Estos son los países de América Latina que poseen más bases militares de Estados Unidos, según expertos militares
El informe destaca a Centroamérica como punto clave para las bases militares estadounidenses, y muestra la estrategia geopolítica en América Latina.
La presencia militar de Estados Unidos en América Latina ha sido motivo de debate desde hace décadas. Según un informe de Revista Mexicana de ciencias políticas y sociales, más de 76 bases estadounidenses operan en esta región, concentrándose principalmente en Centroamérica y el Caribe. Estas instalaciones se justifican como parte de una estrategia para el control de narcóticos, la defensa de rutas estratégicas como el Canal de Panamá y la protección frente a amenazas globales.
Estas bases desempeñan un papel central en la estrategia de defensa estadounidense. Las cifras y datos recopilados por estudios recientes exponen un panorama que vincula la presencia militar con intereses económicos y políticos de Estados Unidos.
Estados Unidos es la potencia militar que más presencia tiene en América Latina. Foto: Escenario
Los países de América Latina con más bases militares de Estados Unidos
Panamá y Puerto Rico lideran la lista con aproximadamente 12 bases cada uno, según datos de la investigación "Bases militares de EE.UU. en América Latina y el Caribe" de 2019. Panamá, gracias al Canal de Panamá, representa un punto crítico para el comercio global, lo que convierte al país en una ubicación estratégica para operaciones militares estadounidenses. Por su parte, Puerto Rico, como territorio no incorporado de Estados Unidos, funciona como un centro logístico clave en el Caribe.
Colombia ocupa la tercera posición, albergando nueve bases militares. Este país ha sido el principal aliado en la lucha contra el narcotráfico y grupos insurgentes, lo que explica la fuerte presencia militar en su territorio. Perú también se encuentra entre los países destacados, con ocho bases que refuerzan las operaciones en la región amazónica y en el Pacífico Sur.
Además de estos países, naciones como Argentina y México han mostrado un nivel de cooperación militar significativo con Estados Unidos, aunque no cuentan con bases permanentes oficiales. En Neuquén, Argentina, la instalación de un centro de inteligencia en 2018 marcó destaca la colaboración entre ambos países, vinculando la presencia militar con la explotación de recursos como el petróleo.
La importancia geopolítica de las bases militares en el Caribe
El Caribe desempeña un papel fundamental en la estrategia militar estadounidense. Con una ubicación privilegiada para controlar rutas marítimas, Puerto Rico y otras islas caribeñas han servido como puntos de apoyo para operaciones navales y aéreas. El Canal de Panamá, en particular, es considerado una de las mayores prioridades estratégicas de Estados Unidos debido a su impacto en el comercio global.
La región también es vista como un escudo frente a la influencia de otras potencias, como China y Rusia. La consolidación de bases militares en países del Caribe permite mantener una proyección de poder efectiva y garantizar la seguridad de sus intereses económicos y políticos en la región.
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La influencia militar de Estados Unidos en América Latina: objetivos y estrategias
La presencia militar de Estados Unidos en América Latina responde a una estrategia bien definida que incluye la lucha contra el narcotráfico, la protección de recursos estratégicos y el fortalecimiento de alianzas con gobiernos aliados. Según el Almirante Kurt Tidd de Comando Sur, las bases en América Latina son esenciales para garantizar la estabilidad regional y contrarrestar amenazas emergentes.
“En términos de proximidad geográfica, comercio, inmigración y cultura, no hay otra parte del mundo que afecte más la vida cotidiana de Estados Unidos que América Central, América del Sur y el Caribe”, afirmó.
Un ejemplo destacado es Colombia, donde la inversión en defensa alcanza el 3,1 % de su PIB, siendo una de las más altas en América del Sur. Además, acuerdos bilaterales con países como México y Argentina refuerzan la cooperación en seguridad marítima y control territorial, consolidando el papel de Estados Unidos como un actor central en la región.