Opinión

El canal de todos los peruanos

La entrega del canal 7 a quien no tiene merecimientos para dirigirlo.

Editorial
Editorial

La designación de una persona vinculada a Dina Boluarte como nueva presidenta ejecutiva del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP) deja en claro el poco respeto que tiene la mandataria a la calificación técnica de quien tiene la responsabilidad de los destinos de la plataforma informativa del Estado y de proteger e impulsar la autonomía de la TV pública, que es una aspiración ciudadana.

Boluarte nombró a su subalterna como jefa de un canal de televisión que por definición es de todos los peruanos, pero que, bajo su influencia y mando, el producto final será una apología, un mensaje sobón y una grave reducción de la verdad para satisfacer y halagar el ego de la mandataria.

No es todo. Aún más grave es el intervencionismo de Dina Boluarte, que, además de querer una televisión y radio a su medida, también lo pretende hacer con quien no posee ningún talento probado para encabezar el IRTP. Sin más experiencia que haber sido practicante en Radio Nacional, pues carece de la formación técnica adecuada para asumir tal cargo.

Se trata de un puesto que demanda perfil profesional de especialista en dirección de medios de comunicación y en administración de recursos del Estado, en compras técnicas de equipos de TV; además, se gestiona publicidad y se manejan contenidos políticos como producción propia.

Hay también la necesidad de adoptar una serie de estrategias para llevar el canal de todos los peruanos al siglo XXI. El uso del satélite para renovar la cobertura informativa, que por el momento es del 70% y que debe mejorarse, es un tema en la agenda del IRTP. Se debe avanzar, asimismo, en la construcción de la televisión pública, un anhelo ciudadano para el que se requiere incorporar representantes culturales y sociales que amplíen las voces que reclaman ser vistas y escuchadas en la nueva programación.

Es evidente el desprecio de la presidenta Boluarte a todo lo que representa el canal 7 para el país. Imponer a la nueva administración burlando todos los requisitos, solo para garantizar pantalla, es vergonzoso. Se han hecho muchos esfuerzos durante los últimos años para dar autonomía e independencia al canal del Estado. El régimen actual nos hace retroceder décadas con su afán totalitario, y arma su Dina TV con el dinero de todos los peruanos.