La NASA planea dos ambiciosas estrategias para traer muestras de Marte: misión se planifica para la década de 2030
Las propuestas incluyen utilizar la tecnología de grúa celeste y colaborar con la industria privada, optimizando recursos y haciendo la misión más eficiente en comparación con el plan original.
La NASA presentó dos estrategias innovadoras para el retorno de muestras de Marte, con el objetivo de concretar esta hazaña en la década de 2030. Estas propuestas buscan simplificar el proceso y reducir costos, tras la evaluación de un plan original que se consideró inviable. El administrador de la NASA, Bill Nelson, enfatizó la urgencia de estas nuevas alternativas, que podrían permitir recuperar las muestras científicas en 2035 o 2039, a un costo significativamente menor.
La misión, que busca responder a preguntas fundamentales sobre la vida en el planeta rojo, se encuentra en una fase crítica de evaluación y desarrollo. Desde el aterrizaje del rover Perseverance en febrero de 2021, la recolección de rocas y polvo en el cráter Jezero fue un paso crucial para determinar si Marte albergó vida en el pasado.
Opciones de retorno de muestras: un enfoque renovado
La NASA reveló dos nuevas opciones para el retorno de muestras de Marte, que se centran en la reducción de la complejidad y el costo de la misión. La primera opción se basa en la tecnología de la grúa celeste, utilizada con éxito en los aterrizajes de los rovers Perseverance y Curiosity. Esta técnica demostró ser efectiva para asegurar un descenso controlado en la superficie marciana.
La segunda opción contempla la colaboración con la industria privada, utilizando módulos de aterrizaje de "vehículo de carga pesada" desarrollados por empresas como SpaceX y Blue Origin. Esta estrategia busca aprovechar las capacidades comerciales haciendo el proceso más ágil y eficiente.
Desafíos técnicos en el aterrizaje en Marte
El aterrizaje en Marte fue históricamente complicado debido a su atmósfera delgada, que no permite confiar únicamente en paracaídas para un descenso seguro. La NASA desarrolló el sistema de grúa celeste para mitigar estos riesgos, asegurando que los rovers lleguen a la superficie sin contratiempos. Este sistema combina un escudo térmico, paracaídas y retrocohetes para un aterrizaje controlado.
Se planea probar la viabilidad de ambas opciones en el Laboratorio de Propulsión a Chorro en Pasadena, California, durante el próximo año. La evaluación de estas estrategias es crucial para determinar el camino a seguir en la misión establecida.
Para reducir riesgos y garantizar que los rovers lleguen a la superficie de manera segura, la NASA desarrolló el innovador sistema conocido como grúa celeste. Foto: NASA
Un futuro prometedor para la exploración marciana
Las nuevas estrategias propuestas ofrecen un camino más económico y prometen realizarlo en un plazo más corto. Con costos estimados entre US$ 5.500 y US$ 7.700 millones, estas cifras son considerablemente más bajas que las del plan original, que alcanzaba hasta US$ 11.000 millones.
Bill Nelson resaltó su importancia, ya que podría cambiar nuestra comprensión de Marte y del universo. La NASA está comprometida en asegurar que la exploración marciana sea exitosa y contribuya a la historia espacial.
La competencia internacional en la exploración de Marte
China también manifestó su interés en recuperar muestras de Marte a través de su misión Tianwen-3, que podría lanzarse en 2028. A su vez, Nelson reflejó su deseo de que el retorno de muestras no sea monopolizado por una sola nación, enfatizando la importancia de un enfoque metódico y científico en la recolección de datos sobre el planeta rojo.
La NASA se encuentra en una encrucijada, donde la administración entrante del presidente electo Donald Trump deberá decidir sobre el futuro del programa y el presupuesto necesario para su continuidad. Sin embargo, se encuentra decidida a liderar el camino en esta emocionante era de descubrimientos, asegurando que la exploración de Marte sigue siendo un objetivo primordial.