Asunción de Claudia Sheinbaum, la presidenta de México que llega con viento a favor
Claudia Sheinbaum asumirá la presidencia de México en un escenario favorable: tiene mayoría congresal y goza de popularidad gracias al respaldo de AMLO, su antecesor. Pero deberá capitalizar esa ventaja y saber mandar en abundancia. Asimismo, tiene el reto de reducir la violencia social de su país y estar atenta a las relaciones internacionales.
El próximo martes 1 de octubre Claudia Sheinbaum se convertirá oficialmente en la primera presidenta de México en su historia. Para la ceremonia de juramentación han sido invitados distintos mandatarios y diplomáticos, entre los cuales no se encuentra ni Dina Boluarte ni el rey español Felipe VI, pero sí Vladimir Putin y Nicolás Maduro, cuyas presencias estarían descartadas. Esta decisión muestra —por si hacía falta— que Sheinbaum continuará la postura política de AMLO, presidente saliente y perteneciente a su partido, Morena.
No obstante, dos internacionalistas explican a La República que el perfil político y diplomático de Sheinbaum es distinto al de López Obrador, a pesar de ser del mismo partido. Asimismo, nos comentan sobre los principales retos que tendrá que asumir Sheinbaum, una gobernante que deberá saber manejarse para no perder el apoyo partidario en el Congreso, así como en los diferentes estados, en donde son mayoría.
Atenta a las relaciones internacionales
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Tras no haber invitado al rey de España Felipe VI a su asunción, el gobierno del jefe del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, informó a Sheinbaum que su delegación no acudirá a la ceremonia.
Posteriormente, se dio a conocer que el gobierno mexicano optó por excluir al rey, debido a que el monarca no contestó la carta que AMLO le escribió en 2019 en la que pedía que la corona española pidiera disculpas por los daños generados por la Conquista y el intento de la reconquista, y admitiera su responsabilidad histórica.
Al respecto, Alonso Cárdenas, profesor de Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya y quien ha llevado estudios universitarios en México, señala que Sheinbaum deberá apoyarse de su Cancillería, debido a que España es un socio muy importante.
“La Cancillería mexicana debe hilar bastante fino para recomponer esa relación. Y creo que lo va a hacer porque las formas de Sheinbaum son más diplomáticas que las de AMLO. Es un tema simbólico por parte de México. Pero después de la postura original va a recomponer esa relación que es estratégica para México, a diferencia de la relación que tiene con el Perú”, asevera.
A su turno, el internacionalista Ramiro Escobar nos recuerda sobre el vínculo histórico entre España y México, y la importancia política que tiene la monarquía en el país europeo.
“En España, el jefe de Estado es el rey, no es el presidente del Gobierno (Ejecutivo); entonces, si no invitan al jefe de Estado, obviamente la consecuencia lógica es que el presidente del Gobierno no vaya. Esto sí me parece un incidente muy complicado porque si bien no se han suspendido las relaciones, ellos siempre han tenido una muy estrecha; durante la Guerra Civil Española muchos españoles huyeron a México y se refugiaron ahí”, detalla.
Añade que AMLO se ha caracterizado por no dejar todo en manos de la Cancillería, sino que se ha involucrado y tomado acciones propias. Sheinbaum no tendría ese perfil.
Por otro lado, acerca de las malas relaciones peruano-mexicanas, Cárdenas sostiene que el real perjudicado es nuestro país, ya que México tiene otros socios estratégicos mucho más trascendentales. Adicionó que más allá de que Sheinbaum no es AMLO, ve difícil que levante el pedido de visado para que peruanos ingresen a su país sin dicho documento y que es complicado que venga al APEC, en noviembre de este año.
“(Perú) no es una prioridad en materia de política exterior para un país como México. México tiene intereses en América del Norte; tiene muchos intereses también en Europa y con algunos países latinoamericanos por afinidad política como Colombia, pero el Perú podría serle insignificante”, apuntó Cárdenas.
“Yo creo que al Perú sí le afecta porque es una relación asimétrica; México es muy superior que Perú en materia económica, en población, en relevancia política, etcétera; sí, es una desventaja y el nuevo Gobierno que asuma sí debe priorizar un acercamiento con México. Ya hay diferencia con otros presidentes”, añadió.
Por su parte, Escobar menciona que si bien no cree que haya turbulencias entre Perú y México, no estima una recomposición rápida.
“Hay inversiones mexicanas acá fuertes como bancos y otras empresas; hay algunas inversiones peruanas en México; eso por supuesto se mantiene y lo que se prevé es que el primer año de Sheinbaum ella probablemente trate de no distanciarse de AMLO, ya que si bien es un adulto mayor, sigue vigente, y es una persona que no se va a distanciar del monitoreo del Gobierno de Sheinbaum; y ella va a tratar de estar en buenas relaciones con él porque es su mentor, es la figura del partido. Quizás en unos meses, dependiendo lo que pase, ya que Claudia tiene otro estilo”, sostiene.
Asimismo, ambos internacionalista señalan que al Gobierno de Sheinbaum le es conveniente que en el caso de Estados Unidos gane la demócrata Kamala Harris, pero que la gobernante podría sobrellevar con diplomacia y política una victoria de Trump.
Los retos del Gobierno de Claudia Sheinbaum
Por otro lado, Cárdenas refiere que un problema urgente que debe combatir México es la violencia social, producto de la delincuencia y el narcotráfico.
“Actualmente hay casi prácticamente una guerra civil en Sinaloa por disputas entre diferentes cárteles de la droga y ese ha sido un problema que no ha podido resolver ni AMLO ni sus antecesores, ni Peña Nieto ni Felipe Calderón ni Fox; ellos no han podido con ese tema. Entonces, ese probablemente sea el reto más grande que tenga su presidencia porque la violencia en México está totalmente desbocada y Sinaloa ejemplifica eso de una manera muy clara”, comentó.
A la vez, sostuvo que uno de sus principales desafíos es saber controlar el poder prácticamente absoluto que tiene su partido en el Congreso, ya que debe controlar excesos.
“Puede haber apetitos e intereses; la corrupción siempre es una sombra en México; entonces, al no haber esos contrapesos institucionales que caracterizan a un sistema democrático, Morena puede ser irónicamente un gran dolor de cabeza para una presidenta, porque están muy bien posicionados en los resultados electorales y, además, recoge la herencia de AMLO”, explica.
Mientras que Ramiro Escobar coincide con el problema de la seguridad de los ciudadanos y agrega que el Gobierno de Sheinbaum buscaría mejorar su empresa estatal petrolera.
“Hay una crisis de seguridad, debido a que han aumentado los homicidios. En el lapso de los seis años de Gobierno de López Obrador ha habido 180.000 asesinatos, lo que es bastante; sin embargo, y sorprendentemente, eso no ha hecho que disminuya la popularidad del presidente. Creo que también están pensando consolidar o mejorar la situación de Pemex, la empresa de Petróleos Mexicanos que es bastante grande, y también transitar hacia energías renovables. En México solo tienen 26% de energías renovables, pero están pensando transformar eso”, concluye.
Habrá más claridad sobre las prioridades de Claudia Sheinbaum tras su asunción este martes y su primer mensaje a la nación.
Sheinbaum asume este martes 1 de octubre
Claudia Sheinbaum recibirá hasta 930 invitados este martes 1 de octubre, detalla el medio N+.
“El aforo que tenemos máximo son 930 personas, son invitados de la doctora”, señaló Graciela Baez, secretaria General de la Cámara de Diputados.
Entre los invitados latinoamericanos a la toma de posesión se encuentran el dictador Nicolás Maduro (Venezuela), Luda da Silva (Brasil), Gabriel Boric (Chile), Luis Arce (Bolivia), Xiomara Castro (Honduras), entre otros. Asimismo, fueron excluidos Daniel Noboa (Ecuador) y Dina Boluarte (Perú).
Por otro lado, se optó por no invitar al rey de España, Felipe VI, debido a que no contestó la carta que Andrés López Obrador le envió en 2019 a fin de que pida disculpas a nombre de su nación por el periodo de Conquista. Desde España no tomaron a bien esa decisión y enviaron una carta informando que nadie de la delegación española irá.
“El Gobierno de España considera inaceptable la exclusión de S. M. el rey de la invitación a la toma de posesión de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, el próximo 1 de octubre en Ciudad de México. (…) Por este motivo el Gobierno de España ha decidido no participar en dicha toma de posesión a ningún nivel”, se lee en un comunicado.
Finalmente, de Estados Unidos acudirá la primera dama, Jill Biden, con una delegación de 9 funcionarios.