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Juan Pablo II, un papa misionero para el mundo

Hace 15 años, Karol Wojtyla dejaba el cargo de Juan Pablo II para unirse en espíritu a su creador y convertirse en uno de los pontífices más recordados de la historia.

Juan Pablo II
Juan Pablo II

Nadie podría dudar que Juan Pablo II, el papa beatificado más rápido de la historia, representó un antes y un después para la Iglesia Católica durante más de un cuarto de siglo que le tocó dirigirla.

Nacido el 18 de mayo de 1920 en el seno de una familia modesta en Wadowice, cerca de Cracovia, Polonia, Karol Józef WoJtyła perdió a su madre cuando tenía nueve años, y tres más tarde, a su hermano mayor de una epidemia de escarlatina en 1932.

De condición humilde, desde muy joven trabajó en una mina mientras seguía sus estudios secundarios y universitarios. Después, en medio de la Segunda Guerra Mundial integró un grupo de teatro clandestino y acabó sus estudios de seminarista. Recibió la orden de sacerdote en 1946.

Luego de dedicarse a impartir clases de teología, Karol WoJtyła se convirtió en obispo de Cracovia en 1964 y llegó a participar en el II Concilio Vaticano (1962-1965). Así, pasó a ser nombrado cardenal en 1967.

El 16 de octubre de 1978, se convirtió en el sucesor número 263 de San Pedro, el primer pontífice eslavo de la historia en reemplazo de Juan Pablo I, quien solo estuvo en el cargo durante 33 días hasta que falleció.

El 13 de mayo de 1981, en la plaza de San Pedro en Roma, Juan Pablo II fue gravemente herido al ser tiroteado por el turco Mehmet Ali Agca. Consiguió recuperarse, pero a partir de los años 90, se le conocieron numerosos problemas de salud, como el parkinson.

Juan Pablo II dirigió la Iglesia Católica hasta el 2 de abril de 2005, cuando murió a la edad de 84 años.

El proceso de beatificación de Karol Wojtyla fue abierto dos meses después de su muerte, un plazo muy breve decidido por Benedicto XVI en respuesta a las manifestaciones de devoción mostradas durante los funerales de Juan Pablo II.