Inmigrantes latinos en EE. UU. narran el miedo y la incertidumbre en los primeros días con las deportaciones masivas de Trump
Con la atención en cada política migratoria y las órdenes ejecutivas de Trump, inmigrantes indocumentados que residen en EE. UU. cuentan a La República cómo viven los primeros días tras su regreso a la Casa Blanca. "Muero de miedo", expresó uno de ellos.
“¿Te soy honesta? Me muero de miedo. El futuro de mis hijos está aquí. Si me deportaran, no sé qué haría”, reveló María (50), quien tiene tres hijos y trabaja en tres empleos para cubrir los gastos de alquiler, alimentación y seguro médico en Estados Unidos. Se dedica a labores de limpieza, aseando viviendas y oficinas. Hace nueve años llegó al país con una visa de turista y decidió establecerse. Dejar Perú no fue sencillo, ya que siempre tuvo presente los peligros a los que se enfrentaba. No obstante, es consciente de que su bienestar y el de su familia dependen del dinero que logra ganar.
Como ella, cientos de inmigrantes latinos en Florida brindan servicios de limpieza, servicios de alimentos en restaurantes, construcción de viviendas y edificios comerciales, así como atención a pacientes en hospitales y residencias para adultos mayores. La República conversó con algunos de ellos sobre cómo viven durante los primeros días del segundo mandato de Donald Trump.
Migrantes guatemaltecos deportados de Estados Unidos en un avión militar estadounidense caminan por la pista de la Base de la Fuerza Aérea Guatemalteca en Ciudad de Guatemala. Foto: JOHAN ORDÓÑEZ / AFP
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Un antes y después de Trump
"Este tipo es malo, ‘nazi’. Donald Trump, desde antes de que empiece su gobierno, siempre dijo que iba a botar a los inmigrantes", acota María.
Desde su intento de reinterpretar la 14.ª enmienda de la Constitución, que fundamentalmente establece que todo aquel que haya nacido o se haya naturalizado en el país es ciudadano estadounidense, hasta incentivar propuestas que incluyen la eliminación de programas fundamentales como DACA, TPS y el Parole Humanitario, Donald Trump ha logrado imponer el miedo en las calles de Florida, uno de los estados que cuenta con la mayor cantidad de migración del país.
“Duele que nos discriminen aun cuando sabemos que el presidente es hijo de un inmigrante, de familia inmigrante, de antepasados inmigrantes, ¿verdad? Es duro porque el inmigrante es el que hace el trabajo que un estadounidense no quiere hacer. Como latinoamericanos y centroamericanos, estamos catalogados como gente trabajadora”, señala Vilma (37), quien ingresó a los Estados Unidos en 2023 por el Programa Parole Humanitario, una de las iniciativas que peligra por las imposiciones del actual jefe de Estado de la Casa Blanca.
Activistas protestan contra las políticas migratorias del presidente de EE.UU., Donald Trump, en Los Ángeles, California. Foto: Frederic J. BROWN / AFP
Vilma trabaja de ‘housekeeper’, tiene un hijo de 17 años que vive en Nicaragua, en su natal Managua. Por ley, cuenta con menos de dos años para regular su documentación. No obstante, con la eliminación del Parole Humanitario, así como la posibilidad de deportaciones masivas que podrían afectar a hasta 11 millones de indocumentados, existe la probabilidad de que ella también sufra las consecuencias de la política antiinmigrante. "A mi hermana le han dicho que si se pueden ir por su voluntad, pues que salga del país, porque la verdad que es muy duro", sentencia.
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La posibilidad de “perderlo todo”
Si bien es la segunda vez que el líder republicano ocupa la Casa Blanca, los inmigrantes cuentan que la sensación de incertidumbre es distinta, pues la dureza de las políticas tiene mayor impacto en su vida diaria.
“¿Si tengo miedo a ser deportado? Sí, claro. Yo soy colombiano. Amo mi país. Si me tocará retornar, retornaría también con gusto, pero no quisiera que sea de esa manera. En las calles hay un temor generalizado. Cosas que uno no veía”, acota Ricardo (49), quien trabaja de ‘handyman‘ desde hace 10 años.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ha intensificado las redadas en el conocido Estado del Sol con el objetivo de detener y deportar a inmigrantes indocumentados, principalmente aquellos con antecedentes penales. No obstante, personas con estatus migratorio irregular también podrían ser afectadas por estos operativos.
Arresto de ciudadano hondureño por el ICE de Miami. Foto: Ero Miami
“Te deportan como un criminal, como un delincuente, como un terrorista; te mandan amarrado, te mandan como lo peor, o sea, te expulsan del país como si fueras de los peores”, añadió Vilma.
Según un estudio de Pew Research Center, en 2022 había aproximadamente 11 millones de personas sin estatus legal en Estados Unidos, de los cuales 1,2 millones residían en Florida, por lo que es uno de los estados clave en el plan de deportación masiva.
“No todos los inmigrantes somos malos. ¿Hay delincuentes? Sí, hay delincuentes. ¿Hay terroristas? Hay terroristas. Hay ladrones por montones, pero no todos somos iguales. El que es delincuente, ni que le quemen el pico deja de hacerlo. Pero por uno nos tachan a todos”, sentencia Vilma.
Redadas en Florida durante el nuevo gobierno de Trump
Reportes oficiales del ICE señalan que se han llevado a cabo operativos de deportación en las localidades Coral Gables, Tallahassee, Jacksonville, Miami, Tampa y Orlando. Informan que el 29 de enero de este año se realizaron 1.016 arrestos en todo el país y 814 órdenes de detención de inmigrantes ilegales.
Las autoridades estadounidense comparten los arrestos que realizan en el estado de Florida: Foto: X
“Me contaron que en una redada en Homestead (Miami-Dade), una mujer se tuvo que meter a los contenedores de basura para que no se la lleven. En la tienda Home Depot, de Biscayne, un policía estuvo hablando con un altavoz, en inglés y en español: por favor, los que no tengan documentos tenían 5 minutos para salir”, narra María.
Hasta el último 30 de enero de este año, las autoridades peruanas en Estados Unidos no habían logrado establecer contacto con cerca de 500 ciudadanos peruanos que permanecen bajo custodia en los centros del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), según informó para el medio CNN el embajador Pedro Bravo, director general de Comunidades Peruanas en el Exterior y Asuntos Consulares.
Según autoridades del ICE, las operaciones de detención se ejecutan de acuerdo a los protocolos de identificación claros. No obstante, los entrevistados afirman que eso no garantiza que se respeten sus derechos.
La ilusión del “sueño americano” aún continúa
"Yo tengo 24 años. No tengo hijos. Llegué con visa de turista, de vacaciones, pero decidí quedarme. No opino mucho sobre política, pero respeto las decisiones que él toma (Donald Trump)", sentenció Lucía, una joven colombiana que afirma no tener miedo de ser detenida, pues sostiene que está en los Estados Unidos por "la voluntad de Dios".
Las opciones de un cambio también forman parte del sentir de los inmigrantes. “En algún momento, demócratas y republicanos tienen que lograr sacar alguna ley que nos permita a aquellos que hemos hecho las cosas bien, que no tenemos récord criminal, que estamos pagando impuestos, que nos permita acceder, por vía legal, a tener los papeles aquí. Eso es lo que yo espero. Dios, mediante”, reflexiona Ricardo.
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Lo cierto es que con políticas como la reciente promulgada ley Laken Riley, normativa que tiene como objetivo fortalecer las políticas de control migratorio, pone en peligro a quienes solicitan asilo y dificulta la protección de quienes huyen de situaciones peligrosas en sus países de origen.
La gestión de Donald Trump recién inicia y las expectativas de encontrar soluciones a la crisis migratoria no se pierden. Así como el temor, la esperanza también es parte del sentir de las personas en situación irregular. A 11 días de la gestión de la mandataria, en las calles de Florida se respira incertidumbre.