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Dirigente de Hamás rechaza exigencia de Israel de desarmar al grupo: "Las armas de la resistencia son una línea roja"

El rechazo de Hamás genera incertidumbre y pone en riesgo la tregua. Además, Israel ha restringido la ayuda humanitaria a Gaza, argumentando que es utilizada por Hamás.

Las negociaciones para la segunda fase de la tregua en Gaza se han complicado por el rechazo de Hamás. Foto: Masar Badsil.
Las negociaciones para la segunda fase de la tregua en Gaza se han complicado por el rechazo de Hamás. Foto: Masar Badsil.

Las negociaciones para avanzar en la segunda fase de la tregua en Gaza enfrentan un nuevo obstáculo. Israel ha condicionado la continuidad del acuerdo al desarme total de Hamás, exigencia que el grupo islamista ha rechazado categóricamente. "Cualquier conversación sobre las armas de la resistencia carece de sentido. Las armas de la resistencia son una línea roja para Hamás y todos los grupos de la resistencia", declaró Sami Abu Zuhri, un alto dirigente de la organización palestina.

La postura de Hamás complica la mediación llevada a cabo por Catar, Egipto y Estados Unidos. Mientras tanto, Israel insiste en que no avanzará en la siguiente fase de la tregua sin garantías de que Hamás pierda su capacidad militar. "Hamás y la Yihad Islámica, fuera. Y que nos devuelvan nuestros rehenes. Si aceptan eso, podemos lanzar mañana mismo la fase dos de la tregua", afirmó el ministro de Defensa israelí, Gideon Saar.

¿Por qué Israel exige el desarme de Hamás?

Israel sostiene que la desmilitarización de la Franja de Gaza es una condición imprescindible para garantizar la seguridad de su territorio. Desde el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, el Gobierno israelí ha endurecido su postura contra el grupo, exigiendo su eliminación como actor armado en la región. Según Israel, mientras Hamás conserve su capacidad militar, la tregua solo sería una pausa temporal y no una solución duradera al conflicto.

El primer ministro Benjamin Netanyahu ha reiterado que la prioridad de Israel es la liberación de los rehenes capturados por Hamás. En la primera fase del acuerdo, 33 rehenes israelíes fueron devueltos, ocho de ellos fallecidos, a cambio de la liberación de 1.800 prisioneros palestinos. La segunda fase debería garantizar la liberación de todos los rehenes restantes, pero las diferencias sobre el desarme han paralizado las negociaciones.

La respuesta de Hamás y su impacto en la tregua

Para Hamás, la exigencia de Israel representa un intento de despojar al grupo de su influencia en Gaza. "No es una cuestión negociable", insistió Abu Zuhri, reafirmando que el grupo no cederá en este punto. Hamás considera que sus armas son fundamentales para su resistencia y supervivencia política, por lo que cualquier intento de desarme sería visto como una derrota estratégica.

Este punto muerto genera incertidumbre sobre la continuidad de la tregua. A pesar de los esfuerzos diplomáticos, las partes no han logrado un consenso que permita avanzar en el acuerdo. Mientras Israel exige garantías de seguridad, Hamás se niega a aceptar condiciones que reduzcan su poder en la Franja de Gaza.

Restricción de ayuda humanitaria: una medida controvertida

En medio de las tensiones, Israel ha decidido restringir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, argumentando que Hamás la utiliza para financiarse. "Se ha convertido en la primera fuente de ingresos presupuestarios de Hamás en Gaza", afirmó Saar, justificando la medida.

La decisión ha sido criticada por la comunidad internacional. Philippe Lazzarini, jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), advirtió que la restricción "amenaza las vidas de civiles agotados por 16 meses de guerra brutal". La ONU señala que la mayoría de los habitantes de Gaza dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir, y que cualquier interrupción agrava la crisis en la región.