Instituciones y crecimiento económico, por Kurt Burneo

Esta sesgada producción legislativa, en la práctica, ha afectado adversamente el adecuado funcionamiento del Ministerio Público y del Poder Judicial, generándose más incertidumbre sobre la estabilidad de las reglas de juego, por ejemplo, cuando se elimina una larga lista de delitos sobre los cuales no se podría aplicar mandato de prisión preliminar. 

Un asunto poco referido cuando se discute sobre las posibilidades futuras de crecimiento económico es el rol de las instituciones para facilitar que las políticas públicas, en general, y la política económica, en particular, funcionen. Seguidamente, haré una breve explicación sobre estos asuntos.

¿Qué cosa son las instituciones? Las instituciones se constituyen como entidades que definen e implementan una combinación de reglas que facilitan la interacción de distintos grupos de interés, en general, y agentes económicos, en particular. Las instituciones, en línea con lo anterior, permitirían la reducción de los costos de transacción, haciendo más fluidas las transacciones entre los distintos grupos de interés.

Si miramos específicamente a las instituciones estatales, estas cumplen un rol importante en el crecimiento económico, en tanto las instituciones son como una suerte de molde en donde se vierten los insumos —esto es la masa— llamada política pública y/o política económica, para generar crecimiento económico, que es el pastel por elaborar.

El estudio del rol de las instituciones en una versión extendida de estas no es nuevo. El Premio Nobel de Economía 2024 fue otorgado a tres economistas: Daron Acemoglu, James Robinson y Simón Johnson, cuyos trabajos han modificado nuestra comprensión sobre el desarrollo de los países —no sólo del crecimiento— combinando un enfoque histórico y empírico. ¿A qué se refieren estos investigadores cuando plantean qué son las instituciones? Los autores la utilizan para referirse a las “reglas del juego” que estructuran las interacciones económicas, políticas y sociales dentro de una sociedad.

Estas instituciones pueden ser formales (leyes, constituciones, regulaciones) o incluso informales (normas, costumbres, convenciones). Su teoría principal es sencilla, pero potente: el verdadero motor del crecimiento económico sostenido y de un alto nivel de vida de los ciudadanos radica en el desarrollo de instituciones inclusivas. Estas instituciones permiten que la mayoría de la población participe en la economía y la política, lo que crea un entorno donde las personas tienen incentivos para innovar, invertir en sus propias capacidades y contribuir al crecimiento económico. En otras palabras, son instituciones que promueven la competencia, la libertad económica y el acceso generalizado a oportunidades económicas.

Sobre la base de lo que ocurre en nuestro país y usando una versión más limitada de las instituciones, lo que ocurre hoy es que a diario observamos cuestionadas iniciativas legislativas desde el Congreso, legislándose en función de su propio interés —el de los congresistas— y no del país. Esta sesgada producción legislativa, en la práctica, ha afectado adversamente el adecuado funcionamiento del Ministerio Público y del Poder Judicial, generándose más incertidumbre sobre la estabilidad de las reglas de juego, por ejemplo, cuando se elimina una larga lista de delitos sobre los cuales no se podría aplicar mandato de prisión preliminar. Estas imprevistas iniciativas relativizan la estabilidad de los contextos en los que actúan los grupos de interés y/o agentes económicos.

Esta mayor incertidumbre es como si el molde para elaborar el pastel antes referido se deformara en su forma y redujera, además, su capacidad. Por ello, está claro que este es un importante factor a tener en cuenta para elaborar proyecciones de crecimiento económico, sobre todo para el largo plazo. No solo este dependerá del producto potencial y la productividad de los factores productivos, el funcionamiento adecuado de las instituciones también cuenta.

Kurt Burneo

Exministro de Economía. Doctor en Administración y Dirección de Empresas de la Universidad Ramón Llull-Esade, España, Magíster en Economía de la Pontificia Universidad Católica del Perú, exbecario Escola de Posgraduacao Economía de la Universidad de Sao Paulo, Brasil. Economista de la UNMSM, Perú. Investigador Concytec-Renacyt.