui están conversando animadamente e intercambiando impresiones sobre los últimos trabajos que cada quien ha hecho para editoriales de otros países y sobre todo de Estados Unidos, el corazón del cómic mundial. En la mesa de centro, cómics como Aquaman The Becoming, The New Golden Age, The Saints y algunos más, llaman la atención con sus páginas coloridas e hiperrealistas.

Los tres son exitosos dibujantes peruanos que han realizado -y realizan- trabajos para las compañías de cómics más importantes del mundo, como Marvel, DC, Dark Horse o Dynamite. Hoy están en las ligas mayores de las historias de superhéroes, pero cada quien hizo su camino con mucho talento y no poco esfuerzo. “La historia ha sido diferente para cada uno. Cada quien llegó de manera distinta”, dice Luis.

El primero que logró ser convocado por una de estas poderosas compañías fue Diego Olórtegui. Siempre fue un excelente dibujante y en 2015, casi por diversión, publicó en sus redes sociales una historia de varias páginas de Superman, con un guion que había encontrado en Internet. Lo vio un cazatalentos de Marvel y lo convocó para dibujar a X-Men y a Star-lord.

 De Diego Olórtegui: Aquaman The Becoming, de DC, y Black Hammer Visions, de Dark Horse. Foto: DC

De Diego Olórtegui: Aquaman The Becoming, de DC, y Black Hammer Visions, de Dark Horse. Foto: DC

“Después de eso me dieron mis primeros trabajos. Hice varios títulos con ellos”, cuenta. Para Luis, en cambio, las cosas no fueron tan rápidas. Durante años dibujó historietas en el Perú y creó un superhéroe conocido en Lima: El Guachyman. Cada cierto tiempo enviaba mails con sus dibujos a distintas compañías. Hace unos años empezó a trabajar con editoriales españolas y el 2022 llegó, por fin, la llamada de Marvel que esperaba. Dibujó una historia de Spiderman (Miles Morales) en el número 1 de Marvel Voices Comunidades, que fue escrito y dibujado totalmente por artistas latinos.

Christian empezó como dibujante publicitario y poco a poco fue migrando al cómic. En el Perú dibujó a Arcángel -un personaje creado por Javier Arévalo para el proyecto Kachina Comics- y durante la pandemia fue contactado por un agente español que vio su trabajo en redes y quería representarlo. Aquí una anécdota: fue Luis Morocho quien colgó su trabajo en un grupo de dibujantes españoles en el que estaba y ahí lo vio el cazatalentos español. Ahora Christian trabaja para para editoriales grandes como Dark Horse o Dynamite. “Como en el fútbol, debo recibir un porcentaje de lo que recibas”, bromea Luis.

Sentados en la sala del departamento de Christian, cuentan que trabajar para editoriales grandes implica un nivel de exigencia mayor. Diego dejó Marvel y ahora trabaja para DC, la casa rival. Ha cumplido el sueño de cualquier artista del cómic. Para DC ha dibujado Aquaman The Becoming, The New Golden Age, y ahora está dibujando a Flash para una próxima entrega. Le preguntamos, medio en serio medio en broma, por qué siempre para apretado de tiempo.

 De Christian Rosado: Vampirella Rage Drácula, de Dynamite, y The Saints de Allegiance Arts. Foto: Allegiance Arts

De Christian Rosado: Vampirella Rage Drácula, de Dynamite, y The Saints de Allegiance Arts. Foto: Allegiance Arts

“La exigencia existe, el tiempo para trabajar un cómic en estas editoriales es de unas cinco semanas. Para mí la demora o el estrés no es tanto por eso, sino por mi modo de trabajo. En mi caso le doy bastante detalle a mis dibujos, eso me exige trabajar desde muy temprano hasta la madrugada”, explica.

Lucho interviene: “Cuando (Diego) nos muestra sus viñetas decimos: mira la cantidad de líneas que está metiendo”. Christian agrega: Yo siento que le puedo escribir a Diego a las cuatro de la mañana: Oe, ¿estás chambeando?” Y él responde: Sí. (Carcajadas de los tres).

Christian por su parte está dibujando actualmente a la legendaria Vampirella para la editorial Dynamite y antes hizo Skull and Bones, una historia de piratas, para Dark Horse. Luis, por su parte, está trabajando con editoriales independientes como Scholastic, que tiene los derechos de Harry Potter, y ha terminado el comic Pistol Shrimp, que como su nombre indica es un camaron pistolero en el viejo oeste. “Eso ha sido un vacilón”, dice. Marvel le ha dicho que esperan seguir contando con él.

 De Luis Morocho: Marvel Voices Comunidades, de Marvel, y La Cábala Pinkerton de ECC. Foto: Marvel

De Luis Morocho: Marvel Voices Comunidades, de Marvel, y La Cábala Pinkerton de ECC. Foto: Marvel

Los tres también cuentan que intercambian viñetas por correo o whatsapp -tienen un grupo que se llama ‘Un dibujante se balanceaba’- y se respetan y admiran mutuamente.

“Admiro su trabajo y tengo la suerte de contar con su amistad. Cuando envían algo me quedo mirando largo rato y puedo preguntar cómo hacen las cosas. Tengo una posición de lujo respecto a mucha gente que seguro quisiera preguntarles cosas a los dos”, dice Lucho. “Compartir con ellos siempre es una reatroalimentación. Veo sus trabajos y me dan ganas de dibujar. Porque te motiva. Veo su chamba y es inspirador. Digo: que paja su página. Yo no lo voy a hacer así (risas), pero me hace sentir con animos de dibujar”, dice Christian. “Yo también admiro su chamba. Me fijo mucho en la disposición de la página, la acción y los gestos de los personajes”, comenta Diego.

A diferencia de las editoriales grandes para las que trabajan, en Perú no hay una industria fuerte del cómic. “No hay editoriales que apuesten por el cómic nacional, con algunas excepciones. Uno tiene que autogestionarse para sacar su historieta”, dice Christian y recuerda a Kachina Comic como un gran esfuerzo en el que estuvo. Luis Morocho dice que no hay industria porque un proyecto serio tendría que sostener un escritor, un dibujante, un colorista, un letrista, y otros empleados. “Toda una estructura de trabajo que se debe pagar y no se puede”.

“Aquí tu das un precio y se asustan”, dice. Diego interviene: “Aquí dices: cobro por página. Y te dicen: eso pensaba pagar por todo el cómic”. Todos vuelven a reír a carcajadas.

Luis, Christian y Diego participarán en el encuentro “Jornadas de la historieta Perú-España” -del 7 al 10 de setiembre- organizado por Hernán Migoya en el Centro Cultural de España. Estarán en el conversatorio Cómic de superhéroes peruanos: la fantasía se hizo realidad. A propósito de eso, Luis es creador de El Guachyman, Christian está desarrollando su personaje El Ninja Andino y Diego tiene dos guiones sobre personajes sobre los que no da mucho detalle. Por lo pronto seguirán dibujando superhéroes o villanos para el consumo de fanáticos en todo el mundo.