Ciencia

Una galaxia murió años después del Big Bang y la ciencia aún no puede explicar por qué

El telescopio James Webb revela una galaxia que dejó de formar estrellas 700 millones de años después del Big Bang. Este hallazgo desafía la evolución galáctica.

Una galaxia muerta descubierta 700 millones de años tras el Big Bang desafía las teorías actuales al mostrar que las galaxias masivas dejaron de formar estrellas mucho antes de lo previsto. Foto: SciTechDaily
Una galaxia muerta descubierta 700 millones de años tras el Big Bang desafía las teorías actuales al mostrar que las galaxias masivas dejaron de formar estrellas mucho antes de lo previsto. Foto: SciTechDaily

Un equipo internacional de astrónomos, con ayuda del telescopio espacial James Webb (JWST), detectó la galaxia inactiva más lejana jamás observada. Bautizada como RUBIES-UDS-QG-z7, cesó su formación estelar apenas 700 millones de años después del Big Bang, mucho antes de lo que cualquier modelo teórico actual puede anticipar.

El descubrimiento forma parte del programa RUBIES, uno de los proyectos extragalácticos más ambiciosos de Europa, liderado por la Universidad de Ginebra y el Instituto Max Planck de Astronomía. La investigación, publicada recientemente, sugiere que estos cuerpos masivos y quiescentes existían en una etapa del universo temprano en la que, según las teorías predominantes, las galaxias aún estaban en pleno desarrollo.

Observaciones en desacuerdo con las teorías

Los modelos de evolución galáctica actuales predicen que las galaxias elípticas más grandes se forman lentamente a través de fusiones sucesivas y largos periodos de formación estelar. Sin embargo, el hallazgo de RUBIES-UDS-QG-z7 pone en entredicho estos supuestos. Según Andrea Weibel, investigadora principal y autora del estudio, “estas galaxias son más de 100 veces más abundantes de lo que los modelos predicen”.

 Tres espectros obtenidos con el telescopio JWST/NIRSpec . La galaxia muerta RUBIES-UDS-QG-z7 se muestra en el centro. Foto: NASA/CSA/ESA

Tres espectros obtenidos con el telescopio JWST/NIRSpec . La galaxia muerta RUBIES-UDS-QG-z7 se muestra en el centro. Foto: NASA/CSA/ESA

El JWST, mediante el instrumento NIRSpec, permitió detectar una firma espectral correspondiente a una población de estrellas ya envejecida en una galaxia que, por edad del universo, no debería haber tenido tiempo de desarrollarla. Esta discrepancia sugiere que ciertos procesos —como los efectos de los vientos estelares o las emanaciones de agujeros negros supermasivos— podrían estar subestimados en las simulaciones actuales.

La galaxia “muerta” más distante hasta ahora

Con un corrimiento al rojo de 7.29, RUBIES-UDS-QG-z7 es oficialmente la galaxia quiescente más lejana identificada hasta la fecha. Su luz viajó más de 13.000 millones de años antes de llegar a los instrumentos del telescopio James Webb. El análisis espectroscópico revela que esta galaxia acumuló más de 10.000 millones de masas solares en menos de 600 millones de años, para luego detener por completo su actividad estelar.

Lo más sorprendente es su tamaño: apenas 650 años luz de diámetro, lo que indica una densidad estelar extremadamente alta. Este detalle convierte a RUBIES-UDS-QG-z7 en un objeto ideal para comprender el surgimiento de las estructuras más densas del cosmos.

Núcleos antiguos de los gigantes actuales

Anna de Graaff, investigadora del Instituto Max Planck y coautora del artículo, destaca que el tamaño compacto de esta galaxia muerta podría representar el núcleo original de las galaxias elípticas masivas que existen hoy. Esta idea refuerza la teoría de que los núcleos galácticos de gran densidad surgieron muy temprano y luego se expandieron o fusionaron con otras estructuras.

La existencia de estas galaxias masivas e inactivas en una etapa tan temprana del cosmos exige una revisión profunda de las teorías de formación galáctica. Entender por qué una galaxia dejó de vivir tan pronto después del Big Bang podría revelar procesos físicos aún desconocidos en el campo de la astronomía moderna.