Lula dice estar "totalmente recuperado" tras cirugía en la cabeza
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo este lunes estar "totalmente recuperado" casi seis semanas después de ser operado de urgencia por una hemorragia intracraneal.
"Estoy totalmente recuperado", dijo Lula durante una reunión con su gabinete, en la que además destacó que no llevaba el sombrero que lució en público desde que salió del hospital el 15 de diciembre, para ocultar su cicatriz.
"Ni siquiera estoy usando sombrero para mostrar que mi cabello va a quedar mejor que el del (vicepresidente Geraldo) Alckmin", bromeó el mandatario, de 79 años.
Lula fue operado de urgencia en Sao Paulo la noche del 9 al 10 de diciembre para drenar un hematoma causado por un sangramiento relacionado a un accidente que sufrió en octubre, cuando se golpeó en la nuca al caerse en el baño de su residencia oficial.
Tras salir del hospital, retomó su rutina. Entre otras actividades, el 8 de enero presidió un acto de conmemoración del asalto a las sedes de los poderes públicos en Brasilia en 2023, por simpatizantes del exmandatario ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022).
Pero este nuevo problema de salud, luego de un cáncer de laringe en 2011 y una operación de cadera en 2023, planteó dudas sobre su capacidad de hacer campaña y presentarse a las presidenciales del próximo año, como aliados y opositores afirman es su intención.
El referente de la izquierda latinoamericana dijo este lunes que el 2026 "ya comenzó", y que su gobierno debe cumplir todos los proyectos que todavía no puso en práctica. "No podemos fallar".
"Mi causa es que no permitamos de ninguna manera que este país regrese al horror que fue el mandato de mi antecesor (Bolsonaro), para garantizar que la democracia va a prevalecer", afirmó.
"Queremos elegir un gobierno para continuar el proceso democrático", añadió. "No queremos entregar este país de vuelta al neofascismo, al neonazismo, al autoritarismo".
Lula, que ya gobernó Brasil entre 2003 y 2010, enfrenta críticas por su gestión económica, luego de que la inflación de 2024 cerrara por encima de los objetivos oficiales y el dólar superara la barrera de los seis reales.
Brasil comenzó el nuevo año atrapado por una avalancha de desinformación en redes sociales, explotada por la oposición de derecha, que forzó al gobierno a revertir una nueva medida económica para monitorear las transacciones en una popular plataforma digital de micropagos.
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