El cambio climático podría cambiar las ubicaciones de los polos geográficos de la Tierra, según estudio científico
Investigadores de la ETH de Zúrich revelan que las actividades humanas superan el impacto de procesos geológicos naturales en la modificación del eje terrestre y la ubicación de los polos.
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El cambio climático no solo está alterando temperaturas y patrones meteorológicos: ahora también está afectando la orientación física del planeta. Un estudio reciente publicado en Geophysical Research Letters advierte que el derretimiento acelerado de los glaciares en Groenlandia y la Antártida, junto con la extracción masiva de aguas subterráneas, está redistribuyendo tanta masa terrestre que podría modificar la ubicación de los polos geográficos de la Tierra.
Según las proyecciones del equipo científico, el polo norte geográfico podría desplazarse hasta 27 metros hacia el oeste antes de que finalice este siglo. Este fenómeno, que hasta ahora se creía impulsado solo por procesos naturales como los movimientos del manto terrestre o la última Edad de Hielo, plantea nuevos desafíos para los sistemas de navegación satelital.
¿Qué es lo que plantea el estudio científico?
El deshielo acelerado en Groenlandia y la Antártida, junto con la redistribución de la masa oceánica por el planeta, podría provocar un desplazamiento significativo en los polos geográficos de la Tierra. Según la investigación publicada en Geophysical Research Letters, este desplazamiento, impulsado por el cambio en el eje de rotación terrestre, tendría consecuencias directas en los sistemas de navegación por satélite y en las trayectorias de las misiones espaciales, según advierten los científicos.
Aunque muchos de estos movimientos son naturales y se deben a variaciones atmosféricas, corrientes oceánicas e interacciones internas entre el núcleo y el manto, el nuevo estudio liderado por expertos de la ETH de Zúrich demuestra que las actividades humanas también están influyendo. Los investigadores concluyen que el cambio climático podría modificar la orientación física de forma sin precedentes.
Estas fueron las proyecciones presentadas en el estudio
Las proyecciones científicas más recientes indican que el Polo Norte podría desplazarse más de 27 metros hacia el oeste para el año 2100 si continúan los altos niveles de emisiones de gases de efecto invernadero. Incluso en un escenario optimista, el movimiento alcanzaría hasta 12 metros respecto a su posición en 1900. Este cambio geográfico está directamente vinculado al derretimiento acelerado de las capas de hielo en Groenlandia y la Antártida, que representa el mayor factor de alteración en la distribución de la masa terrestre.
Según explicó Mostafa Kiani Shahvandi, coautor del estudio y científico de la Universidad de Viena, el impacto actual supera incluso al causado por el ajuste isostático glacial, un fenómeno natural mediante el cual la Tierra se eleva tras el derretimiento de los antiguos glaciares.
Durante las edades de hielo, la corteza terrestre se hundía por el peso de los glaciares y se recuperaba lentamente al desaparecer, alterando así la ubicación de los polos. Sin embargo, ahora se estima que las actividades humanas están modificando la orientación del eje terrestre a una escala mayor que los propios procesos geológicos milenarios.