Un soldado muerto y siete heridos en ataques del ELN en el noreste de Colombia
Un soldado murió y otros siete resultaron heridos el viernes en dos ataques del Ejército de Liberación Nacional (ELN) registrados en la región colombiana del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, un día después de una visita del presidente Gustavo Petro a la zona.
"A esta hora son atendidos en un centro médico (...) seis militares que resultaron heridos en zona rural de Tibú (departamento de Norte de Santander), por el grupo armado organizado ELN. En este acto demencial nuestro Soldado Profesional José Daniel Reyes Urda fue asesinado", aseguró el viernes el ejército colombiano en una publicación en la red social X.
Las Fuerzas Militares informaron también que otro soldado en el municipio aledaño de Convención "resultó herido por la acción de un francotirador".
Los ataques se dan un día después de que el presidente izquierdista Gustavo Petro visitara la zona para presentar un plan de "transformación del territorio" que incluye inversiones en educación, salud e infraestructura en la región de Colombia con mayor concentración de narcocultivos, según la ONU.
De origen guevarista, el ELN ejecuta desde mediados de enero una arremetida violenta en el Catatumbo que deja al menos 76 muertos y 55.000 desplazados, según cifras oficiales.
El ambicioso plan gubernamental para la región se da en medio de un estado de "conmoción interior" vigente desde enero y contempla una inversión de 2,7 billones de pesos (unos 670 millones de dólares) con el fin de erradicar unas 25.000 hectáreas de cultivos de hoja de coca.
"Vamos en camino hacia la paz", dijo Petro en una breve declaración a medios el jueves en el municipio de Tibú.
Colombia atraviesa su más grave ola de violencia en la última década, con distintos focos en el noreste y suroeste del país.
La escalada pone en jaque la apuesta del gobierno de lograr el desarme de todos los grupos armados para desactivar un conflicto interno de seis décadas.
El viernes, en otra región cocalera del suroeste del país conocida como el Cañón del Micay, disidentes de la extinta guerrilla de las FARC retuvieron a 29 policías y soldados, en reacción a una operación militar en la zona y tras violentos enfrentamientos entre pobladores del sector y la fuerza pública.
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