Trump recibe queja de Lula da Silva por deportación de inmigrantes brasileños de EE. UU. en condiciones "inhumanas”
Como en las 32 deportaciones previas bajo el gobierno de Joe Biden, los migrantes fueron esposados por seguridad. La medida no había sido cuestionada antes, pero ahora el presidente sudamericano exige una reunión urgente de la CELAC.
El presidente Lula da Silva ha convocado hoy una reunión para definir su participación en el encuentro de emergencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos, programado para el miércoles, donde se abordará la expulsión de migrantes por parte de Estados Unidos. Tras Colombia y México, Brasil enfrenta su primera crisis con el gobierno de Trump.
La disputa surgió tras la reacción del gobierno de Lula ante la deportación de 88 migrantes brasileños indocumentados, quienes fueron expulsados de Estados Unidos y llegaron esposados en un vuelo que aterrizó el viernes por la noche en Manaos, capital del estado de Amazonas. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, Itamaraty, anunció en X que solicitarán explicaciones a Estados Unidos por el trato degradante hacia los pasajeros.
Brasileños deportados de Estados Unidos se reúnen con sus familiares. Foto: CNN
Lula da Silva condena deportaciones de Donald Trump a brasileños
El avión tenía como destino Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, pero al hacer una escala en Manaos para reabastecerse, sufrió una falla en el sistema de aire acondicionado. Esto provocó un motín entre los pasajeros, algunos de los cuales activaron la puerta de emergencia, descendieron y protestaron caminando sobre el ala de la aeronave.
El ministro de Justicia y Seguridad Pública de Brasil, Ricardo Lewandowski, condenó el uso de esposas en los deportados, calificándolo como una “falta de respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos brasileños”. En respuesta, ordenó que un avión de la Fuerza Aérea Nacional los trasladara a Belo Horizonte, donde varios de ellos denunciaron haber sido víctimas de maltrato por parte de los agentes estadounidenses.
“Ni siquiera un perro merecía ser tratado así”, declaró uno de los deportados tras aterrizar, luego de haber pasado dos meses en una prisión de Estados Unidos, a donde ingresó desde México. “Pasé casi 50 horas esposado, sin comer bien. Llevo cinco días sin ducharme”, agregó. Para recibir al grupo en Belo Horizonte, el presidente Lula envió a la ministra de Derechos Humanos, Macaé Evaristo, quien en un video publicado en sus redes sociales afirmó que “los países pueden tener políticas migratorias, pero sin violar los derechos de nadie”.
Geraldo Alckmin vicepresidente de Brasil también encontra de la deportación de Trump
El vicepresidente Geraldo Alckmin también se pronunció sobre el tema. A través de su cuenta en X, elogió la decisión de Lewandowski. “Felicito al ministro que, por instrucciones del presidente Lula, ordenó de forma encomiable al gobierno de EE. UU. retirar las esposas a los ciudadanos brasileños deportados a Brasil, activando el envío de aviones de nuestra valerosa Fuerza Aérea para realizar la operación”, expresó Alckmin.
Además, destacó que “nuestra Constitución establece la dignidad de la persona humana como principio republicano fundamental y la prevalencia de los derechos humanos como uno de los ejes de sus relaciones internacionales”.
Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil también se pronuncia sobre las deportaciones
En un comunicado publicado ayer, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil afirmó que el uso indiscriminado de esposas y grilletes infringe los términos del acuerdo con Estados Unidos, “que prevé el trato digno, respetuoso y humano de los repatriados”. “El gobierno brasileño considera inaceptable que no se cumplan las condiciones pactadas con el gobierno estadounidense. Brasil acordó en 2018 la implementación de vuelos de repatriación para disminuir el tiempo que estos ciudadanos permanecen en los centros de detención de EE. UU., debido a la inmigración irregular y sin posibilidad de apelación”, señala el comunicado.
Itamaraty informó que enviará una solicitud de explicaciones al gobierno de EE. UU. y aseguró que permanecerá atenta a “los cambios en las políticas de inmigración de ese país, con el objetivo de garantizar la protección, la seguridad y la dignidad de los brasileños que residen allí”.
Aunque el vuelo del viernes fue el primero de deportación de brasileños desde Estados Unidos bajo la administración de Trump, representa el número 33 desde que Lula asumió su tercer mandato en Brasil. Durante los 32 vuelos anteriores, realizados bajo el gobierno de Biden, se deportó a 3.660 brasileños, todos ellos también viajando esposados. Sin embargo, en esas ocasiones, el gobierno de Lula no emitió ninguna crítica similar a la actual.
Estados Unidos explica por qué los inmigrantes son enmarrocados
Las autoridades estadounidenses argumentan que el uso de esposas es necesario para prevenir posibles agresiones de los deportados contra la tripulación o los demás pasajeros, lo que podría poner en riesgo la seguridad del vuelo. Entre los brasileños que arribaron el viernes, algunos tenían antecedentes penales en Estados Unidos. Uno de ellos, en una entrevista con la televisión brasileña, reveló haber sido condenado por blanqueo de dinero.
De acuerdo con datos del Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU., la administración de Biden ha sido la que más brasileños ha deportado desde 2013. Durante su gobierno, los brasileños representaron el 1,3% de los expulsados, en comparación con el 0,7% registrado durante el primer mandato de Trump (2017-2021) y el 0,4% durante el segundo mandato de Barack Obama (2013-2017).