Los Charip: Autodefensas wampis contra la minería ilegal
Alerta. Los voluntarios Charip, relámpago en wampis, son la única línea de defensa frente a la minería ilegal de este pueblo indígena en Condorcanqui, Amazonas. Amenazados por los ilegales y sin presencia policial en Río Santiago, fabrican sus propias armas y se organizan para defenderse. La minería ilegal no solo contamina sus territorios, también divide a sus comunidades.
Por: María Goreti y Paul Tuesta (Convoca.pe)
Ulises Sinhuani, lanza en mano, recuerda el día en el que los Charip, guardianes del territorio indígena wampis, detuvieron en el río Santiago una lancha en la que viajaban cinco mineros ilegales ecuatorianos y dos policías peruanos. Escoltaban dos motores de gran tamaño, destinados a la minería ilegal que opera en la frontera entre Perú y Ecuador, en la provincia de Condorcanqui.
“Atrapamos a unos policías escoltando mineros”, explica a Convoca Sinhuani, vicepresidente de los Charip, relámpago en wampis, “Son vigilantes de la patria peruana, pero están envueltos la corrupción de la minería ilegal”, cuenta sobre esta detención, que tuvo lugar el 18 de abril de 2024.
La entrega de los mineros y los policías a las autoridades peruanas fue la primera victoria de los Charip, un grupo de autodefensas creado con el apoyo del Gobierno Territorial Autónomo Wampis, una entidad que representa y agrupa a los integrantes de este pueblo indígena.
La nación Wampis se extiende a lo largo de más de 1 millón 300 mil hectáreas en los distritos de Río Santiago (Amazonas) y Morona (Loreto). Sus 22 comunidades tituladas viven asediadas por la minería ilegal.
Convoca.pe recorrió el río Santiago desde Nieva hasta Villa Gonzalo y documentó la presencia de enormes dragas a lo largo de todo este recorrido, tanto en el cauce del río como en sus orillas, operando con normalidad y sin inmutarse por el paso de las embarcaciones de pasajeros.
En el vasto distrito fronterizo de Río Santiago no existe un sólo policía destacado y la comisaría más cercana se encuentra en Santa María de Nieva, a más de 6 horas en bote. Esta situación deja a las comunidades wampis en una situación de seguridad especialmente vulnerable y las obliga a organizarse para defenderse frente a actividades ilícitas.
“Los mineros ilegales nos traen divisiones entre hermanos”
Los Charip nacieron el 18 de febrero de 2024 durante una asamblea comunal en la que el pueblo wampis decidió rechazar de manera contundente la minería ilegal en sus tierras y en el río Santiago, la principal fuente de agua de este distrito.
“Charip nació como un niño en una zona pobre, no tenía ni una casa, no tenía una canoa para vigilar, no tenía nada”, recuerda Ulises Sinhuani, vicepresidente de estas autodefensas.
Aunque sus recursos son limitados, Sinhuani asegura a Convoca que su misión es clara: combatir cualquier tipo de minería que amenace el equilibrio social y ambiental de su territorio.
Por sí mismos. Las autodefensas wampis fabrican sus propias armas de forma artesanal. Están integradas por voluntarios, hombres y mujeres, que hacen guardia y patrullan el río Santiago.
Rojas Wachapa, gestor del Gobierno Territorial Autónomo Wampis, explica cómo la minería ilegal rompe el orden social comunitario. “Los mineros ilegales nos traen divisiones entre hermanos”, admite. “Crean divisiones entre comunidades, divisiones entre organizaciones constituidas, divisiones en familias, y esto es un peligro para nuestra supervivencia como pueblo”.
El pasado 10 de octubre, líderes de los Gobiernos Territoriales Autónomos Wampis y Awajún se reunieron con presidentes de diversas comunidades de los distritos de Río Santiago y El Cenepa en la comunidad de Huabal. Durante el encuentro, surgió un tenso debate entre quienes rechazan la minería ilegal y quienes, aunque conscientes de sus impactos, defienden su continuidad argumentando el abandono estatal y la falta de servicios básicos en sus comunidades. Al finalizar la reunión, la mayoría de los asistentes, 68 en total, votó en contra de la minería ilícita, mientras que solo 7 se pronunciaron a favor.
Actualmente, los Charip operan desde la comunidad de Villa Gonzalo, donde disponen de un local comunal y una base que alberga a 10 de sus 30 miembros, quienes se turnan para realizar labores de vigilancia, a menudo sin remuneración.
Equipados con lanzas y escopetas artesanales, los Charip suplen la falta de una embarcación propia con lanchas alquiladas con fondos gestionados por el Gobierno Territorial Autónomo Wampis. A pesar de estas dificultades, se han convertido en la principal defensa frente al avance de economías ilegales.
Proyecto de agua postergado 10 años
El Río Santiago, principal afluente que atraviesa su territorio ancestral, está infestado de dragas. La pesca y el agua que consumen está afectada por el mercurio que los mineros ilegales vierten en el río, un problema que se agrava ante la falta de infraestructuras de saneamiento.
Ese es el caso de la comunidad de Chosica, un pequeño centro poblado de 340 habitantes. Sin agua potable, electricidad ni desagüe, los residentes de este rincón del distrito de Río Santiago sobreviven consumiendo agua del río y de quebradas contaminadas, mientras un proyecto de saneamiento básico, aprobado en 2015, permanece inconcluso. Frente a esta realidad, parar las operaciones de la minería ilegal es cuestión de vida o muerte para los Charip.
DRAGAS. Convoca.pe documenta la presencia de decenas de dragas en el río Santiago, en territorio wampis.
La falta de acceso a agua potable se une a las deficiencias de infraestructuras de salud. De acuerdo con el Buscador Nacional del Ministerio de Salud, en Río Santiago hay 23 puestos de salud, pero no hay hospitales ni centros especializados para emergencias complejas.
Ante esta situación de abandono estatal, los mineros ilegales intentan seducir a las comunidades indígenas. Sin embargo, en su gran mayoría rechazan su presencia y prefieren agruparse en cooperativas agrícolas.
Rojas Wachapa, gestor del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis, advierte que, de no ser por los Charip, el daño de la minería ilegal sería todavía mayor. “Esta problemática afecta ya a extensas áreas del Río Santiago pero sin nuestra intervención su incursión hubiera sido mayor, y no solo peruanos, sino también ecuatorianos, venezolanos, brasileños y colombianos”, sostiene Rojas Wachapa.
Los Charip, relámpagos en wampis, se han convertido en un escudo humano que frena los daños de la minería ilegal. “Esta problemática afecta ya a extensas áreas del Río Santiago pero sin nuestra intervención su incursión hubiera sido mayor, y no solo de peruanos, sino también ecuatorianos, venezolanos, brasileños y colombianos”, sostiene Rojas Wachapa, gestor del Gobierno Territorial Autónomo Awajún.
Estos relámpagos escenifican la lucha de David contra Goliath para proteger su cultura y su territorio, que alberga ecosistemas únicos como la Zona Reservada Santiago Comaina o el Parque Natural Ichigkat Muja-Cordillera del Cóndor.