Ciencia

Estudio científico revela que el veneno de abeja destruye células del cáncer de mama en solo 60 minutos

El cáncer de mama triple negativo es uno de los tipos con menos opciones terapéuticas disponibles, por lo que este hallazgo abriría la puerta a nuevos tratamientos.

El veneno de abeja tiene potencial para ser usado en tratamientos contra el cáncer, ya que podría ser una base para tratamientos con menos efectos secundarios que la quimioterapia tradicional. Foto: Dimas Ardian.
El veneno de abeja tiene potencial para ser usado en tratamientos contra el cáncer, ya que podría ser una base para tratamientos con menos efectos secundarios que la quimioterapia tradicional. Foto: Dimas Ardian.

Un estudio, publicado en la revista Nature por un equipo de científicos de Australia en 2020, ha revelado que la melitina —una molécula presente en el veneno de abeja— puede destruir células del cáncer de mama más agresivo en tan solo 60 minutos. Este descubrimiento se logró a través de pruebas de laboratorio, donde los investigadores observaron que esta sustancia atacaba de forma rápida y precisa a las células tumorales, sin dañar los tejidos sanos.

El cáncer de mama triple negativo es uno de los que tiene menos opciones terapéuticas disponibles, por lo que este hallazgo permitiría que haya nuevos tratamientos. Según la investigación, la melitina afecta directamente las membranas celulares de los tumores, ya que interrumpe su capacidad de replicación y crecimiento, además de que podría reducir los efectos secundarios en terapias futuras gracias a su acción altamente selectiva.

¿Qué es la melitina y cómo destruye las células del cáncer de mama?

La melitina es un compuesto principal del veneno de abeja y es responsable del dolor que provoca una picadura. Representa aproximadamente el 40% al 50% del peso seco del veneno de la Apis mellifera (abeja europea). Esta sustancia es un péptido —una cadena corta de aminoácidos— con propiedades citotóxicas, es decir, puede dañar o destruir células. Su acción más conocida es la de formar poros en las membranas celulares, lo que desestabiliza a las células y puede provocar su muerte.

La melitina destruye las células del cáncer de mama mediante un ataque directo a sus membranas celulares, lo que provoca que pierdan su integridad y funcionalidad en muy poco tiempo: apenas en 60 minutos, de acuerdo con el estudio. El proceso es tan rápido porque el compuesto actúa desde fuera, sin necesidad de ingresar al núcleo ni activar mecanismos complejos: simplemente perfora y destruye. Esta acción directa es lo que la hace tan eficiente y llamativa para la ciencia.

Este proceso, que es físico y bioquímico, sucede de la siguiente manera:

  • Se adhiere a la membrana celular: la melitina se une a las membranas de las células cancerosas, especialmente a aquellas que sobreexpresan ciertas proteínas como EGFR y HER2, comunes en el cáncer de mama agresivo.
  • Forma poros en la membrana: una vez adherida, la melitina perfora la membrana celular formando pequeños canales o poros, lo que provoca que se altere el equilibrio interno de la célula.
  • Destruye la célula en minutos: esta desestabilización causa una rápida ruptura de la célula, que muere por lisis (estallido). En el estudio, este proceso se completó en solo 60 minutos.
  • Bloquea la replicación del tumor: además del daño físico a la célula, la melitina interfiere en las señales químicas internas que permiten al cáncer multiplicarse, lo que impide su reproducción.

¿Podría usarse el veneno de abeja en tratamientos contra el cáncer?

El veneno de abeja tiene potencial para ser usado en tratamientos contra el cáncer porque actúa selectivamente sobre células tumorales, sin dañar en gran medida las células mamarias sanas, lo que sugiere que podría ser una base para tratamientos con menos efectos secundarios que la quimioterapia tradicional. Sin embargo, aún no puede aplicarse directamente en pacientes. Actualmente, sus efectos se han probado solo en estudios de laboratorio (in vitro), por lo que faltan muchas etapas de investigación antes de que se convierta en un tratamiento clínico aprobado.

Para que se use en humanos, se necesitan más ensayos en animales, para verificar seguridad y eficacia; pruebas clínicas en humanos, que evalúen dosis, efectos adversos y resultados; así como desarrollo de una forma farmacéutica segura (por ejemplo, nanopartículas que transporten melitina sin dañar tejidos).