México decomisa buque con 10 millones de litros de diésel ilegal que salió de Estados Unidos
El decomiso del buque Challenge Procyon, con 10 millones de litros de diésel ilegal, refuerza la lucha de México contra el huachicol y el tráfico de hidrocarburos desde Estados Unidos.
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Un operativo conjunto de diversas autoridades mexicanas resultó en el decomiso de un buque cisterna proveniente de Estados Unidos, con un cargamento de 10 millones de litros de diésel ilegal. El buque, conocido como Challenge Procyon, había zarpado desde el puerto de Beaumont, en Texas, y llegó al Golfo de México con un destino que finalmente se desveló tras la intervención de las fuerzas federales. Este decomiso se enmarca en los esfuerzos del gobierno mexicano para frenar el tráfico ilícito de hidrocarburos, una actividad ilegal que ha afectado gravemente al país, tanto en términos de seguridad como de economía.
El gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), ha destacado la operación como un gran éxito contra el robo de combustibles, conocido en México como “huachicol”. Además de asegurar el buque, las autoridades realizaron cateos en propiedades en el municipio de Altamira, Tamaulipas, donde encontraron grandes cantidades de diésel almacenado en contenedores. Esta operación, que no solo se limita al decomiso de hidrocarburos, también involucra la incautación de armamento, cartuchos y documentos relacionados con las actividades ilícitas.
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EE.UU.: detalles del decomiso del buque en México
El Challenge Procyon fue interceptado por las autoridades mexicanas tras arribar al puerto de Tampico el 19 de marzo. El buque, de 181 metros de largo y 32 metros de ancho, había salido tres días antes desde Beaumont, Texas, con un cargamento reportado como aditivos para aceites lubricantes, según los registros oficiales. Sin embargo, tras una inspección detallada por parte de las fuerzas federales mexicanas, se descubrió que la carga era, en realidad, 10 millones de litros de diésel ilegal. El decomiso fue confirmado por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), que aseguró que esta acción forma parte de la estrategia nacional contra el tráfico de combustibles.
Aunque el diésel no fue hallado completamente a bordo del buque, las autoridades informaron que el Challenge Procyon fue inspeccionado a fondo, y se encontraron inconsistencias con la documentación que justificaba el cargamento. La investigación permitió rastrear el origen y destino del cargamento, lo que condujo a la intervención en Altamira, donde se incautaron los 10 millones de litros de diésel.
Características del buque Challenge Procyon
El Challenge Procyon es un buque cisterna de 181.05 metros de largo y 32.3 metros de ancho, diseñado específicamente para el transporte de productos petrolíferos. De acuerdo con los registros internacionales, el barco está registrado bajo la bandera de Singapur y posee el número IMO 9527403. Aunque inicialmente se reportó que transportaba aditivos para aceites lubricantes, la carga fue puesta en duda tras la inspección, lo que llevó a su aseguramiento. El Challenge Procyon forma parte de una red de transporte marítimo utilizada para el tráfico ilegal de combustibles, lo que hace de esta incautación un golpe significativo en los esfuerzos de control de los hidrocarburos en México.
La intervención en este caso no solo refleja la magnitud de la operación, sino también la sofisticación de las redes involucradas en el tráfico de hidrocarburos. El uso de buques cisternas para el transporte de productos ilícitos es una estrategia empleada por los criminales para evadir los controles marítimos y aduaneros.
Acciones del Gobierno mexicano
La intervención en este caso fue realizada por diversas dependencias federales, incluyendo la Secretaría de la Marina (Semar), la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Fiscalía General de la República (FGR). El gobierno mexicano ha destacado que todas las operaciones fueron llevadas a cabo de acuerdo con la legalidad y el respeto a los derechos humanos, como parte de la Estrategia Nacional de Seguridad. La operación también incluyó cateos en dos propiedades ubicadas en el municipio de Altamira, donde se descubrió un almacén con los 10 millones de litros de diésel, además de armamento, vehículos y documentos relacionados con el tráfico ilícito de combustibles.
Este operativo ha sido considerado un éxito en la lucha contra el huachicol, un fenómeno que ha tenido un grave impacto en la economía mexicana, con pérdidas millonarias por el robo de combustibles. Las autoridades siguen trabajando en el fortalecimiento de los mecanismos de control y monitoreo para prevenir el tráfico ilegal de combustibles y el robo de hidrocarburos.