Política

Monseñor Cabrejos: Bertomeu nos informó de la decisión del Papa Francisco de suprimir el Sodalicio de Vida Cristiana

En exclusiva para La República, el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Miguel Cabrejos, espera que muy pronto les llegue la notificación oficial que deberá incluir los alcances de la disolución del Sodalicio. Señala que ellos informaron lo que ocurría desde el 2015.

Monseñor Miguel Cabrejos
Monseñor Miguel Cabrejos

-Monseñor, culmina su gestión en un momento en que todos los reflectores están en la anunciada disolución del Sodalicio de Vida Cristiana ¿Ya les informaron formalmente sobre esa decisión?

-Justamente en la tarde del 20 de enero, los obispos reunidos en la asamblea plenaria, nos hemos encontrado con monseñor Jordi Bertomeu, que como todos saben ha sido enviado por el Santo Padre, para que nos informen sobre el Sodalicio de Vida Cristiana. Un segundo punto muy importante, que no es nada nuevo, es que a partir de la constatación de la falta de un carisma fundacional, y esto la Conferencia Episcopal lo viene repitiendo años y años atrás; entonces, frente a la falta de un carisma fundacional con el señor Luis Fernando Figari y, además de eso hemos escuchado las causas, los pormenores y las consecuencias de este acontecimiento para las diócesis del Perú y de la decisión del Papa Francisco, que ya es conocida, de suprimir dicha sociedad de vida apostólica.

-¿Ya es oficial entonces?

-No, no, por eso digo que son las decisiones del Papa Francisco de suprimir dicha Sociedad de Vida Apostólica. Entonces, voy a esto que es fundamental, por favor. En este contexto se nos ha pedido esperar las notificaciones escritas, o sea, ahí se escucha, que en Aparecida salió, se escucha por todo sitio, en la prensa, pero como tú comprenderás, como Conferencia Episcopal oficialmente necesitamos tener el decreto escrito o los decretos escritos. Nosotros decimos las notificaciones escritas con todos sus alcances. Esto todavía no lo tenemos. Y yo estoy haciendo esta declaración porque los obispos, estamos en asamblea, y una asamblea soberana, y me han pedido decir al menos algo a la prensa, no para tranquilizar sino porque entendemos el interés, la inquietud que hay sobre este caso. No tenemos todavía las notificaciones escritas con todos sus alcances. Pero se nos ha confirmado la firme voluntad de acompañar y reparar en justicia a todas las víctimas del Sodalicio y (estamos) a la espera del desarrollo de los acontecimientos en los próximos días. Los obispos solicitamos al comisario apostólico que transmitiera también cuanto antes al Papa Francisco nuestro agradecimiento por esta valiente decisión. Ciertamente que es muy valiente el Papa. También manifestamos nuestro pleno apoyo por el encargo que el Papa ha encomendado al Padre Jordi. También hemos indicado que la CEP colaborará en ayudar y proteger toda la misión. La misión Bertomeu no ha concluido. Pero tenemos que decir otra de las grandes verdades, y es que la Comisión de Scicluna-Jordi es una secuencia de informes que ya hace tiempo la Conferencia Episcopal ha hecho.

-¿Esos informes ustedes los mandaron?

-Hace años me entrevistaste, porque decían, ¿por qué el silencio en la Conferencia? Nosotros ya tenemos un documento. Es toda la actuación de la conferencia, a lo largo de muchos años. Y por eso decimos, la Comisión Scicluna-Jordi Bertomeo es como una secuencia de lo que ya antes ha venido haciéndose y diciéndose. Este documento en su momento, vamos a pedir la autorización del Santo Padre para que sea público. Él es el único que puede autorizar que esto sea de conocimiento público.

-¿Y de qué año es ese documento?

Viene desde el 2015. Ahí hay una recopilación de cartas, documentos, manifestaciones, desde el 2015; toda la actuación, hasta el día de hoy. Pero este documento no ha sido público, porque son cosas que van directamente a la Santa Sede, pero estamos pidiendo que el Santo Padre autorice que se haga público y será público todo, pero va unido también a la decisión ya, como hemos dicho, de la supresión del Sodalicio y que estamos esperando las notificaciones escritas. Es muy importante, porque la Iglesia no actúa solamente así, de viva voz. La supresión de una entidad sí tiene que ser producto de decretos, de testimonios escritos, ¿no? Eso es importante que también ustedes sepan y conozcan,

-¿Y eso tardará mucho? ¿estamos hablando de días, semanas?

 Bueno, ¿qué te puedo decir? Ojalá que sea pronto. Ese es mi anhelo, que sea pronto, rápido, y que así las víctimas también puedan ser resarcidas en todo sentido, financieramente, psicológicamente, todos los elementos propios de un resarcimiento, ¿no? Y en eso la conferencia queda clarísimo todo el apoyo a la decisión del Santo Padre y de la comisión que tiene que colaborar y ayudar, ¿no?

-Ya es una decisión tomada, no hay marcha atrás en eso, ¿no?

Ya te he dicho muy claro. Ya hay un sentir, esperamos la notificación escrita. Esta es la clave de todo.

-¿Y esa notificación la firma mismo Papa? ¿Hay un órgano especializado?

Un decreto solamente el Santo Padre puede hacerlo. Por eso es que decimos que agradecemos y apoyamos.

-Cuando usted me dice que van a apoyar a las víctimas, ¿de qué tipo de apoyo estamos hablando, monseñor?

De todo tipo de apoyo, claro. Hay un apoyo, creo que también está conocido, dicho que se tiene que resarcir económicamente, financieramente. También hay tantas situaciones psicológicas, afectivas. Es todo lo que concierne a una reparación. La conferencia, como hemos dicho anteriormente, su sede en la Arquidiócesis de Lima. La Iglesia tiene un esquema, una forma, tiene un derecho, por decir, una sistematización. Y el Sodalicio está fundado en Lima. Y de derecho diocesano pasó a derecho pontificio. Entonces, tiene mucho que ver con la Arquidiócesis de Lima. Bien, esto es lo que te podría decir. Por favor, creo que no más. Esperemos la notificación

-¿Qué pasará con las empresas y centros educativos, los cementerios del Sodalicio? ¿Pasarán a otra orden?

Ni yo sé. Por eso te digo, tenemos que esperar el decreto, las notificaciones con todos los elementos. Porque si no comenzamos a elucubrar, a imaginar. Necesitamos el documento escrito para saber todos los alcances.

-¿Todo esto va a estar en la notificación?

Ojalá que salga pronto. Para mí es de todo…en la notificación. Ahí sale todo, sale todo, debe de salir todo. Esperamos. Muy bien. Yo quería mencionar algo de Trujillo, si te parece.

-Claro, usted es obispo de Trujillo, ¿no?

Es muy triste, muy lamentable lo que ha pasado. Con ese, vamos a decir, ese coche bomba que ha explosionado frente a la Fiscalía. Y te quiero decir dos criterios, un poco fuertes, pero que es una cruda realidad. Primero, yo no soy experto, pero como arzobispo de Trujillo conozco más o menos toda la población, la gente, la parte de la sociedad, y creo que no hay una política auténtica y efectiva de seguridad ciudadana. Porque es un tema de seguridad ciudadana. Muy triste, pero es real. Hay que hacer un mea culpa. Segundo criterio: Los resultados muestran que no hay una labor eficiente de inteligencia. Probablemente hay labor de inteligencia, pero no hay una labor eficiente de inteligencia para identificar a las mafias que producen estos atentados, que nos hacen recordar muy tristemente los tiempos del terrorismo.

-¿Y no pasa solo en Trujillo, monseñor, sino a nivel nacional. En Lima, usted ha visto que hay índices de los crímenes muy altos. ¿Qué llamado haría usted a, en este caso, a la presidenta, al ministro, que son los responsables?

Mira, el tema, yo no quiero politizarlo, porque creo que no debemos politizar las cosas, pero creo que a la sociedad entera, a todos, porque también hay una corresponsabilidad. No solamente debemos hablar de responsabilidad, sino de corresponsabilidad. Nos falta ese respeto por la vida, la vida del otro, sea quien sea. Y necesitamos, también necesitamos de Dios, de cierto espíritu en nuestra vida.  Y también hay otra gran verdad. Pensamos que las cosas se pueden solucionar violentamente, drásticamente, y las cosas no necesariamente tienen que solucionarse así. Somos seres humanos, podemos dialogar, podemos conversar, pero no de esa manera, violenta, matando, quitando la vida.