Hace 60 años este país era más pobre que Perú, pero hoy es una potencia económica: con pocos recursos naturales produce millonarios
A pesar de tener una historia marcada por la pobreza y escasos recursos naturales, este país se transformó en una potencia económica a nivel global y hoy es la cuarta nación más rica del mundo.
Hace seis décadas, un país de Asia enfrentaba desafíos enormes: desempleo elevado, falta de infraestructura, conflictos sociales y un nivel de vida precario. En 1965, al independizarse del Reino Unido, este pequeño archipiélago, carente de recursos naturales, comenzó un camino de transformación bajo el liderazgo de Lee Kuan Yew. El país que alguna vez fue más pobre que Perú, hoy es la cuarta nación más rica del mundo.
Por otro lado, Perú, a pesar de contar con una vasta riqueza natural en minerales, biodiversidad y recursos energéticos, no ha logrado replicar el éxito de este territorio ni en generar un crecimiento sostenible que beneficie a toda su población.
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¿Cuál es el país que pasó de ser de los más pobres a una de las potencias económicas mundiales?
Singapur, una nación insular en el sudeste asiático, enfrentó enormes retos tras su separación de Malasia en 1965 y su independencia de las colonias británicas. El territorio de menos de 800 kilómetros cuadrados, carecía de recursos naturales, acceso a agua potable y tenía una población poco capacitada. El panorama era sombrío, pero su posición geográfica estratégica, en el cruce de rutas comerciales entre Asia y Europa, ofrecía una ventaja clave para su desarrollo.
En ese momento, Singapur se encontraba en una situación que muchos países, como Perú, también enfrentaban: una economía débil y una población golpeada por la desigualdad. Sin embargo, lo que diferenció a esta nación fue la visión estratégica del gobierno de Lee Kuan Yew, quien ocupó el cargo de primer ministro por más de 30 años. El mandatario, autor del “milagro económico”, priorizó la estabilidad política, la educación, la infraestructura y las políticas fiscales atractivas para los inversionistas extranjeros.
Hace alrededor de 60 años, el primer ministro Lee Kuan Yew ejecutó un plan que pronto se convertiría en el "milagro económico" de Singapur. Foto: Kayak.
¿Cómo Singapur logró convertirse en uno de los países más ricos del mundo?
La clave del éxito de Singapur radica en su enfoque en la educación, la innovación y la creación de un entorno favorable para los negocios mediante políticas de atracción al capital extranjero. Además, su gobierno implementó políticas estrictas para erradicar la corrupción, como la pena de muerte y altos salarios a los funcionarios públicos. Invirtió fuertemente en la formación técnica de su fuerza laboral y en el inglés como lengua principal en las escuelas desde 1966, lo que permitió atraer empresas multinacionales interesadas en establecerse en un entorno seguro y eficiente.
Singapur entendió la importancia de diversificar su economía. Consciente de su falta de recursos naturales, impulsó sectores como el comercio, la tecnología y los servicios financieros. Aquella inversión permitió al país convertirse hacia fines de los 90 en un centro financiero global que pronto atrajo algunas de las empresas más importantes del mundo. Hoy produce millonarios a un ritmo que muchos países, como Perú y de América Latina, añoran.
Un elemento esencial del modelo de Singapur fue el pragmatismo. A diferencia de muchas naciones que priorizan ideologías o soluciones a corto plazo, el país adoptó políticas adaptadas a su realidad, fomentando la planificación a largo plazo.
Singapore pasó de ser un país pobre a convertirse en la cuarta nación más rica del mundo. Foto: Economiawiki.
¿Por qué la economía de Perú no ha logrado destacar a nivel mundial?
A diferencia de Siganpur, Perú enfrenta problemas estructurales que han impedido su desarrollo económico a nivel global. A pesar de ser uno de los principales exportadores de minerales como el cobre, el oro y la plata a nivel mundial, el país no ha diversificado su economía de manera significativa. Esto lo ha hecho dependiente de los precios internacionales de las materias primas, una estrategia que genera vulnerabilidad ante crisis externas.
Otro desafío importante es la desigualdad y la falta de inversión en sectores clave como la educación y la tecnología. Mientras la nación asiática invirtió en formar a su población como un activo estratégico, Perú no logró implementar políticas educativas que prepararan a su fuerza laboral para enfrentar las demandas de una economía globalizada.
Además, la corrupción y la inestabilidad política han limitado el avance de grandes proyectos de infraestructura a largo plazo y han generado desconfianza en los inversionistas. Estas condiciones han obstaculizado la industrialización del país y el desarrollo de industrias competitivas a nivel global.