El misterio de la ciudad fantasma donde más del 85% de los habitantes han huido de sus casas: ¿a qué se debe?
La violencia de las bandas ha dejado a la ciudad en un estado de abandono, lo que afecta no solo a las viviendas, sino también a las instituciones educativas y de salud.
La capital haitiana, Puerto Príncipe, enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes, donde más del 85% de su población ha sido forzada a abandonar sus hogares. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha presentado cifras alarmantes que evidencian la magnitud de la situación en la región.
Más de 261.000 personas han sido desplazadas en el área metropolitana de Puerto Príncipe, actualmente dominada en un 85% por bandas criminales. Este fenómeno ha triplicado el número de desplazados internos en Haití, superando el millón de personas que han tenido que huir de sus residencias debido a la violencia y la inseguridad.
El incremento de la violencia en Haití ha llevado al país a una crisis humanitaria que no tiene fin. Foto: CNN en Español
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La violencia y el control de las bandas criminales
Las bandas criminales han tomado el control casi total de Puerto Príncipe, lo que ha provocado el cierre de comisarías y escuelas. La Escuela Comunitaria del barrio de Bel Air ha cerrado sus puertas debido a la incapacidad de garantizar la seguridad de sus docentes y estudiantes. Asimismo, el Hospital Fontaine, ubicado en Cité Soleil, el barrio más empobrecido del país, ha tenido que cerrar, según informes de Médicos Sin Fronteras.
Esto también ha llevado a que la violencia obligue al cierre de aproximadamente 1.700 escuelas en el área metropolitana de Puerto Príncipe, lo que ha dejado a 500.000 niños sin acceso a la educación. La inseguridad y los enfrentamientos entre bandas rivales impiden que los estudiantes asistan a clases de manera segura.
La crisis se agrava con el colapso de los servicios básicos y la inseguridad alimentaria, lo que ha llevado a muchos desplazados a buscar refugio en zonas rurales, donde los recursos son limitados.
El aumento desmedido de la violencia en la población haitiana
El aumento de la violencia ha tenido un efecto devastador en la población. En el último año, más de 5.600 personas han perdido la vida a causa de la violencia de las bandas, según la Oficina de Derechos Humanos de la ONU. Además, se han registrado 315 linchamientos de miembros de bandas y de personas presuntamente asociadas a ellas, lo que refleja un clima de impunidad y terror.
Se estima que más del 80% de Puerto Príncipe está bajo control de bandas criminales. Estas organizaciones utilizan la violencia como herramienta para consolidar su poder, lo que incluye extorsiones, secuestros masivos y enfrentamientos armados.
La respuesta internacional y la crisis política
La crisis política en Haití se ha profundizado con la destitución del primer ministro interino Garry Conille en noviembre de 2024, sin que se haya definido una fecha para nuevas elecciones. Mientras tanto, las fuerzas de seguridad multinacionales, respaldadas por la ONU, no han logrado restablecer el orden, y las bandas criminales continúan expandiendo su control sobre la capital.
A pesar de la llegada de una fuerza de seguridad multinacional respaldada por la ONU en junio pasado, los esfuerzos para restablecer el control en la zona han sido insuficientes. La fuerza policial internacional, destinada a reforzar la policía nacional de Haití, enfrenta serias limitaciones en financiamiento y equipamiento, lo que dificulta su capacidad para hacer frente a las bandas armadas.
En medio de esta crisis, el Consejo Presidencial de Transición, creado para organizar elecciones y restablecer el orden democrático, se encuentra en una situación crítica, sin poder definir una fecha para los comicios. La falta de un liderazgo efectivo y la creciente violencia han dejado a la población en un estado de desesperación y vulnerabilidad.