En Lima, Trujillo y otras ciudades: Familias se desangran a manos de los extorsionadores
Transportistas, empresarios y comerciantes fueron asesinados en las últimas semanas. Es una peligrosa escalada contra los hogares y contra los sueños de padres e hijos. Paul, Martín, Juan Carlos, Rosa, Roxana, Nolberto y su hijo Johnny, no son solo nombres y estadística, sino historias de dolor e incertidumbre.
- Tragedia en Antamina: identifican posibles negligencias tras muerte de gerente aplastado por enorme camión minero
- Detienen a tres agentes del INPE por presunta complicidad en la fuga de un interno del penal de Lurigancho

Lima y Trujillo son las zonas más afectadas por el delito de extorsión, según datos de la Policía. Por eso, el Gobierno tomó la decisión de declararlas en estado de emergencia. En el caso de la segunda, la medida rige desde hace más de un año. Pero la delincuencia sigue cobrando vidas a diario y a estas alturas está claro que la medida resulta insuficiente.
Esto se refleja no solo en estadísticas, sino en el drama humano, en el dolor de familias, en las historias de Paul, Martín, Juan Carlos, Rosa, Roxana, Nolberto y su hijo. Sus asesinatos muestran que en el Perú la violencia ha llegado a niveles críticos.
“Dejan a una familia destrozada”
Paul López Estabridis era padre de dos señoritas y transportista desde hace 25 años. A fines de marzo retomó sus actividades en Acuarius S.A.C., tras ausentarse por problemas de salud. El 2 de abril salió de su paradero para iniciar su ruta; sin embargo, a unas cuadras, en San Martín de Porres, fue alcanzado por sicarios en moto. Las balas impactaron en su cuerpo y la unidad acabó chocando contra una vivienda. Falleció en el acto, pese al esfuerzo de los pasajeros por auxiliarlo.

Roxana Campos fue asesinada en Guadalupe, La Libertad. La balearon a plena luz del día.
Al enterarse, sus compañeros de la empresa señalaron que el ataque estaba relacionado con las amenazas que recibía. “Nos pedían 20.000 mensuales por cada unidad, y ya después nos dijeron que paguemos 20 soles diarios, si no empezarían a matarnos.

PUEDES VER: Motociclistas que no usen cascos autorizados ni chalecos con número de placa serán multados con S/428
Dos días después, asesinaron a Paul”, dijo una cobradora. Sus familiares señalan que jamás contó en casa que la empresa era extorsionada: “Seguro lo hacía para no preocuparnos, ya le habíamos pedido que deje esto, teníamos miedo de las balaceras contra transportistas”.
Edgardo, hermano del occiso, pidió que cesen los ataques y que no haya más hogares de luto. “Quiero pedir que mi hermano sea el último asesinado por estos malditos. Dejan una familia destrozada. Sin Paul, no somos nada. No sé qué haremos. Él no se metía con nadie”.
“Maldita delincuencia”
Martín Alfredo Arteta Díaz era un empresario generoso y un padre de familia, de 61 años, que durante mucho tiempo intentó consolidar sus negocios para sacar adelante a sus tres hijos. Pero la sombra de la extorsión no lo dejaba avanzar en sus planes.

Nolberto Vásquez y su hijo Johnny fueron asesinados en una zona rural de La Libertad por no pagar cupos.
Desde hace diez años, cuando era administrador de la discoteca Fogata, Martín empezó a recibir mensajes extorsivos. Al principio, cedió y pagó cupos a cambio de seguridad. Tras la pandemia, cerró el negocio y se reinventó comenzando en la venta de licores. Pensó que se había librado de los delincuentes, pero, a fines del año pasado, los mensajes amenazantes lo obligaron a cerrar nuevamente las puertas.
La necesidad de trabajar lo llevó a reabrir hace unos meses. Nuevos delincuentes se comunicaron con él y exigieron sumas exorbitantes. Entonces, volvió el miedo.
“Este sábado no quiero que estén los de seguridad porque te vuelo tu quiosco, ya sabes, apenas los veo, los vuelo. Están avisados”, decía uno de los mensajes que llegó acompañado de la foto de una granada de guerra.
La noche del viernes 21 de marzo, los criminales actuaron. Arteta estaba al frente de su negocio de licores. Un sujeto con gorra y polo blanco pasó a su lado, sacó un arma y disparó. Varias balas impactaron en su espalda y torso.
“Nuestro país se está yendo a un pozo sin fondo. Cada vez hay más delincuentes que usan los nombres de extorsionadores conocidos, como el Monstruo, para sembrar terror. Queremos que atrapen a esos delincuentes y reciban una condena severa. No los dejen libres, por favor”, exigió Dante Valdiviezo, excuñado del empresario, ante La República.
PUEDES VER: Jefe del INPE renuncia por fuga en Lurigancho y crisis carcelaria
Amigos y familiares lo han despedido en sus redes sociales. “Lamento tanto tu partida, ¡maldita delincuencia! ¿Hasta cuándo?”, dijo uno de ellos.
Venganza criminal
Juan Carlos Sánchez Oviedo (48) era un padre de familia que trabajaba como inspector de transporte en la Municipalidad de Los Olivos. Además, por ser el sustento de su hogar, con gemelos de 6 meses y un niño de 3 años, salía con su mototaxi por las tardes.
Lamentablemente, hace 15 días, la empresa en la que laboraba empezó a recibir mensajes firmados supuestamente por el Loco Aroni y ‘La Gran Familia’ exigiéndoles 20.000 soles y 3 soles diarios a cada uno de los 80 mototaxistas de la asociación.

PUEDES VER: Dictan seis años de prisión al alcalde de Comas, Ulises Villegas, y a exfuncionarios municipales
Los compañeros de Juan Carlos salieron el 25 de marzo a denunciar estas amenazas. Al hacerse esto público, los extorsionadores no dudaron en la venganza. El 26 de marzo, a eso de las 9:00 p.m., acabaron con la vida de Sánchez cuando iba con su unidad por el jr. Río Ucayali con el pasaje Parinacochas, en Los Olivos.
“Me comentan que había realizado un servicio desde la urbanización Villa del Norte. Cuando llegó al destino, bajó el supuesto pasajero y le disparó hasta cuatro veces, para luego huir”, indica un amigo del occiso.
Ante lo ocurrido, la mayoría de sus colegas mototaxistas han optado por no salir a trabajar por la zona. “De esta empresa, solo está trabajando el 70% por temor”, contó un allegado.
También dijo que los que están saliendo han tenido que someterse a pagar cupos. “Hemos tenido que pagar, no nos queda de otra. Si no pagamos, ¿quién nos protege? Usted ha visto lo que ha pasado con el compañero”, comenta.
La matan y lo graban
Pero la delincuencia no descansa. Una combi de la línea 505 fue baleada la noche del 26 de marzo, cuando terminaba su ruta por la av. Los Virreyes en Santa Anita. Los extorsionadores, en moto, dispararon a la unidad y grabaron el ataque mientras gritaban “pónganse al día, esto es para que se alineen”. Luego, difundieron su clip en las redes para sembrar terror entre los transportistas.
El chofer Elvis Roldán Cabezas recibió dos disparos y su pareja, Rosa Carmen Castro, que iba de cobradora, resultó herida y murió camino al hospital.

Elvis Roldan y su esposa que lo ayudaba como cobradora, fueron baleados en Santa Anita.
Los delincuentes luego enviaron un mensaje a los otros transportistas, exigiéndoles el pago de 30 soles al día para que circulen, y de no hacerlo, continuarían con los homicidios.
“Este comunicado es para los de la línea 505, el pago es de 30 soles diarios, si no estás dispuesto a pagarlo, pues deja el paradero para siempre porque estoy dispuesto a seguir con los homicidios. Por cada homicidio, subo 10 soles. Somos la familia del D.E.S.A.”, advierten en el comunicado.
“Por no negociar, los mataron”
Nolberto Vásquez Espinoza era un adulto mayor de 71 años, que buena parte de su vida trabajó en la venta de maíz a las agroindustrias. Hace unos meses decidió comenzar un proyecto inmobiliario con su hijo Johnny. En marzo empezaron a recibir mensajes amenazantes.

PUEDES VER: Nuevo aeropuerto Jorge Chávez: circulación de camiones en Morales Duárez llegaría a su fin por norma
“El 7 de marzo nos llega una amenaza (a la familia) en la que nos pedían 2 millones de soles. Después dijeron: nos das 50.000 soles o atente a las consecuencias. No vamos a negociar con los delincuentes, dijo mi padre”, relata uno de los hijos de Nolberto. Ante la negativa, el 21 de marzo, Nolberto y su hijo Johnny fueron asesinados a la altura del km 583 de la Panamericana Norte, La Libertad. El progenitor recibió 17 impactos de bala; la joven víctima, 10.

El mototaxista Juan Carlos Sánchez fue asesinado por un falso pasajero en Los Olivos.
“Eran unas personas correctas, no les gustaba meterse con nadie. Yo aprendí muchas cosas de él a lo largo de los años. Nunca le gustó quedarse con nada de nadie ni deber (dinero). Por no negociar con esos delincuentes, los mataron”, dijo un dolido familiar.
Pareja de comerciantes atacados
Roxana Campos Lozano (47) era una comerciante que trabajaba desde hace más de una década en el mercado de Pakatnamú, distrito de Guadalupe, en La Libertad.
La empresaria y su esposo fueron atacados a tiros a inicios de marzo y todo ocurrió a plena luz del día, cuando se encontraban en su puesto donde vendían carne. El atentado le costó la vida a la madre de familia y su pareja resultó con una herida en el brazo.
Roxana Campos era conocida por sus vecinos como una mujer emprendedora y siempre dispuesta a apoyar. Una fuente, que prefirió el anonimato, comentó que es muy común que los comerciantes de este centro de abastos paguen cupos a las bandas criminales que les extorsionan. “Aquí, en esta parte, extorsionan a todo el mundo. La mayoría paga por temor, por miedo”, detalló.